Un argumento a favor del ateísmo

 

Un tema que siempre me despierta la atención, es el debate sobre la existencia de Dios y la relevancia de la religión, que ha permeado la historia de la humanidad por generaciones. No obstante, con los avances científicos y filosóficos de los últimos siglos, se vuelve cada vez mas evidente para todos que el ateísmo no ofrece solamente una visión mas racional y lógica del mundo, sino que también proporciona una base para una sociedad mas ética y justa. La creencia en dioses y supersticiones, por otro lado, no es raro que conduzca a prácticas prejudiciales y oscuras, que en su totalidad son nocivas a los seres humanos.

La premisa central del ateísmo es la ausencia de creencia en deidades o entidades sobrenaturales. Esa perspectiva es apoyada por la falta de evidencias empíricas para la existencia de cualquier divinidad. La ciencia, que se basa en la observación, experimentación y racionalidad, ofrece explicaciones mas robustas y comprobables para los fenómenos naturales que la religión tradicionalmente intenta explicar. El ateísmo promueve el pensamiento crítico y alienta a las personas a cuestionarse y buscar evidencias antes de aceptar cualquier reivindicación.

Por otro lado, la religión frecuentemente se basa en la fe ciega y en la aceptación de dogmas sin cuestionamiento. Este tipo de mentalidad generalmente nos lleva al fanatismo y a la intolerancia. La historia está repleta de ejemplos donde a religión fue usada para justificar guerras, genocidios y discriminación. Las Cruzadas, la Inquisición y, mas recientemente, actos de terrorismo, son apenas algunos ejemplos de como la religión puede ser manipulada para servir a agendas violentas y opresoras.

Además de eso, la superstición, que muchas veces se da la mano con la religión, puede tener consecuencias directas y negativas para la salud y el bienestar humano. La creencia en curas milagrosas, el rechazo de tratamientos médicos comprobados en favor de prácticas espirituales, y el miedo de maldiciones o espíritus malignos pueden llevar a decisiones perjudiciales y hasta fatales. Un ejemplo contemporáneo es el movimiento antivacunas, que, aunque ni siempre directamente ligado a la religión, muchas veces es alimentado por una mentalidad anticientífica que también se encuentra en ciertos círculos religiosos.

La religión también actúa como una fuerza conservadora que resiste los cambio sociales (especialmente aquellas que directa o indirectamente pueden afectar el poder de las iglesias…). Cuestiones como derechos de las mujeres, igualdad de género y derechos LGBTQIA+ frecuentemente encuentran una fuerte oposición de instituciones religiosas que se apegan a interpretaciones arcaicas de textos supuestamente sagrados. El ateísmo, al contrario, tiende a apoyar la igualdad y los derechos humanos, ya que no está preso de tradiciones dogmáticas y puede evolucionar con nuevas comprensiones éticas y morales.

En suma, el ateísmo ofrece una visión del mundo basada en la razón, en la evidencia y en el pensamiento crítico, pudiendo promover una sociedad mas justa e igualitaria. La religión y la superstición (que siempre andan de la mano con el Estado y el Capital), al contrario, perpetúan la ignorancia, la intolerancia y la injusticia.

Una vez que conseguimos liberarnos de las esposas del dogma religioso y de las supersticiones infundadas, podemos avanzar como sociedad, promoviendo la ciencia, la ética y el bienestar humano. El ateísmo no es solo una posición filosófica, sino que es también un llamado a la razón y a la compasión, valores esenciales para la construcción del mundo nuevo que traemos en nuestros corazones.

Liberto Herrera

agência de notícias anarquistas-ana

Traducción: Kaosenlared

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