Valladolid: La Policía intenta borrar sin éxito la tricolor en el recibimiento republicano a los reyes
Los agentes identificaron a varias personas y requisaron temporalmente algunas banderas republicanas, aunque su actuación no fue suficiente para que, ante la llegada de los reyes, a toda velocidad, a bordo de un coche oficial, se pudieran desplegar pancartas (“Felipe VI no te queremos. Democracia o monarquía”) y exhibir banderas republicanas y castellanistas.
Un importante despliegue policial impidió el tránsito de peatones por la acera del Museo y la pasarela que cruza el río. Había agentes apostados cada pocos metros y se obligaba a los paseantes y curiosos a cruzar la Avenida de Salamanca. Incluso a algunos ciclistas, que circulaban por la acera contraria a la del Museo, se les obligó a dejar de pedalear por el carril bici y a portar andando su medio de transporte si querían pasar.
La llegada de los reyes se produjo en un abrir y cerrar de ojos y desencadenó una auténtica cascada de consignas antimonárquicas: “No hay dos sin tres, república otra vez”, “Felipe acelera, que viene la tercera”, “España, mañana, será republicana”, “Los borbones a los tiburones”, “Memoria y dignidad, república traerá”, “No hay otra manera, o cae la monarquía o cae la clase obrera”…
Los gritos contra la monarquía no sólo se escucharon en la concentración frente al Museo, sino a las mismas puertas de acceso al mismo donde se habían dado cita algunos curiosos y monárquicos. Un reducido grupo que consiguió infiltrarse también gritó con fuerza a favor de la república ante la llegada de los monarcas sorprendiendo a los allí concentrados y a los propios agentes, varios de ellos de paisano, que inmediatamente les rodearon para evitar enfrentamientos.
Tras media hora de protesta republicana, la concentración se disolvió sin que se registraran más incidentes que los protagonizados por los propios agentes, que por hacer de guardarropía real (requisando las banderas republicanas) no encontraban una de las que habían incautado para su devolución. Finalmente las banderas fueron entregadas a sus propietarios, que no consiguieron, sin embargo, una explicación razonable al modo de actuar de los agentes.