Ucrania: un «sal pa’ afuera» en la Casa Blanca

La Habana, 25/03/05 – En este «hervorio caribeño de las ninfas de efluvios afrodisíacos y telúricas cinturas» cuyo nombre es Cuba, se suele llamar «sal pa’ afuera» a algo así como un riña de ribetes marginales y manoteos de la chusma, más o menos como el protagonizado por Trump y su vice JD Vance ante Volodomir Zelenskyy, y ante la vista de millones de espectadores en todo el orbe…

«Vista hace fe»: comparto el vídeo más completo hallado en YouTube sobre las conversaciones entre Trump, Zelenskyy y JD Vance en la Casa Blanca, y ocasión para preguntar: ¿qué puede decirse acerca de la insolente actitud de Donald Trump y JD Vance frente a Volodomir Zelenskyy? ¿Es una práctica normal que estadistas de distintos países ventilen sus acuerdos o disensos frente a la prensa, durante un encuentro bilateral de semejante importancia? ¿Es admisible algo como lo reportado por The New York Times?: «Más tarde (del encuentro ), la Casa Blanca envió al senador Lindsey Graham, republicano por Carolina del Sur y estrecho aliado de Trump, para que dijera a los periodistas que Zelenski debería plantearse renunciar. ‘O bien tiene que dimitir y enviar a alguien con quien podamos hacer negocios, o bien tiene que cambiar‘”

Conversación entre Trump, Zelenskyy y Vance en la Casa Blanca

 

Guste a quien guste, pese a quien pese, Zelenskyy dejó «la puerta abierta» a posteriores negociaciones, no obstante las insolencias de la Casa Blanca. Según La Nación de Buenos Aires, «Tras la pelea con Trump, Zelensky se fue de EE.UU. y publicó un (…) mensaje: ‘Estamos muy agradecidos a Estados Unidos por todo el apoyo. Estoy agradecido al presidente Trump, al Congreso por su apoyo bipartidista y al pueblo estadounidense». Además, expresó «su esperanza por lograr unas ‘relaciones sólidas’ con Washington…El presidente ucraniano llegó a Londres este sábado (1/03), donde se reunirá con el primer ministro y mañana conversará con sus aliados europeos, que lo respaldaron masivamente tras el cruce en Washington… el vicepresidente de Estados Unidos, JD Vance, acusó a Zelensky de faltarle el respeto a Trump al no agradecer la asistencia estadounidense. También el magnate lo tildó de desagradecido».

Zelensky se ha mostrado favorable a la oferta de paz de Trump «a condición de que contenga también ciertas garantías de seguridad para Ucrania de parte de Estados Unidos, para evitar la posibilidad de que Putin decida volver a atacar a Ucrania después de terminada la guerra…Pero Trump no ha querido ofrecer esas garantías».

O sea, ni ingreso a la OTAN – sería lo idóneo -, ni un compromiso formal estadounidense; por ejemplo, un tratado especial.

Las «santas» Unión Soviética y Federación Rusa

Quien dentro de Cuba olvide las lecciones de la Crisis de los Misiles o de Octubre de 1962, mínimo peca de inocencia política. Simplemente, la URSS y Estados Unidos negociaron a espaldas de Cuba, en función de sus exclusivos intereses geopolíticos. Fue una patada al pueblo cubano; no la única pero sí la más dolorosa.

Lo que hoy ocurre en Ucrania hace recordar la frase del sociólogo y amigo criollo Juan Valdés Paz (epd): «cuando los elefantes pelean, sufren la hierba y las hormigas», la cual es válida para Ucrania, para Cuba y para cualquier país pequeño o débil. No obstante, si en vez de pelear «los paquidermos hacen el amor» puede haber aún más sufrimiento, porque «¡es la Geopolítica, estúpido!», vale parafrasear.

Estados Unidos es «genéticamente imperialista» ¿Rusia y China no? ¿Hay «mala memoria» acerca de los conflictos de Beijing con India y Vietnam, con Taiwán? ¿Existe «amnesia » respecto a su apoyo al genocidio camboyano, a su sostén a Holden Roberto y Jonas Savimbi en Angola, a su agresiva política financiera en América Latina? Sobre Rusia, pregunto a ChatGPT:

¿En cuántos países han intervenido la URSS o Rusia en los siglo XX y XXI?

«La Unión Soviética (URSS) y, posteriormente, la Federación Rusa han intervenido en varios países a lo largo del siglo XX y XXI. A continuación se presenta un resumen de algunas de las intervenciones más significativas:

«Unión Soviética (1917-1991): Polonia (1920) – Guerra Polaco-Soviética; Finlandia (1939-1940) – Guerra de Invierno; Bálticos: Estonia, Letonia y Lituania (1940) – Ocupación durante la Segunda Guerra Mundial; Rumanía (1944) – Intervención militar al final de la Segunda Guerra Mundial; Hungría (1956) – Represión de la Revolución Húngara; Checoslovaquia (1968) – Invasión durante la Primavera de Praga; Afganistán (1979-1989) – Guerra soviético-afgana.

Por su parte, la Federación Rusa (1991-presente) suma a Chechenia; Georgia (2008) – Guerra en Osetia del Sur y Abjasia y Ucrania (2014-presente) – Anexión de Crimea y conflicto en el este de Ucrania, Siria (2015-presente) – Intervención militar en apoyo del gobierno de Bashar al-Assa (derribado por una coalición rebelde )…»

Ni la otrora URSS ni la Federación Rusa califican como «santas» a la hora del imperialismo. Quien quiera más, investigue…

Existen evidencias sobre las promesas de la OTAN de no avanzar hacia el Este, pero también del interés de Rusia por sumarse a la organización; buena pregunta es si los países ex diz que socialistas «se dejaron conquistar» por el mencionado avance, o se unieron al Tratado del Atlántico Norte, habida cuenta del «expediente de peligrosidad» de Rusia, verificado por la Historia. Finlandia y Suecia se sumaron a la OTAN tras la invasión de Ucrania ¿Por qué, si eran neutrales desde muchos años atrás? ¿Por qué Ucrania no ha sido aceptada y los demás países ex- diz que socialistas sí, sabido que Kiev inició sus trámites de ingreso en el 2008 y los retomó en el 2014? «¡Es la Geopolítica, estúpido!»

Zoom a Ucrania

Tras la disolución del campo diz que socialista y la desaparición de la URSS son importantes el Tratado de Belasheva y el Protocolo de Alma Atá. Por éstos se disolvió la Unión Soviética y se creó la Comunidad de Estados Independientes. Cabe destacar, de ambos instrumentos, que en los mismos hubo acuerdos de respeto a la integridad territorial de las otrora 15 repúblicas de la URSS, incluidas Ucrania y Bielorrusia. O sea, que el respeto a aquella es un deber de Derecho Internacional e histórico: para Ucrania, para Rusia y para el Sr. Putin.

Se suma la Declaración de Independencia de Ucrania; en ese país se realizó un referendo en que el pueblo ucraniano votó a favor de la independencia por un 90%.

Por su parte, el Memorando de Budapest de 1994 es clave para entender el conflicto Rusia – Ucrania y que muchos no mencionan por ignorancia, partidismo y hasta mala fe. Por el mismo, Ucrania entregó a Rusia el tercer armamento nuclear del orbe, a cambio de garantías de seguridad e integridad territorial ; dicha integridad fue violada por Rusia desde la anexión de Crimea en el 2014, sólo apoyada por 11 países en la ONU – entre éstos Cuba -, así como 58 abstenciones y 100 votos en contra de la anexión. Si alguien quiere saber cuántas oscuridades hay tras los «desplantes» de Trump y JD Vance, una pista: los países garantes del Memorando de Budapest son Rusia, Inglaterra,China, Francia…y Estados Unidos ¡Vaya, qué casualidad!

Por su lado, el conflicto en el Donbass tiene raíces históricas parecidas a las de Crimea, si bien no similares; no se puede perder de vista una importante emigración rusa para trabajar en las minas de la región en los 30 del siglo pasado, en el marco de la política de industrialización acelerada stalinista. Su carga de crímenes, sus consecuencias, incluyen ese genocidio llamado Holomodor, por el que mínimo un millón de ucranianos murió de hambre. Los hechos son absolutamente públicos, como lo son los sucesos del Euromaidan en el 2014, que abrieron la Caja de Pandora en Ucrania…

La tendencia mediática general parece obviar al Memorando de Budapest en favor del Protocolo de Minsk del 2014, en especial después de que la ex-canciller germana, Angela Merkel, declarara que se adoptó para «ganar tiempo». Sin embargo, los antecedentes históricos que condujeron a la firma del citado memorando son hechos tercos. Quien pretenda esgrimir algo diferente, incurre en inocencia, ignorancia…o tergiversa.

¿Por qué esa tendencia a «ignorar a Budapest y preferir a Minsk»? Porque el «condenado Memo» es la prueba al canto de la traición de varios de sus garantes – Rusia, Inglaterra,China, Francia y Estados Unidos -, comprometidos a preservar la integridad territorial ucraniana. Por ello el Sr. Putin creó toda una narrativa para justificar su invasión como un acto de defensa: el avance de la OTAN, el supuesto peligro neonazi y bla, bla, bla. Nada de referirse a la anexión de Crimea a pura fuerza y a contrapelo del Derecho Internacional, y hasta su presunto involucramiento en lo ocurrido en el Donbass entre el 2014 y el 24 de febrero del 2022.

¿Se ha entendido cómo la resistencia ucraniana «trabó el paraguas» del reparto territorial e imperialista de turno? ¿Se ha entendido que el pueblo es siempre el protagonista? ¿Cómo se explica que el segundo ejército del mundo se empantane por tres años y contando frente a uno que tras un multimillonario pero insuficiente apoyo militar ascendió a un «infeliz» vigésimo lugar mundial? ¿Ya se olvidó que Ucrania derrotó a Rusia a las puertas de Kiev cuando apenas contaba con esa ayuda y que ello ocurrió a menos de un mes de iniciada la invasión?

Pregunten a Pavlo Vyshebaba, el antes músico y ecoactivista, y ahora soldado, poeta y ya héroe nacional en Ucrania.

Trump, por su parte, no sólo respecto al conflicto Rusia- Ucrania, asiste a una reconfiguración geopolítica – o sea, al mentado reparto -, y «arrima brasas a su sardina», si bien al estilo de su polèmica personalidad y apercibido de la «trabazón de la sombrilla», liderada por «ese payaso » de Zelenskyy.

«Así mismito» se firmaron el Pacto de Munich de 1938, y el Ribbentrop – Mólotov de 1939 . «Así mismito» se traicionó a la España republicana. Sus consecuencias, harto sabidas… pero ahora, será con armas nucleares.

 

* Imagen de portada: Trump y Zelenskyy en la Casa Blanca.