Universidad Autónoma de Sinaloa: ¿Qué universidad tenemos y qué universidad queremos?
La Universidad Autonomía de Sinaloa, la centenaria institución del Estado de Sinaloa tiene por compromiso el desarrollo social, económico y cultural, no solo en sus funciones sustanciales, además en el marco del papel de voz que advierte a tiempo el entorno social al que nos enfrentamos, es decir, tiene la función de observar siempre la prospectiva de la realidad.
La época de Reforma, que le dio origen a finales del siglo XIX a la universidad de la mano de Eustaquio Buelna, su desarrollo en el contexto de la de la Rebelión Estudiantil de Rafael Buelna Tenorio en la Revolución Mexicana de 1910, quien rompiera los candados de la universidad para unirse al clamor popular en contra de la Reelección de Porfirio Diaz.
En 1931, la Huelga Estudiantil de Enrique Félix Castro y de Jesús Lazcano Ochoa por la incorporación de las ideas socialistas a la universidad, juventud que planteó por primera vez la Autonomía para la Institución.
Para 1972, el movimiento que consolida su autonomía, le dio sentido a la institución ante la necesidad de la apertura de la universidad a la sociedad, el reclamo de acceso a la educación superior, en un entorno internacional plagado de golpes de estado y autoritarismo en Latinoamérica.
La década de los años 80’s del siglo pasado reclamó la presencia de los universitarios para la defensa de nivel medio superior en la institución, bajo la orientación de la coyuntura de ataque a la Autonomía Universitaria.
La generación del 90’s del siglo XX, irrumpió en la vida universitaria advirtiendo la decadencia del Neoliberalismo en las aulas universitarias y el riesgo que implicaba la perdida de la conciencia histórica para la universidad.
La decadencia del movimiento estudiantil en el 2000 y el entorno de burocratización a través de visiones gerenciales llevaron a un desgaste de los planteamientos democráticos en la universidad que se encentraban anclados en el voto universal al interior de la institución, un aspecto que termino por cancelar los procesos interno.
La reforma necesaria en el 2006 a la vida universitaria y la forma de decisión al interior de la universidad reclamo en su momento de la concurrencia de las generaciones para enfrentar un entorno incierto para la universidad, una estrategia que ha cumplido con creces el ante un futuro incierto.
Una década después de este proceso, se hace necesaria la autocrítica, imprescindible para reconocer que ha concluido un periodo administrativo en la institución que pondero la idea de calidad únicamente en el marco de los indicadores de la universidad, los primeros diez años de la vida de la universidad Autonomía de Sinaloa en el siglo XXI, los vivió en el contexto de los indicadores y la orientación del prestigio universitario, el entorno internacional y nacional reclama nuevas decisiones, por lo que hace necesario retomar el estilo de vida orientado a un compromiso social en el cual el aumento de la matrícula y la presencia de los alumnos en las aulas se convierte en el punto de partida fundamental, considerando que la labor principal de la universidad es la juventud.
Los retos de los siguientes veinte años para la universidad pasa por la reflexión profunda de su quehacer como universidad y de la ponderación del diálogo como principio armónico, en el que la crítica sea recuperada para orientar los procesos internos y externos, no es posible seguir viendo al futuro sin reconocer que es imperativo voltear al pasado y orientar en él, en las tradiciones universitarias las respuestas a los escenarios más complicados.
La existencia de la de la universidad ante los retos del entorno actual, con un mundo convulsionado por las guerras, un país golpeado por la violencia y la pérdida de control institucional de su territorio, hace imperativo que reconozcamos las condiciones actuales que han permitido sortear el contexto político que significo el Neoliberalismo, porque ese mundo ha concluido.
La nueva administración de la UAS, que en mayo de 2017 retome las riendas de la universidad, tendrá que valorar el contexto volátil del país, la caída del presupuesto en Educación y Ciencia; Ante este periodo, la Universidad Autonomía de Sinaloa, no puede volver a los excesos del pasado, ni enclaustrarse en los indicadores de la SEP, requiere ante todo de una prospectiva de miras que recupere el entorno cultural en el que el proceso de Enseñanza y Aprendizaje tenga su papel preponderante a través del avance de la ciencia y la tecnología, sin dejar de ver nunca su compromiso social expresado siempre en el relevo generacional.