Turquía ocupa el puesto 3 en el mundo de periodistas encarcelados
Los Reporteros sin Fronteras (RSF) anunciaron el Índice Mundial de Libertad de Prensa 2018, que muestra un aumento continuo de la violencia y la presión contra los periodistas. Solo en 2018, al menos 80 periodistas han sido asesinados en todo el mundo.
Más de la mitad de las muertes en 2018 ocurrieron en Afganistán, Siria, México, Yemen e India. En la última década, al menos 702 personas que fueron periodistas profesionales han sido asesinadas.
El informe señala que el mayor peligro para los periodistas son los conflictos armados, pero el hecho de que casi todos los periodistas hayan sido asesinados fuera de las zonas de conflicto «apunta a una situación horrible».
El informe indicó también que es posible que tanto los perpetradores como los instigadores se salgan con la suya, y pidió al público internacional que se pronuncie contra las deficiencias de los perpetradores que enfrentan la justicia.
El RSF pidió a las Naciones Unidas que designara un representante especial para la protección de los periodistas.
Registro de Turquía
El informe puso a Turquía como el país con el nivel de periodista más encarcelado en el mundo que los deja en un tercer lugar, después de China y Egipto.
El informe cita a 60 periodistas encarcelados en China, 38 en Egipto y 33 en Turquía.
Turquía: El periodista Gündüz condenado a 20 meses de prisión
Otro periodista que trabaja para la prensa kurda ha sido condenado por el régimen turco.
El corresponsal de la Agencia de Noticias de Mesopotamia (MA), Hamza Gündüz, será juzgado por la supuesta «propagación de propaganda terrorista» en las redes sociales, una de las principales denuncias presentadas por el régimen turco contra numerosos ciudadanos, periodistas, artistas, políticos y estudiantes en un intento por silenciar la oposición kurda.
La audiencia final en el caso contra el periodista Gündüz se llevó a cabo en el 3er Tribunal Penal de Hakkari el martes.
Gündüz declaró que sus publicaciones en las redes sociales deberían ser tratadas dentro del alcance de la libertad de expresión y prensa, y exigió su absolución.
El tribunal condenó al periodista a 1 año y 8 meses de prisión y pospuso la ejecución de la sentencia por 5 años.