Votar al PP. ¿Cómo es posible?
Todo indica que en quince días
el PP va a recibir más de 7 millones de votos.
Repetimos, el PP.
El Partido de Bárcenas, Rato, Barberá, Matas, González (Ignacio), Camps…
y una pléyade de dirigentes que han sido/y son
los abanderados de la corrupta derecha patria.
Desde lejos, muy desde lejos de ellos,
es incomprensible que una persona salga ese domingo de su casa
a coger una papeleta del PP para ponerla en una urna.
Salvo
que el franquismo sociológico siga con buena salud;
que el Marca sea el diario más vendido y reverenciado en las miles de barras de bares de pueblo, donde les han impuesto -casi a punta de metralla- hablar de lo mal que está Venezuela;
que la Iglesia esté adoctrinando más de lo que imaginamos;
que el miedo a perder la pensión que alimenta dos generaciones de parados se haya convertido en pavor
que el runrún de que nos vamos recuperando (sin reparar en quién nos trajo aquí) sea ya un valor en sí
que el IBEX esté usando toda su «invisible» artillería
que haya muchos, muchos fachas, que para eso ganaron la guerra y transmitieron sus deleznable ideología
que acordemos que la ola ultraderechista que asola Europa encuentra en el PP su punto de referencia en España
que tienen el poder desde 1939, sin pausa, esto es, la friolera de 77 años
que no los estemos combatiendo con eficacia
que estemos comprobando que sus medios de desinformación masiva son poderosos
Todo indica que en quince días
el PP va a recibir más de 7 millones de votos.
Repetimos, el PP.
El Partido de Bárcenas, Rato, Barberá, Matas, González (Ignacio), Camps…
y una pléyade de dirigentes que han sido/y son
los abanderados de la corrupta derecha patria.
Desde lejos, muy desde lejos de ellos,
es incomprensible que una persona salga ese domingo de su casa
a coger una papeleta del PP para ponerla en una urna.
Salvo
que el franquismo sociológico siga con buena salud
que el Marca sea el diario más vendido y reverenciado en las miles de barras de bares de pueblo
que hayan impuesto -casi a punta de metralla- hablar de lo mal que está Venezuela
que la Iglesia esté adoctrinando más de lo que imaginamos
que el miedo a perder la pensión que alimenta dos generaciones de parados se haya convertido en pavor
que el runrún de que nos vamos recuperando (sin reparar en quién nos trajo aquí) sea ya un valor en sí
que el IBEX esté usando toda su «invisible» artillería
que estemos comprobando que sus medios de desinformación masiva son poderosos
que haya muchos, muchos fachas, que para eso ganaron la guerra y transmitieron sus deleznable ideología
que acordemos que la ola ultraderechista que asola Europa encuentra en el PP su punto de referencia en España
que tienen el poder desde 1939, sin pausa, esto es, la friolera de 77 años
que no los estemos combatiendo con eficacia