Un planeta en estado de sitio

Nuestro Planeta se encuentra permanentemente asediado  por  fuerzas contrarias a la vida. Todos sus elementos: tierra, agua, atmósfera son agredidos sin cesar y envenenados por quienes dirigen  esta civilización enfermiza y por quienes les aplauden e imitan en muchos países, economías, y culturas: todos  víctimas directas o indirectas  de los mismos  agresores y de sus incondicionales seguidores.