Una deuda irracional… y una duda razonable

 

España bate un nuevo récord y no precisamente en los europeos de atletismo. La deuda pública ha alcanzado los 1,475 billones de euros, según los datos del Banco de España. Las administraciones públicas han aumentado así su endeudamiento en un 3,6% de un año hasta ahora. Esta cifra supone un 116,8% del producto interior bruto (PIB) actual.

Viendo en la gráfica que ilustra esta noticia la evolución de la deuda en esta década y la anterior (con rescate al sector financiero mediante), es inevitable que surja la duda… ¿será Putin el culpable de todo esto?.

En la memoria de todos y en la situación material de muchos están las consecuencias de la grave tormenta  financiera de 2007/2008 con todo su corolario de crisis de la deuda y su retahíla de recortes sociales. Pues bien, cuando ahora nos hablan de que tenemos una importante recesión llamando a las puertas, da vértigo imaginar lo que podría pasar si sencillamente se compara el porcentaje de PIB que alcanzaba la deuda en 2007 y el que ahora supone.

Ese vértigo no podía dejar de afectar a los gobiernos que tendrán que lidiar con nuevo ataques a las clases populares. Y es ahí cuando se entiende que tengan que encontrar un chivo expiatorio de órdago que paralice el entendimiento de todo ser viviente y, sobre todo, que busque desviar la gran ira de «los de abajo» que lógicamente se espera. ¡¡Cuánto sueñan los Sánchez con que nuevas ediciones de tomas de plaza y de marchas 22M se dirijan a consulados y embajada rusas exigiendo exorcizarnos de Lucifer-Putin!!

Pero realmente lo tienen difícil para que, al menos, una buena parte no nos demos cuenta de cómo, precisamente, van estas: las cuentas del Reino.

Limitémonos a dar una serie de datos y aclaraciones (que nada tienen que ver con rusos) que acompañen a la ya de por sí más que clarificadora gráfica que acompaña esta entrada de nuestro diario; datos que, en buena medida, han sido extraídos de una investigación que ya en 2015 (es decir, ¡¡hace 7 años!!) llevó a cabo la profesora de la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales de la Universidad de Santiago de Compostela, Marta Vázquez Suárez (https://www.elsevier.es/es-revista-economia-unam-115-articulo-una-aproximacion-actual-crisis-deuda-S1665952X15300049).

  • La deuda Pública en España pasa de representar 36% del PIB en 2007 a casi 100% en el año 2013.
  • La deuda de países periféricos como España ha tenido poco que ver con el sector público, ha estado más asociada con el sector financiero privado, que concentraba (en promedio) más de 50% de su negocio en actividades vinculadas al sector inmobiliario. La crisis no es una crisis de deuda pública sino de deuda privada asociada a la pérdida de competitividad de los países periféricos  y al mayor peso del sector financiero.
  • Desde el año 2010 en adelante los recursos públicos se destinan al saneamiento de la banca privada. En dicho año el sector financiero absorbió el 94% del total de las ayudas públicas que ascendió a 84 000 millones.
  • Mientras aumenta la deuda pública se produce una caída de la inversión pública. Las partidas que más sufren la reducción son las de gasto social, en las que se observa una reducción desde el año 2010.
  • Ya en 2012 la carga por intereses respecto al PIB alcanza niveles de 6.8%, antes de la intervención del BCE, y en 2013 el pago de intereses de la deuda suponía una cuarta parte de todo el presupuesto estatal.
  • El Banco central Europeo (BCE) pasa a actuar como prestamista de última instancia a cambio de imponer medidas fiscales restrictivas sobre las economías. Medidas que no están justificadas sobre un excesivo endeudamiento, pues no es una crisis de deuda pública, sino que esta se genera como consecuencia del rescate a las entidades financieras. Es decir, se está atendiendo a las inestabilidades de los mercados financieros pero no a los problemas de las economías nacionales.

Ciertamente, la degradación social hizo que aumentarán las prestaciones por desempleo. Y años después llegaron la pandemia y la emisión de fondos que aún incrementaban más la deuda. Hasta ahora no se han atrevido a culpar a Putin del covid-19. Pero, en cualquier caso y tal como desde estas páginas se ha estado previendo, ya vemos que la recesión que se avecina no es más que una réplica inevitable de una crisis, la de 2007/2008, de la que no se salió; y actualmente, con mucho menos margen de maniobra para actuar dentro del sistema que padecemos. Sencillamente porque la verdadera  guerra que sufrimos es la que nos ha declarado el sector financiero mundial que ha llegado a secuestrar y falsear la misma economía de «libre mercado» a golpes sucesivos de rescates, con especial virulencia en países periféricos del centro capitalista mundial como es el nuestro. Es precisamente esa verdadera barbarie capitalista, redoblada por el campeón del parasitismo mundial (EEUU) en pérdida clara de hegemonía, la que lleva provocando inestabilidad internacional y guerras desde hace tantos años. Lo recordó hace días Putin. Y qué quieren que les digamos: el «malvado» tenía toda la razón del mundo.

 

Insurgente

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