Patrick Modiano por el carril de la memoria

El Premio Nobel de Literatura de 2014 tiene como materia prima de sus novelas la memoria; podría hablarse de él como el memorioso, aunque, como es obvio, los recuerdos no resultan claros y distintos sino que el paso del tiempo los enturbia, los hace resultar a veces borrosos, a lo que se ha de añadir que no son trasladables a su repetición o a su escritura de una manera exacta en su transparencia, a lo que se ha de añadir que en ocasiones trata de establecer lazos y relaciones en tiempos no vividos por él, todo ello lo hace que en muchas ocasiones Modiano haya de convertirse en un avezado e incansable detective para tratar de atar cabos y poner por escrito lo que va averiguando, o a veces -como digo- imaginando y que en su busca de su pedigrí, como es obvio supone algunos hechos relacionados con sus padres de vidas un tanto oscuras; en otras ocasiones como en la presente su ejercicio de anamnesis le hace unir relaciones de personajes que conoció y con quienes tuvo relaciones grupales. Sea como sea, siempre los retratos del escritor van rodeados de cierto misterio, de un velo que hace que los personajes se vean rodeados de cierta neblina a modo de incierta aura. Cualquiera que se haya acercado a los libros del autor, conocerá por otra parte, los rincones parisinos en que se sitúan los hechos, ya sean relacionados con los duros tiempos de la Ocupación como los vividos por él en su juventud (https://kaosenlared.net/laberintos-de-memoria-y-olvido/ ),…en este caso, en su «Memory Lane», editado en Anagrama, vuelve la vista atrás en esta novela de título musical -el título corresponde a una canción del mismo título, que es del gusto de uno de los componentes del grupo, americano alcohólico de Kentucky, canción creada por Kohta Yamamoto-, que da el tono, a modo de banda musical, a la vida del grupo retratado a retazos…Hablando de música, me viene a la mente la canción de Vincent Delerm, Baiser Modiano.

En este caso repite la compañía de los dibujos de Pierre Le-Tan (1950-2019), y digo “repite” ya que en su libro anterior, Muñequita rubia, también contó con las delicadas ilustraciones del nombrado; de tal libro, una obra de teatro, dí cuenta en esta misma red: https://kaoesenlared.net/patrick-modiano-mas-pistas-del-pasado/. El tiempo pasa y esto supone cambios en las personas, en los recuerdos y…en todo lo demás. Ahora trae a la página unas vivencias de cuando tenía veinte años; invitado por un compañero de trabajo, Bellune, relacionado con una empresa dedicada a la música, le invita a acompañarle y en su compañía es presentado a diferentes amigos, de profesiones variopintas (un abogado y empresario que comercia con caballos, Paul Contour y su mujer Maddy que había sido maniquí; un amigo americano Doug, Claude Delval que se dedica a las antigüedades, Christian Winegram cuyo protegido es Bourdon, una futura estrella de cine; Françoise, sin olvidar a un dueño de un local de music-hall), cuando las tienen, y en vidas rodeadas de cierto misterio. Conoce algunos domicilios y restaurantes que eran frecuentados por el grupo que formaban, en diferentes geografías además de en la Ville Lumière (algunos lugares cercanos de la capital, y varias localidades de la Costa Azul), algunos establecimientos o casas ya desaparecidos, lo que sucede igualmente con algunos de los componentes de la peña, y allá se va enterando de las complicidades y colaboraciones de algunos de entre ellos en diferentes empresas lucrativas un tanto extrañas, como queda insinuado ya. El nivel de los sitios visitados y las formas de vestir son de una brillante elegancia, cosa que a él le salpica al serle encargado algún traje para que en el alterne dé la talla, y no desentone con respecto a los demás.

El misterio y los velos toman la páginas en el retrato de los personajes, mostrando a un Patrick Modiano en su salsa, en plena forma, que narra historias que se entrecruzan en unos límites borrosos en lo que hace a unas situaciones y relaciones en las que no faltan la intriga; situación la vivida en la que se zambulle por aguas desconocidas, abriéndose horizontes hasta entonces desconocidos, tanto en los que hace al trato, a los modales o..a los asuntos del corazón, en medio de un grupo dispuesto a buscar la felicidad y el gozo de la vida.

 

Compartir
Ir al contenido