Venezuela. La boda
La hegemonía comunicacional, que incluye las diversas aplicaciones de Internet, explota la tendencia emocional de la gente distorsionando la realidad para que sea como se quiere. La manipulación, el largo alcance y la estupidez se unen así en un triángulo pavoroso donde el naufragio de los hechos hace irrelevante la capacidad crítica. La virtualidad, que es una cosa tangencial a la vida, pasa a ser la vida. Aunque en las tangentes los seres sean unidimensionales.
Sin especuladores no podría haber inversores porque nadie les compraría o les vendería… La actividad altamente especulativa mantiene en marcha al mercado. La cocaína también ayuda… Yo trabajo con estrategias de ruptura. Como productor de noticias, analizo el hecho y sus efectos y, si parece que alcanzará niveles razonables, compro… Go big or go home…
Hace exactamente 50 años nos hablaba Herbert Marcuse de como la sociedad unidimensional alteraba la relación entre lo racional y lo irracional. Logra, decía, que la manipulación de las palabras de sentido a las tonterías y convierta en tontería lo que tiene sentido. Es esto lo que ha hecho siempre ese periódico de la monarquía española llamado ABC, pero igual lo hace Clarín o Washington Post, aunque ahora tomen el estilo de Hola.
Los Roques, el lujoso archipiélago venezolano de arena blanca, agua cristalina y con el intenso sol del caribe, a tan solo 160 kilómetros de Caracas, fue el destino escogido por la hija de Diosdado Cabello… El multimillonario enlace de la hija del número dos del chavismo habría durado dos días y habría costado 16 millones de dólares. Así lo ha informado el general retirado del ejército venezolano, Carlos Peñaloza, radicado ahora en Miami… Hasta ahora se desconoce la fecha de enlace…
Y sin importar que todo fuera un invento, estalló Instagram: Tu feliz y el pueblo muriendo, tendrás tu castigo y el perro de tu padre… Que felicidad ser hija del corrupto, asesino, número uno de Venezuela y narco, date la gran vida que pronto estarán presos todos por humillar al pueblo y matar a tantos venezolanos… Con esta partitura un extenso colectivo unieron sus aullidos para formar el coro del espanto. Es lo único colectivo que saben hacer.