Trump, el Berlusconi yanqui y las raíces del impulso del neofascismo en la UE
¡Que viene la extrema derecha!. Una cohorte de racistas, xenófobos, misóginos e islamófobos amenaza con hacerse con el gobierno de países encuadrados en la “civilización occidental”. En EE.UU. ya está Donald Trump. En Holanda, Reino Unido, Alemania, Noruega, Suecia y en la República Checa la extrema derecha dispone o aspira a obtener una fuerte representación electoral. En Francia el FN de Marine Le Pen ganó las europeas. En Austria el FPO de Hofer aspira a ganar la presidencia en diciembre. En Hungría y Polonia gobiernan la derecha radical igual de racista, machista y xenófoba (Orban y Kacynski). En Italia la Liga Norte es desde 1991 una fuerza política de extrema derecha fuertemente implantada en el norte desde los 90. No hay dudas de que el “terremoto electoral” está servido.
Tenemos el síntoma de lo que pasa, pero lo la explicación de las causas, estas no nos llegan desde los medios porque las corporaciones mediáticas lo impiden. Sólo nos llegan “análisis” que pintan a los ciudadanos y votantes como garrulos, paletos, xenófobos, machistas, etc.
Eso y nada es lo mismo. No hay duda que hay ese tipo de votantes, siempre los ha habido, pero ganar unas elecciones políticas, penetrar en el voto urbano y obrero, que haya hasta mujeres y minorías de clases populares que voten por Trump y la extrema derecha requiere de un análisis menos simplista, más profundo sobre lo que realmente está pasando en nuestro entorno social y económico.
Es como si alguien va al médico con una dolencia y este se dedica únicamente a culpabilizar al paciente de su salud sin dar un diagnóstico y solución médica. Pues eso es lo que están haciendo los mass media. Nada novedoso, por cierto. Pero lo peor es que parte de la izquierda cae en esa trampa, al abandonar el análisis marxista, de clase, que explica con claridad y vehemencia lo que nos está pasando, y da las herramientas para la solución en el ámbito de la lucha de clases. Terreno que está siendo abandonado, mientras la derecha y la extrema derecha nunca lo han hecho, ni lo harán.
La victoria de Trump, igual que la del Brexit, significa una nueva derrota de los medios dominantes y los sondeos de encuestas de opinión. Ahora toca explicar y analizar lo que las corporaciones niegan y que sólo los medios alternativos se han atrevido y se atreven a explicarnos.
ÍNDICE:
1.EE.UU. PAÍS DE LAS MIL MARAVILLAS PARA EL CAPITAL
2.LA TERCERA VÍA DEL PARTIDO DEMÓCRATA. PARTIDO DEL RÉGIMEN.
3.LOS MEDIA CONTRA BERNIE SANDERS
4.LA PARTICIPACIÓN REAL NO LLEGA AL 50% DEL ELECTORADO DE EE.UU.
5.LA DEMAGOGIA DE TRUMP HA RESONADO EN LAS CLASES POPULARES
6.DE LA OBAMAMANÍA A LA CLINTONMANÍA.MÁSCARAS PARA SU POLÍTICA BELICISTA Y NEOLIBERAL
7.LA UNIÓN EUROPEA. LA UNIÓN DE LAS BURGUESÍAS CONTRA LA CLASE OBRERA Y LOS PUEBLOS DEL MUNDO
8.EUROPA CUNA DE GUERRAS, DEPORTACIONES Y DESIGUALDADES SOCIALES
9.CRECE EL RECHAZO DE LA CLASE OBRERA AL PROYECTO CAPITALISTA DE LA UE
10.EL BREXIT, UNA “SORPRESA” ANUNCIADA
11.BRUSELAS LA MEJOR GARANTÍA DE LOS ESTADOS CAPITALISTAS NACIONALES PARA DEFENDER A LAS CLASES DOMINANTES
12.LA IDEOLOGÍA EUROPEÍSTA, HEGEMÓNICA EN LA IZQUIERDA, QUE RENUNCIA A LA LUCHA DE CLASES EN EL ÁMBITO ESTATAL, ES UNA IDEOLOGÍA BURGUESA
13.LA CRISIS DEL CAPITALISMO GOLPEA ÚNICAMENTE A LAS CLASES POPULARES DE TODOS LOS ÁMBITOS Y RAZAS
1.EE.UU. PAÍS DE LAS MIL MARAVILLAS PARA EL CAPITAL
EE.UU., potencia hegemónica del imperialismo, que cuenta con una red de más de 700 bases militares en 130 países, y acapara casi la mitad del gasto militar mundial, juega un papel primordial en la reproducción del capitalismo mundial. Tiene su Consejo de Relaciones Exteriores integrado por los directivos de los grandes monopolios financieros, industriales, comerciales, militares, medios de comunicación y altos funcionarios que diseñan estrategias para garantizar la reproducción capitalista: aumentar la explotación de los trabajadores, erosionar las estructuras de los estados nación dependientes, colonizar ideológicamente sobre valores insolidarios e individualistas, imponer el sistema financiero dirigido por el FMI y el BM, monopolizar la opinión pública mundial con los medios de comunicación principales, crear un clima de tensión con la fabricación de enemigos, llevar a cabo políticas de injerencia sobre los países considerados como enemigos, impulsar y llevar a cabo guerras de recolonización para el reparto territorial del planeta.
En este cuadro se inserta el régimen político y electoral “democrático” de EE.UU. y el inquilino de la Casablanca. Si echamos un vistazo a las políticas habidas en EE.UU. desde la crisis de 1973, veremos que tras cada presidente, a pesar del papel de primera potencia, las desigualdades clasistas del pueblo estadounidense se han ensanchado tras cada mandato, convirtiendo a EE.UU. como el país con los mayores contrastes sociales del sistema capitalista mundial. También veremos que todos los presidentes han actuado con total impunidad en guerras de agresión.
2.LA TERCERA VÍA DEL PARTIDO DEMÓCRATA. PARTIDO DEL RÉGIMEN.
Vayamos por partes. Lo que aporta la globalización económica del capitalismo en la actualidad de novedoso es que para frenar la caída irrefrenable de la tasa de ganancias si antes expandía partes de la actividad productiva por el mundo, ahora deslocaliza procesos productivos enteros de los países centrales del capitalismo debido a las mayores ventajas fiscales y salariales donde tales empresas se implantan en la periferia.
No hay dudas de que en EE.UU. el partido demócrata junto con el republicano forman parte del régimen político sustentado por el imperialismo yanqui. Sin embargo, considerado por algunos como “centro izquierda”, como tal sigue los mismos pasos que la socialdemocracia en Europa, pérdida de peso electoral y de militancia política a pasos agigantados. ¿Por qué?.
Las políticas sociales y laborales del partido demócrata de hoy nada tienen que ver ya con el new deal de Roosevelt, ya que fueron sustituidas por políticas neoliberales aplicadas por Bill Clinton, el cual se limitó a continuar lo que Pinochet, Reagan y Tatcher iniciaron en las décadas de los 70/80: austeridad, desregulación financiera, destrucción de empleos estables y del exiguo estado de bienestar estadounidense.
Clinton introdujo el NAFTA (tratado de libre comercio entre EE.UU., Canadá y México). Clinton no logró que la mayoría de sus congresistas abalara el NAFTA, por lo que éste tuvo que ser aprobado en el parlamento con el respaldo en bloque del partido republicano (como aquí en España PSOE-PP y la reforma del art.135 de la constitución). Tratado totalmente impopular en las bases del movimiento sindical y del propio partido demócrata. Tratado que perjudicó a la clase obrera estadounidense con la deslocalización de la industria, sus trabajos no desaparecieron, simplemente reaparecieron en México con salarios más bajos. Y para más inri Obama bajo su mandato se negó a aceptar la propuesta de los sindicatos de suprimir el NAFTA.
Fue Clinton quien también desreguló el comercio y el capital financiero derogando la ley Glass Steagall de la Gran Depresión, eliminando la separación entre la banca comercial y la de inversión, lo que impulsó las burbujas especulativas, de las cuales la inmobiliaria afectó a las clases populares, que tuvieron que endeudarse para pagar precios exorbitantes de la vivienda.
Producto de estas políticas neoliberales y de deslocalización productiva en los últimos 15 años, han cerrado casi 600.000 fábricas y han desaparecido casi 5 millones de empleos en la industria estadounidense (1). Ello ha debilitado a los sindicatos, cada vez más incapaces de afiliar a parados, temporales, obreros de las pymes y a los sectores más dispersos y expuestos a la precariedad y los bajos salarios. En los últimos 15 años los salarios han bajado 10 puntos. La media de los obreros estadounidenses ganan 726 dólares menos que en 1973, 47 millones de personas viven en la pobreza, 28 millones carecen de seguro médico, mientras crece el derroche del gasto en las compañías privadas del sistema sanitario que acaparan ¡¡¡el 19% del PIB!!! (2). El 1% dispone de la misma riqueza que el 90% más pobre. La mayoría de los jubilados no alcanzan con su pensión para medicamentos, etc. Paralelamente las rentas del capital han subido a niveles desconocidos desde el crack del 29.
Resumiendo. Clinton y el partido demócrata aplicaron lo mismo que Felipe González, Schroder, Blair u Hollande, llevaron y llevan a cabo en España, Alemania, Reino Unido y Francia, formando una gran coalición con la derecha, adoptando las políticas neoliberales y de austeridad de Margaret Tatcher.
La influencia de la clase obrera sobre la superestructura del partido demócrata es nula. Éste está dominado por profesionales con estudios superiores, nomenclatura adecuada para las políticas neoliberales, semejante a lo que ha venido sucediendo en la socialdemocracia europea, donde por ejemplo, el SPD, la cuna de la socialdemocracia ha perdido casi la mitad de la militancia en 11 años. Y la minoritaria aristocracia obrera estadounidense, base social del imperialismo, ni cuantitativa ni cualitativamente da para disponer al partido demócrata de una base electoral amplia entre los trabajadores.
3.LOS MEDIA CONTRA BERNIE SANDERS
En las primarias del partido demócrata Hillary Clinton fue respaldada por el lobby militar-industrial y el lobby financiero de Wall Street. Bernie Sanders se presentó como candidato alternativo a las políticas neoliberales, y al igual que le pasara a Corbyn en el partido laborista británico, tuvo que enfrentarse al aparato de su propio partido.
Sanders colocó un discurso de clase, de rechazo de las políticas de libremercado, acabar con el fraude fiscal de las grandes corporaciones y los ricos, tumbar el acuerdo Transpacífico (TPP), disminuir el gasto militar, etc. Con este discurso y a pesar de la hostilidad del establisment, ganó en 22 de los 50 estados. Pero el aparato del partido y las corporaciones mediáticas acabaron apuntalando a Clinton a costa de perder con Trump, ya que la mayoría de la clase obrera y los jóvenes que votaron en las primarias por Sanders, se quedaron en casa, debido a que el equipo de Hillary Clinton aspiraba únicamente a ampliar el dominio de clase, donde las grandes transnacionales registren ganancias a costa de la clase obrera, donde se sigan destinando miles de millones de los impuestos a subsidiar al capital, mientas se incrementa la pobreza de millones de estadounidenses, donde se enfatice la importancia de la empresa privada (financiada públicamente) en la gestión de los servicios públicos y donde perdure el negocio de la guerra, satisfaciendo la lógica imperialista del reparto del botín y del mundo.
¿De verdad esperaban que Hillary levantara la bandera de la clase obrera blanca, negra, latina, asiática, india, femenina…?. Con tal candidata, ¿Qué se espera que hagan las trabajadoras y trabajadores?. La realidad es que hoy el 48% de los estadounidenses se autodefinen como clase obrera, el 51% de los jóvenes rechaza el capitalismo y el 33% son partidarios del socialismo (3), en consecuencia ni el neoliberalismo, ni la tercera vía, ni el partido demócrata, que forma parte del establishment, son el instrumento político adecuado para representar los intereses de la mayoría social. Lo mismo que en Europa pasa con la socialdemocracia, cuyos líderes actúan como auténticos lugartenientes de la burguesía en la izquierda y el movimiento obrero.
La clase social no juega ya un papel central en la estrategia del partido demócrata igual que en la socialdemocracia europea. La acentuación en el partido demócrata de las políticas de identidad, igualdad e integración hacia afroamericanos, latinos y mujeres, para alcanzar el “sueño americano” de pertenecer a la “clase media” solo es propaganda, éstas son insuficientes para cambiar las condiciones de vida de la mayoría si no vienen acompañadas con políticas favorables a la clase obrera. La victoria de Obama no afectó para nada al bienestar social de la clase obrera afroamericana que ha visto descender aún más su nivel de vida, lo mismo que de las mujeres obreras, y de los obreros latinos y blancos que tienen más en común que con sus homólogos de la burguesía negra, femenina, latina o blanca. Las mayores beneficiarias de esas políticas han sido personas de la denominada “clase media”, profesionales de rentas altas que sólo representa el 10% de la población y los componentes de la oligarquía. No ha cambiado el poder de la clase dominante de EE.UU., sólo ha cambiado el color y el género de ésta y la composición de los beneficiarios de rentas altas.
4.LA PARTICIPACIÓN REAL NO LLEGA AL 50% DEL ELECTORADO DE EE.UU.
Los datos oficiales sitúan 231 millones de inscritos en las pasadas elecciones de EE.UU., de los cuales sólo el 56,9% han votado. En realidad inscribirse no es lo mismo que tener edad para votar. La ley electoral estadounidense obliga a inscribirte por cualquier motivo, si te casas, si te divorcias, si cambias de residencia, etc. (4). Si a los 231 millones de inscritos le añadimos los 51 millones de estadounidenses (4) no inscritos en estas elecciones, la participación real ronda el 46,6%, 10 puntos menos.
Si nos atenemos a este dato, el 46,6% de los ciudadanos, que es inferior al peso de la clase obrera en la estructura socioclasista que alcanza el 52%, mayoría de la sociedad estadounidense, puede decirse que la mayoría de esta clase no participa en el sistema electoral. Clase diversa, donde los trabajadores de raza blanca está sobrerepresentados en los empleos mejor pagados, y los trabajadores afroamericanos, latinos, indios y las mujeres obreras están sobrerepresentadas en los sectores peor pagados. Factor que sirve a la clase dominante para dividir y enfrentar a los trabajadores, igual que en todas las latitudes del planeta.
La poca participación desvela el descrédito y pérdida de legitimidad del sistema electoral. Más de la mitad de los que podrían no votan, y precisamente el descenso electoral del partido demócrata está ligado al creciente grado de abstención de la clase obrera, que mayoritariamente no se identifica con ninguno de los dos partidos del establishment.
5.LA DEMAGOGIA DE TRUMP HA RESONADO EN LAS CLASES POPULARES
Trump ha sido más listo de lo que los media pintan. Nos han atiborrado de su incontinencia verbal, pero en ningún momento se les ha ocurrido explicarnos las propuestas económicas de los dos candidatos. Cuesta creer así que un multimillonario engreído, malhablado, tachado por los media como payaso, haya podido ganar.
En realidad, nadie puede creerse que Trump con mensajes racistas, xenófobos, que criminaliza sin ton ni son a los inmigrantes y suelta necedades sin nombre recale votos de parte de la clase obrera blanca, la más afectada por las deslocalizaciones, e incluso de parte de las minorías y las mujeres. Sólo con el voto de los racistas que piensan como él Trump no estaría en la Casablanca. Algo no cuadra.
Hay un factor que los media omiten. Trump ha utilizado la demagogia “anti-capitalista” para llegar a las clases populares, mientras Hillary defendía abiertamente el capitalismo. Trump se ha presentado como defensor de los trabajadores, haciendo referencia que “su gente” son las personas con escasa educación olvidadas por el sistema político. Trump con un discurso anti-Wall Street ha señalado la corrupción política que deriva dinero público hacia las grandes empresas, que aprueba tratados como el NAFTA y el TPP, que destruyen fábricas y empleos y deslocalizan la fuente de la riqueza. Ha señalado que esa globalización económica ha destruido a la supuesta “clase media” (de la cual forma según su universo discursivo la clase obrera blanca), aprovechándose de la justa indignación de millones de estadounidenses con las políticas neoliberales y los rescates financieros. Trump ha rechazado los recortes en seguridad social, y se ha comprometido sacar a EE.UU. del TPP, mantener los avances sociales de Obama (pensiones y seguro de salud públicos, que los líderes republicanos desean suprimir), ayudar a los sin techo, suprimir el impuesto federal que afecta a 73 millones de hogares modestos, restablecer la ley Glass Steagall de 1933 para separar la banca comercial de la banca de inversiones y evitar inversiones de alto riesgo, aumentar impuestos a corredores de bolsa que ganan fortunas para financiar obras públicas y crear empleo. Trump defiende el proteccionismo, aumentar las tasas a las importaciones, declara insostenible económicamente la política intervencionista indiscriminada de EE.UU., limitar los objetivos militares y destinar el coste de las bases militares del extranjero a inversiones en la creación de empleos en EE.UU., plantea una alianza con Rusia para combatir al Estado Islámico…
Es obvio que estas propuestas no anulan sus reaccionarias y odiosas declaraciones, pero sí explican mucho más las razones de su victoria. Precisamente estas frases y propuestas que forman parte del programa y los discursos que Trump ha realizado durante su campaña es lo que más ha conectado con la base sociológica de izquierdas. Es decir, el partido demócrata ha dejado el carril de la izquierda libre a Trump, y no debe resultar extraño a ningún analista serio que la presidencia la haya ganado gracias a los 4 estados del norte donde está ubicado el corazón industrial de EE.UU. (Michigan, Ohio, Pensilvania y Wisconsin) donde las deslocalizaciones han dejado altos índices de paro y pobreza. Ya antes de las elecciones lo señaló certeramente el cineasta Michael Moore (5). En el referéndum del Reino Unido pasó lo mismo, la clave de la victoria del Brexit fue la zona industrial de Inglaterra.
Trump, también ha llegado de la misma forma que llegan los gobiernos conservadores en Europa, una vez los gobiernos de “centro izquierda” le han hecho el trabajo sucio a la derecha. Ya lo vimos en España, donde a pesar de las movilizaciones del 15 M, tras la reforma de la constitución y los recortes bajo el gobierno de Zapatero, el PP se alzó con la mayoría absoluta más abultada de su historia.
Pero tampoco nos engañemos. Trump ni es antisistema ni es revolucionario. No censura el régimen político, sino a los profesionales políticos que lo han dirigido. Su discurso “anti- establishment” que apela a los instintos, a lo irracional, al sentido común. Tiene más en consonancia con multimillonarios como Berlusconi (el “ciudadano Kane” italiano, magnate de la prensa y la televisión), que con un partido neofascista, e igual que su homólogo italiano, representa los intereses de una de las oligarquías más fuertes de EE.UU., de las que destaca el complejo militar industrial, y una vez pasado el ecuador de las elecciones, no hay dudas de que tras un cambio de rostros en el escenario político seguirá la misma senda que sus predecesores.
No olvidemos el compromiso de Trump de aplicar un programa de defensa de aumento de los gastos e inversiones en la industria militar, con un coste de 80.000 millones de dólares anuales más en comparación con los presupuestos de Obama. No ha sido casual que tras el triunfo de Trump las acciones de las empresas del sector militar hayan subido en algunos casos hasta el 11,4%. De ahí que el complejo militar industrial se frote las manos por el incremento de la producción de armamento, el cual no encontrará obstáculos en el congreso (6).
Otro tanto se puede esperar de las políticas sociales y laborales donde Trump traicionará a las clases populares de raza blanca, protagonistas de su campaña electoral. Así le fue al Berlusconi “populachero” en Italia con sus políticas neoliberales. Trump pondrá la marcha atrás y terminará por incumplir sus promesas de defensa de las pensiones y seguro de salud públicos, y de hacer frente a la globalización de mercado y la revocación de los tratados de libre comercio. Mientras los media se centran en el nombramiento del supremacista Stephen Bannon como consejero del nuevo presidente, paralelamente Trump va nombrando a lobistas como asesores y ha incorporado a miembros de la cúpula del partido republicano (7), que dispone de mayoría absoluta en las dos cámaras. Trump igual que Berlusconi en Italia, es parte del establishment.
6.DE LA OBAMAMANÍA A LA CLINTONMANÍA.MÁSCARAS PARA SU POLÍTICA BELICISTA Y NEOLIBERAL
Barak Obama ganó las elecciones presidenciales del 2.008. Fue apoyado por buena parte de la izquierda, incluyendo el CPUSA, y llegó con un puñado de propuestas sociales y de paz. Prometió acabar con la guerra de Irak, cerrar Guantánamo, acabar con el bloqueo a Cuba, no agredir a ningún país, incluyendo a Latinoamérica, proteger a los inmigrantes que llegan a EE.UU. y, cómo no, acabar con el racismo en su país.
¿Repasamos las promesas?. Bajo Obama las guerras en serie no han parado, bombardeó y arrasó Libia que era el primer país africano en índice de desarrollo humano, creó, entrenó, financió y entregó toneladas de armas a los miles de mercenarios terroristas que formarían parte del Estado Islámico y el Frente AlNusra (8), provocó la guerra que lleva más de 5 años en Siria con más de 200.000 muertos y millones de refugiados. Con estas dos guerras provocó la ola migratoria hacia Europa de africanos y árabes que llegan muertos a miles en nuestras costas, incrementó la presencia de tropas estadounidenses en el extranjero, y ha apoyado la guerra de Arabia Saudí contra Yemen que está masacrando a la población.
En América Latina, Obama apoyó el golpe de estado en Honduras y Paraguay, firmó un decreto declarando al régimen bolivariano de Venezuela como una amenaza, apoyó la destitución antidemocrática de Dilma Rousseff en Brasil volviéndose contra los gobiernos de centro-izquierda latinoamericanos (9) para convertir a América Latina en el patio trasero de libre comercio abierto al saqueo del imperialismo yanqui.
Obama, apoyó y financió el golpe y el régimen neonazi de Kiev que bombardea impunemente a la población civil (10), empujó a la OTAN a reanudar su papel agresivo a nivel general acentuando su política de cercamiento de Rusia, colocando armas nucleares en los Balcanes y la frontera oriental polaca apuntando a Rusia, para frenar la pérdida de influencia en el mundo. Obama ha sido además el primer presidente de EE.UU. en interferir en las elecciones de un país de la UE, en la última visita a Alemania pidió el voto por la neoliberal Merkel (“si yo fuera alemán votaría por ella”). Obama se ha alineado con las fuerzas más reaccionarias del mundo, Arabia Saudí, Israel, la “oposición” yihadista en Libia y Siria, neonazis y oligarcas ucranianos, neo-otomanos turcos, neoliberales de Latinoamérica y Europa. ¿Quién puede decir que Obama en política internacional es “pacifista” y “progresista”?.
En EE.UU. Obama rescató Wall Street con miles de millones de dinero público, mientras mantuvo las ejecuciones hipotecarias, las quiebras de particulares y deprimió aún más la economía productiva. Mientras bajo el gobierno de Bush se juzgó y encarceló a los directivos de Enron, bajo el gobierno de Obama no se hizo nada con los responsables del crack financiero a pesar de haber cometido delitos contra el bienestar de las clases populares. Con Obama la violencia y el racismo policial ha vuelto a la década de los 60, sólo en este año más de 120 afroamericanos fueron asesinados por la policía, mientras la mayoría de sus asesinos están libres. Y por último, el muro de Trump. EE.UU. es especialista en levantar muros como el más grande del mundo, el de Corea, y si por algo pasará a la historia Obama es por ser el presidente que mayor número de deportaciones ha ejecutado: ¡¡¡3 millones de inmigrantes deportados bajo su mandato (2009-2016)!!! (11), la misma cantidad que quiere deportar Trump. Es decir, Trump sólo vocifera la reafirmación de la política ya existente en inmigración.
Aún así había quien pensaba que se podría ganar a los republicanos simplemente con un eslogan similar, del primer presidente negro a la primera mujer presidenta. Ni a Obama, ni a Hillary les hemos podido oír proferir mensajes islamófobos, xenófobos, sexistas, ni apelar a los bajos instintos, pero les acompañan los hechos. ¿Feminista Hillary?. Eso es una burla hacia el movimiento de liberación de la mujer, porque Hillary (la que se burló del asesinato de Gadafi, con una carcajada digna de un frenopátrico, y la masacre del pueblo libio) respalda al peor régimen social y político del mundo contra los derechos de la mujer, Arabia Saudí, además era su candidata ya que como principal patrocinador un 20% de los fondos recibidos en su campaña provienen de allí (12), también apoya a todos los regímenes que aplastan los derechos de las mujeres, como por ejemplo el régimen de apartheid en Israel contra las mujeres palestinas, y ataca por el contrario a todos los regímenes que garantizan la igualdad de derechos. ¿Defensora de la sanidad pública Hillary?. Jamás apoyó en su vida la propuesta de la gestión del sistema sanitario público y universal en lugar de las compañías privadas de seguro sanitario (13).
El historial político de la sra. Clinton está plagado de apoyo absoluto al imperialismo estadounidense en su estrategia de “guerra total”. Hirally apoyó el régimen de Yeltsin que provocó una catástrofe humanitaria (demográfica y alimentaria) y la conversión de Rusia en un estado vasallo facilitando el mayor saqueo de recursos estatales de la historia (14). Hillary apoyó la invasión de Somalia para imponer un régimen títere que provocó la muerte de miles de personas, el bombardeo de Yugoslavia y el proyecto de subdividir el país en 7 miniestados “étnicamente correctos”, el resultado: miles de fábricas, edificios, puentes, trenes, emisoras, embajadas, hospitales destruidos, miles de muertos y centenares de miles de refugiados. A diferencia de otros líderes del partido demócrata, la senadora Hillary apoyó bajo el mandato de Bush IIº la guerra de Irak, además de la de Afganistán, el bombardeo de palestinos en la Franja de Gaza y Cisjordania, la intervención militar israelí en el Líbano, el fallido golpe de Estado en Venezuela contra el presidente Hugo Chávez y la invasión de Haití.
Como secretaria de Estado de Obama (2009-2014), intervino directamente golpes de estado y guerras que ha desposeído a millones de personas de sus vidas, trabajos y países. Hillary dirigió el bombardeo más salvaje sobre Libia provocando la limpieza étnica y desportación de trabajadores subsahariados y libios negros (15). Hillary suministró el gas sarín procedente de Libia que los yihadistas utilizaron en la provincia de Damasco para culpar al gobierno sirio como pretexto para invadir Siria (16). Hillary promovió las “milicias” mercenarias que invadieron Siria empujando al exilio a millones de árabes. Dirigió los bombardeos de la fuerza aérea de EE.UU. en apoyo del objetivo del régimen saudí de arrasar Yemen. Envió a la neoconservadora de la administración Bush, Victoria Nuland, a organizar el golpe de estado en Ucrania. Hillary promovió los golpes de estado en Honduras y Paraguay. Y como gran contribución a la causa de la paz, la exsecretaria de Estado ha situado armas nucleares en los Balcanes y Polonia apuntando a Rusia.
Esta es la sra. Clinton, la “progre” pija, garante de la paz (sic) y el feminismo (sic), y ajena a la dureza de la vida de la mayoría de sus conciudadanos estadounidenses.
Hugo Chavez ya advirtió de que existían dos Obamas, y también lo podemos hacer extensible a la sra. Clinton, una cosa es lo que dice y otra lo que hace. Trump se ha quitado la careta del régimen de EE.UU., porque la xenofobia, la islamofobia, el racismo, el odio, la intolerancia y la guerra, es lo que el gobierno de EE.UU. viene promoviendo desde décadas, forma parte del sistema del imperialismo yanqui. Trump ahí no inventa nada nuevo.
7.LA UNIÓN EUROPEA. LA UNIÓN DE LAS BURGUESÍAS CONTRA LA CLASE OBRERA Y LOS PUEBLOS DEL MUNDO
Europa es hoy la región más avanzada del mundo en derechos obreros y democráticos conquistados a nivel estatal debido a la lucha del movimiento obrero a lo largo de decenios, al temor de las clases dominantes a la revolución socialista y la existencia de los países socialistas europeos que en su momento fueron el referente con las conquistas sociales más avanzadas. Derechos que imponiendo límites a la explotación, son un cuerpo extraño en la sociedad capitalista, y por tanto, sometidos a ataques continuos por el capital.
En la UE como bloque imperialista predomina la oligarquía financiera y las transnacionales de centroEuropa, que imponen una política económica y monetaria orientada a utilizar el euro para subordinar las economías del sur de la UE a sus exportaciones, a garantizar sus inversiones y beneficios realizados en los países del sur de Europa y del saqueo de los recursos de las excolonias de África y Oriente Medio, llegando para ello a promocionar la guerra y el fascismo (Libia, Siria, Ucrania…) aliándose con el imperialismo yanqui bajo el paraguas de la OTAN.
El proyecto de la UE fue planificado por el FMI y las patronales europeas, o sea las clases dominantes extendiendo el neoliberalismo a todos los países. Desde Maastrich se empezó por anular las facultades democráticas de los Estados capitalistas para conducir desde las instituciones de la UE y el FMI las políticas económicas, con el doble objetivo de arrebatar las conquistas obreras y democráticas de los países miembros y ampliar la esfera de la acumulación de capital mediante la expropiación masiva de rentas salariales por la redistribución presupuestaria, que impone el ajuste de del gasto público social. El Pacto de estabilidad presupuestaria, la Agenda de Lisboa, el Plan de Gobernanza y el Pacto del Euro, están trasladando a los presupuestos públicos la carga de la crisis capitalista: recorte de salarios, pensiones, aumento de impuestos indirectos y privatización de servicios públicos, reducción de salarios para recuperar la tasa general de ganancias del capital, cambios constitucionales que permitan el rescate de la banca, el pago de la deuda y sus intereses al precio de la liquidación de un Estado de Bienestar poco desarrollado en los países del sur de Europa. Deuda que es privada y generada por los bancos, especuladores y empresarios y que se obliga a pagar a los salarios de los trabajadores. Estas políticas han reducido el peso de los salarios y ha ensanchado el peso de los beneficios brutos del capital respecto al PIB de todos los países miembros.
Las deudas públicas con la crisis se ha ensanchado a límites exorbitantes doblando en muchos casos el PIB, por ej., Francia y España disponen de una deuda pública cercana al 100%. Mientras, se exige desde hace 22 años una austeridad severa donde las cuentas públicas deben atender el pago del déficit, los rescates bancarios y las deudas por delante de los derechos democráticos y sociales. Mientras el capital goza como nunca de el apoyo fiscal de los Estados: reducciones fiscales con la supresión o reducción del impuesto de sociedades y sucesiones, tolerancia hacia el fraude fiscal y los movimientos de capital a los paraísos fiscales existentes en el continente, lo que implica un clamoroso adelgazamiento de los ingresos públicos gracias a ese impago de impuestos en todos los países miembros.
En este contexto de políticas neoliberales, la actual crisis económica iniciada hace 8 años ha sobrecargado su coste sobre las espaldas de la clase obrera europea y ha ensanchado el desarrollo desigual entre los estados deudores del sur donde se concentran las regiones más pobres de la UE, y los estados acreedores del centro donde se concentran las instituciones políticas y financieras de la UE. Se ha ensanchado la desigualdad social, el número de casas vacías en la UE supera a las personas sin techo, el desempleo está en niveles históricos, el paro juvenil sobrepasa el 50% en muchos países, 125 millones de personas están atrapadas en la pobreza, el 25% de la población de la UE, el 67% de ellas en la zona del euro.
Estamos ante una guerra de clases a nivel supranacional donde desde los Tratados austericidas atacan la existencia de las conquistas sociales. Guerra que nunca terminará mientras el sistema capitalista perdure. Guerra que tiene como contrapeso las masivas huelgas generales de los últimos años, además del rechazo en las urnas en diferentes países de los tratados. Pero de momento esta guerra según Warren Buffett la gana su clase, los ricos.
8.EUROPA CUNA DE GUERRAS, DEPORTACIONES Y DESIGUALDADES SOCIALES
La UE junto a EE.UU. son los líderes del mundo en ataques contra países sin declararles la guerra, practican la guerra en serie, sin perdonar ningún ámbito de la vida civil, atacan barrios, mercados, infraestructuras, escuelas y hospitales, en los Balcanes, Oriente Medio y el Norte de África. Curiosamente los refugiados buscan cobijo en los países cuyos gobiernos han participado en la destrucción de sus medios de existencia. Los bombardeos de la UE y EE.UU. contra los gobiernos de Libia y Siria han destruido la infraestructura civil y las instalaciones militares para dar cobertura a los terroristas yihadistas.
En los media europeos se ha hablado mucho del muro de Trump, mientras aquí se levantan muros contra los inmigrantes y refugiados. Sin ir más lejos aquí tenemos el muro de Melilla. Esta Europa nada tiene que envidiar a EE.UU. en ranking de deportaciones ya que el año pasado la UE deportó a más del doble de inmigrantes (533.395 expulsados) que EE.UU. (235.413 expulsados) (17). ¿Seguimos con la paja en el ojo ajeno?.
Europa, la cuna de las revoluciones burguesas, del movimiento obrero, de la lucha antifascista y de las revoluciones socialistas, hoy se enfrenta al resurgimiento del fascismo. Sí. Una Europa donde la UE equipara nazismo a comunismo, donde hay países que prohíbe y criminaliza el comunismo (Polonia, Chequia, Rumanía, Estonia, Letonia, Lituania), países donde se revisa la historia criminalizando a los luchadores antifascistas, y elogian a los genocidas y colaboracionistas del nazifascismo, países donde se ensalzan y toleran los partidos fascistas, países donde las minorías que representan el 30% de sus poblaciones no tienen derecho a voto (países bálticos), países como el nuestro, donde no se condena el régimen fascista y donde hacer apología de sus crímenes no es delito. En definitiva, una UE que apoya a los neonazis ucranianos, los bombardeos de Yugoslavia, Libia, el yihadismo en Siria, el genocidio palestino, el trato inhumano de los refugiados. Esa es nuestra Europa. Nada que envidiar al imperialismo yanqui, ni a Trump.
Una Europa, la de la UE, donde los neofascistas utilizan el chivo expiatorio de la inmigración, mientras los gobiernos levantan barreras y persiguen a quienes huyen de la miseria y las guerras que la cadena imperialista crea en sus países. La retórica “anticapitalista” de tales partidos culpa a éstos del paro, la delincuencia, la pérdida de la “identidad nacional”, pasando de la “pureza racial” de los nazis a la “pureza nacional” de hoy, dejando tranquilas a las empresas beneficiarias que sobreexplotan a los inmigrantes, y mintiendo sobre la contribución de la fuerza de trabajo inmigrante en la sostenibilidad de los estados de bienestar europeos.
9.CRECE EL RECHAZO DE LA CLASE OBRERA AL PROYECTO CAPITALISTA DE LA UE
Esta es, nos guste o no, “nuestra” Europa. La Europa a la que sin embargo las clases populares rechazan cada vez más. Si antes hablábamos de la escasa participación en las elecciones de EE.UU., en la UE es mucho peor. Las elecciones al europarlamento la abstención rondó al 57%, hubo países con una abstención superior al 55% (España), al 60% (Letonia, Estonia, Rumanía), al 70% (Croacia, Eslovenia, Hungría y Polonia) y al 80% (Eslovaquia, Chequia), una prueba de la apatía y rechazo de las clases populares.
En todos los países donde se hizo el referéndum para aprobar el tratado de la constitución, la clase obrera sindicalizada o no votó mayoritariamente en contra (Francia, Holanda, Luxemburgo), y en otros (Alemania, Dinamarca y Suecia), donde no hubo referéndum, las encuestas señalaban que la mayoría de la clase obrera hubiese votado en contra, debido a que se identifica la UE con las políticas neoliberales (18). La UE es la dictadura del capital contra la clase obrera.
Es esta la causa, y no otra (racismo, xenofobia, etc.), de rechazo a la UE, donde se inscribe el resurgimiento electoral de la cohorte de partidos neofascistas en los parlamentos burgueses, los cuales han visto una mina que va más allá de sus soflamas racistas y anticomunistas, y ahí se han apuntado a las proclamas anti-UE. Y es ahí donde encontramos sectores de la clase obrera que antes votaban a la izquierda y ahora lo hacen a partidos de extrema derecha. ¿La causa?. La identificación de la socialdemocracia con las políticas neoliberales promovidas por la UE, que en los últimos 30 años se han encargado desde los diferentes gobiernos europeos en aplicar las políticas de austeridad sobre las espaldas de las clases populares. Clases que manifiestan un rechazo creciente, mientras por el contrario el apoyo hacia la UE sólo aumenta entre las filas de la burguesía. Las reformas laborales, los recortes del estado de bienestar, el ataque a las pensiones y la edad de jubilación, que se ha generalizado en todos los países del norte y el sur, han perjudicado las condiciones de vida de esas clases populares.
La pérdida de la soberanía nacional de los gobiernos hacia la UEha significado la pérdida de la soberanía popular, pérdida de las conquistas sociales, donde los ganadores son las oligarquías financieras y grandes empresas transnacionales. Y es con estas propuestas y este discurso “anticapitalista”, y no al revés, con una clase obrera desmovilizada, desideologizada y abandonada por la izquierda, por el que la demagogia de la extrema derecha penetra sus ideas xenófobas y racistas. Este “juego” ya lo vimos bajo el nazismo.
10.EL BREXIT, UNA “SORPRESA” ANUNCIADA
El voto para irse de la UE en el Reino Unido vino fuera de los grandes centros financieros, vino de las antiguas grandes zonas industriales. En estas regiones sus industrias han sido deslocalizadas hacia la Europa del este, creando un gran paro y pobreza. Ha sido el proletariado inglés el que ha decantado la balanza hacia la salida de la UE al percibirla como el enemigo de sus intereses inmediatos.
Las clases populares han ido trasladando su voto del laborismo al UKIP anti-UE. Sin embargo, los europeístas, donde se inscriben también la izquierda socialdemócrata, y la “nueva izquierda”, quieren presentar el rechazo de la UE como consecuencia del “atraso cultural” de las clases populares (sic) encalladas en el nacionalismo reaccionario (sic) y en la xenofobia anti-inmigración (sic), destacando la “inconveniencia” de los referéndums populares (resic).
Así se ha interpretado por los media el rechazo a la UE, ocultando que este rechazo proviene principalmente la clase obrera, porque las políticas de la UE únicamente han beneficiado a la burguesía europea, ocultando que la experiencia de los referéndums sobre la constitución europea, las protestas griegas contra la troika, las luchas en del movimiento sindical francés contra la reforma laboral, las cuales demuestran el alejamiento de la clase obrera del proyecto de la UE. Ocultan que éste es el rechazo que los gobiernos socialdemócradas neoliberales han contribuido a crear con sus políticas neoliberales.
Fue el PSOE quien inició en España las políticas neoliberales y quien se inventó el contrato basura en la UE (antes que Schroder con sus minijobs), y hoy en Francia vemos cómo el gobierno socialdemócrata embiste al movimiento sindical en lucha con la misma saña que hiciera Tatcher en los años 80. ¿A quién le puede resultar extraño que las clases populares rechacen las políticas neoliberales y los partidos que las aplican?. Las políticas de desregulación del mercado de trabajo, la erosión de los derechos sindicales y destrucción de la protección social han sido aplicadas en el Reino Unido también por los gobiernos socialdemócratas de la tercera vía, los cuales facilitaron a los empresarios la deslocalización y la contratación de trabajadores con salarios más bajos.
Los media también han ocultado que una minoría de la izquierda con su rechazo a la UE, han opuesto el Lexit (acuña el término de izquierda y rechazo a la UE, Left y Brexit) al Brexit. Jenny Jones, exvicealcaldesa de Londres, hizo un pronunciamiento ecologista contra la UE, acusándola de ser un paraíso para los lobistas. Giles Fraser, pastor anglicano radical, condenó los efectos de la política agrícola comunitaria sobre los agricultores en los países en vías de desarrollo. Julie Burchill declaró que votaba Lexit (No a la UE) porque la UE “necesita una buena patada feminista”. Tariq Ali defendió un Lexit anticapitalista contra las privatizaciones, los recortes en prestaciones, los salarios bajos y la derogación de los derechos sindicales (19). Pero esto era una minoría en la izquierda británica.
Owen Jones, alertó del peligro de dejar la lucha contra la UE en manos de UKIP. Hacer frente a la derecha euroescéptica con un discurso anti-UE de clase hubiera creado un una contrarréplica que dirigiera las críticas de la UE a las oligarquías financieras y empresariales en vez de a los inmigrantes y refugiados, defendiendo la aportación de los trabajadores inmigrantes con sus cotizaciones en la sostenibilidad de los estados de bienestar y de que éstos aportan más de lo que reciben, son el sector de la clase obrera que menos salario indirecto reciben (pensiones, prestaciones sociales, por desempleo…) (20). En España por ejemplo, la fuerza de trabajo inmigrante inyecta a las cuentas públicas dos o tres veces más de los que perciben en prestaciones sociales de todo tipo, con sus cotizaciones los obreros inmigrantes han contribuido a elevar la proporción a 2,5 cotizantes por pensionista, retrasando en casi 5 años la previsible entrada en déficit del sistema público de pensiones, del 2023 al 2028 (21).
El referéndum del Reino Unido lo que demuestra es que la UE no es la alternativa a la extrema derecha y los neofascistas, y que la ausencia de alternativas en la clase obrera puede alimentarla. El antifascismo no puede venir de la UE cuyo carácter es imperialista y promotor del neofascismo. Ha demostrado que las promesas de reformas de la UE no encuentran eco en las clases populares. Si la izquierda calla y asiente, la derecha y la ultraderecha hegemonizaran el mapa político institucional. Con la UE en crisis, los partidos de izquierdas, comunistas, socialistas, ecologistas, feministas, “nueva izquierda, deben ir más allá de las reivindicaciones de reformas supraestatales de la UE, luchar de inmediato contra las leyes de austeridad paridas por la UE (madre de los recortes) y plantear llegado el momento, la ruptura democrática con la UE imperialista. Es decir, plantear otra Europa sin la UE.
No olvidemos que Lenin, nos indicó que los cambios revolucionarios bajo el capitalismo en su fase imperialista son desiguales, que es imposible que estos se den de forma simultánea en todos los países. Tampoco olvidemos que la UE para reformarse necesita de una mayoría y en algunos casos unanimidad de los estados miembros, algo imposible de conseguir (22).
La única salida que nos dejan a los trabajadores es la defensa de la ruptura general con esa dictadura europea del capital, que puede ser factible a partir de la retirada de uno o varios países miembros, desde el eslabón más débil de la cadena imperialista. Lo demás, como decía Lenin sobre la cuestión de la unidad europea bajo el capitalismo, son ilusiones y una utopía reaccionaria por quienes lo defienden.
Lenin denunciaba que la consigna de los EE.UU. de Europa conducía a la falsa idea de la imposibilidad de llevar a cabo el proceso revolucionario socialista en uno o varios países, que la cadena imperialista puede partirse por su eslabón más débil, pudiendo expropiar a los capitalistas y organizar la producción socialista dentro de sus fronteras atrayendo a las clases y naciones oprimidas del mundo. Posibilidad que aún no se puede descartar porque la desigualdad del desarrollo político y económico sigue siendo una ley absoluta del capitalismo en su fase imperialista. Por eso si tan “leninistas” algunos se consideran, debieran saber que no hay que supeditar la lucha por el socialismo en cada país a la creación de los EE.UU. de Europa, y ningún país en donde la lucha de clases creen las condiciones revolucionarias, debe esperar a los otros en su lucha bajo el riesgo de ser derrotados por la contrarrevolución. Pero claro eso es mucho pedir a las “vieja” y “nueva” políticas.
11.BRUSELAS LA MEJOR GARANTÍA DE LOS ESTADOS CAPITALISTAS NACIONALES PARA DEFENDER A LAS CLASES DOMINANTES
Existe una lógica política de los partidarios de la UE que quita el foco principal del conflicto de clases y suprime esta en los ámbitos nacional y estatales. Aquí harto conocemos las soflamas de “la culpa es de Madrid”, en Catalunya y “la culpa es de Bruselas” en Madrid. Al final todos justifican los recortes del estado de bienestar, apoyando las políticas de la UE eludiendo las responsabilidades políticas. A las oligarquías financieras hispanas le viene bien que su Estado-clase, el español, aplique las políticas reaccionarias y de austeridad bajo ese argumento, suprimiendo la soberanía nacional y popular.
En realidad sí que se pueden hacer otras políticas en los ámbitos nacionales y estatales. Cuando el PSOE con Zapatero, congeló las pensiones para corregir el déficit público en 1.200 millones de euros, pudo haber conseguido más del doble revirtiendo la bajada del impuesto de sucesiones y el cuádruple manteniendo además el impuesto de patrimonio (4.652 millones). Y el PP podría haber hecho lo mismo cuando recortó 6.000 millones de euros a la sanidad revirtiendo la bajada del impuesto de sociedades de las empresas que facturan más de 150 millones de euros al año. Además tenemos el exorbitante fraude fiscal catalán y español (más de 60.000 millones anuales de los que más de 16.000 corresponden a Catalunya), dinero que no se recauda, que serviría para evitar recortes y ampliar los gastos y reformas sociales para los trabajadores. Pero claro, estamos hablando de unos gobiernos plegados a los intereses de un Estado que aplica políticas de la clase dominante. Por eso, cuando socialdemócratas y líderes de la “nueva izquierda” europea, como Varoufakis, que aún siendo críticos con las políticas de la UE, manifiestan que desde los Estados-nación no se puede hacer nada, dan la razón a esos gobiernos y a los explotadores que externalizan su responsabilidad para justificar las políticas antisociales.
Esta justificación de las políticas UE con el pretexto de que en los ámbitos nacionales no hay nada que hacer, es lo que da alas al resurgimiento de los partidos de extrema derecha, como en Grecia, Suecia, etc. Los gobiernos neoliberales de derecha e izquierda, admiten la impopularidad de sus políticas, pero subrayan que son las que les exigen en Bruselas. Es este el lado abandonado por la izquierda, por el que la extrema derecha crece señalando a la UE como la culpable de la pérdida de la identidad y la soberanía nacional cedida a la UE por las clases dominantes de cada país, que consiguen gratuitamente lo que no podían conseguir anteriormente a nivel estatal: la destrucción del estado de bienestar y el descenso de los salarios a través de la UE. Este es el carril que la izquierda política ha dejado libre para que la demagogia de la extrema derecha conecte con las clases populares.
12.LA IDEOLOGÍA EUROPEÍSTA HEGEMÓNICA EN LA IZQUIERDA QUE RENUNCIA A LA LUCHA DE CLASES EN EL ÁMBITO ESTATAL ES UNA IDEOLOGÍA BURGUESA
Esa izquierda social-liberal, socialdemócrata, verde, “nueva izquierda”, etc., que va a remolque del proyecto de la UE, algunos de forma crítica, pero sin esperanza de cambio en el horizonte, conformándose con la esperanza de efectuar reformas que suavicen los aspectos más duros del sistema en una UE montada por y para los intereses financieros y empresariales, donde cualquier modificación de las políticas requiere de unas mayorías imposibles de conseguir. Esa izquierda que es por ahora hegemónica dentro del movimiento obrero europeo, no ofrece una alternativa real y visible para la clase obrera, para los sectores más afectados por la crisis, por el eje de la contradicción capital-trabajo, no plantea ningún frente de confrontación a la UE capitalista e imperialista y sus instituciones (Troika y OTAN). No plantea otra Europa fuera de la UE.
Esa izquierda se ha dedicado exclusivamente a temas de reivindicaciones civiles de las minorías y el feminismo, a costa de abandonar a los segmentos más duramente desprotegidos de la clase obrera. Los partidos comunistas de Europa occidental que adoptaron el revisionismo eurocomunista, abandonaron la organización de los centros de trabajo y se organizaron por territorialmente por circunscripción electoral (excepto el portugués y el griego), abandonando la presencia en las fábricas y barrios populares, abandonando la lucha de clases que para la burguesía nunca prescribe. La izquierda política (eurocomunistas y socialdemócratas) se organizó al margen del movimiento obrero, al margen de los cambios de su clase, la cual desorganizada, sin vanguardia política y sin conciencia de clase, desideologizada, optó por el apoliticismo de unos y el voto a la derecha de otros. La izquierda digna de tal nombre, incluyendo los movimientos de defensa de las minorías y el movimiento feminista deben recuperar el concepto de clase en sus proyectos, pues la mayoría de esas minorías y mujeres pertenecen a esta clase.
Sólo los partidos comunistas de Portugal y Grecia, marxistas y leninistas, disponen de una fuerte presencia en el movimiento obrero, y los barrios populares, con capacidad para movilizar a las clases populares, disponen dentro de la izquierda de la UE una política de clase, internacionalista, solidaria y anti-UE. El resto, ni fu, ni fa. Y así nos va.
Es por ese camino por donde se deja terreno abonado a la extrema derecha que logra hegemonizar el frente anti-UE, no porque sus propuestas sean justas y mejores, sino porque la mayoría de la izquierda no plantea la batalla allí donde la clase obrera la necesita. El descontento popular lo capitaliza la extrema derecha exclusivamente por la postura de esa izquierda descafeinada (desde las cúpulas de los PS hasta Syriza) que se aleja de las clases populares al apoyar indefinidamente el proyecto de la UE aplicando sus políticas dejando clara su naturaleza clasista al alinearse al lado del capital: deslocalizaciones, desindustrialización, pérdida salarial, paro masivo, destrucción del sector agrícola, Plan Bolonia, Bolkenstein, atraso de la edad de jubilación, OTAN, TTIP, fracking, paraísos fiscales, corrupción de los fondos de cohesión, Idomeni, guerras imperialistas… eso es el proyecto de la UE, un proyecto de clase capitalista e imperialista, que exige una respuesta de clase, antifascista y anti-imperialista en cada ámbito nacional-estatal, tal y como el movimiento obrero de cada país hizo en la lucha por las conquistas sociales que hoy nos están arrebatando.
Recordemos que el nazismo surgió en medio de la mayor crisis mundial del capitalismo en el S.XX, como respuesta del capital financiero a la revolución socialista de Octubre con el objetivo de destruir el movimiento obrero, y que el nazismo arraigó en las masas pequeño burguesas y los parados, entre los que la demagogia “anticapitalista” corrió como la pólvora. Pero el movimiento obrero se unió, organizó el antifascismo de los frentes populares, en las fábricas, barrios, centros de estudio y universidades, en defensa de la democracia, las conquistas sociales y el socialismo. Esa es la bandera que irremediablemente la izquierda debe levantar hoy frente a otra crisis mucho mayor, con la ofensiva más dura y senil del capital contra la clase obrera, si no quiere que el neofascismo levante otra vez la cabeza.
13.LA CRISIS DEL CAPITALISMO GOLPEA ÚNICAMENTE A LAS CLASES POPULARES DE TODOS LOS ÁMBITOS Y RAZAS
Estamos en la misma crisis que se inició en el 2008, y las consecuencias de la misma siguen siendo duras para la clase obrera, mayoría absoluta de la ciudadanía existente en todos los países, todas las razas, géneros y generaciones.
La crisis no distingue de rollos identitarios sean chovinistas, nacionalistas, raciales, de género, etc., somos los trabajadores de todo rango, sexo, edad y país los que la estamos padeciendo, mientras las oligarquías financieras se llenan los bolsillos.
Tenemos más en común los obreros blancos y masculinos con los obreros negros y las obreras que con los Trump, Obama, Clinton, Merkel, Hollande, May representantes de la clases dominantes y de la ideología patriotera imperialista.
El propio Luther King lo descubriría poco antes de ser asesinado al asegurar que el conflicto clave en EE.UU. era el conflicto de clases entre una minoría y una amplia mayoría compuesta de diferentes razas (23). Algo que la “nueva izquierda” y parte de los movimientos sociales olvidan.
Las 62 personas más ricas del planeta, el 0,000000000826%, disponen de tanta riqueza como los 3.000 millones más pobres del mundo y el 1% posee más riqueza que el 99% de la población mundial. La única alternativa a esta situación no es más patrioterío, dependiente o imperialista, ni más muros, ni más división entre los obreros y obreras, sino más soberanía popular en los países sobre sus recursos económicos, la unidad y organización de la clase obrera y las clases populares contra la crisis y sus beneficiarios, y la lucha por la superación del capitalismo, el socialismo, como único sistema que puede garantizar los derechos humanos sin destrucción de las fuerzas productivas, sin crisis y sin guerras. La culpa no es de Bruselas, Madrid o los inmigrantes, sino del capitalismo. Cambiémoslo organizando las luchas de los trabajadores a nivel estatal e internacionalmente y dejémonos de rollos identitarios.
Notas:
- El modelo económico global está fracasando. Bernie Sanders. http://www.ecoportal.net/Temas-Especiales/Economia/Bernie-Sanders-El-modelo-economico-global-esta-fracasando 19/07/2016
- Es sorprendente que se considere sorprendente la victoria de Trump. V. Navarro. http://www.vnavarro.org/?p=13720 11/11/2016
- Trump empieza a traicionar a la withe working class. Andy Robinson. http://ctxt.es/es/20161116/Politica/9528/Trumpclase-trabajadora-blanca-neoliberalismo.htm
- Por qué en EE.UU. hay que registrarse para votar. http://internacional.elpais.com/internacional/2016/10/28/estados_unidos/1477673318_805724.html
- 5 razones por las que Trump será el futuro presidente de EE.UU., según Michael Moore. https://actualidad.rt.com/actualidad/214437-razones-trump-presidente-moor 28/07/2016
- ¿Cuánto les costará a los estadounidenses el plan de Trump en materia de defensa? http://eldiariouniversal.com/2016/11/13/cuanto-les-costara-a-los-estadounidenses-el-plan-de-trump-en-materia-de-defensa/
- Trump empieza a traicionar a la withe working class. Andy Robinson. http://ctxt.es/es/20161116/Politica/9528/Trumpclase-trabajadora-blanca-neoliberalismo.htm
- El Estado Islámico ocupó franjas de Siria, millones de personas fueron desplazadas, y las poblaciones masacradas o esclavizadas. Las conquistas territoriales del EI con el botín obtenido por la venta de petróleo a Turquía y el flujo de armas procedente de Arabia Saudí, EE.UU. y la UE reclutó a más decenas de miles de “combatientes” mercenarios procedentes de 80 países del mundo -Norteamérica, Europa, Norte de África y Asia-.
- Obama, se ha reunido con jueces y políticos que derrocaron al gobierno de Dilma Rousseff, ha dado apoyo a los gobiernos de derecha de Keiko Fujimori en Perú y Juan Manuel Santos en Colombia y se ha aliado con el gobierno neoliberal de Macri en Argentina quien ha liquidado los servicios sociales de los trabajadores, aumentado el precio de la energía básica y ha despedido a miles de empleados públicos.
- Periodistas, políticos, juristas y ciudadanos son asesinados impunemente, la economía ucraniana se ha colapsado, los precios se han disparado, los ingresos salariales se han reducido a la mitad, el paro se ha triplicado y más de un millón de ucranianos ha emigrado a Rusia.
- Yo deporto, tu deportas: la UE expulsó en el 2015 a más del doble de inmigrantes que EE.UU. http://www.elconfidencial.com/mundo/2016-11-14/trump-deportacion-inmigrantes-obama-europa-grecia-francia-espana_1289229/
- Confirmado: Arabia Saudí es el principal patrocinador de la campaña de Clinton. http://www.hispantv.com/noticias/ee-uu-/268626/arabia-saudita-patrocina-presidencia-clinton-eeuu
- Es sorprendente que se considere sorprendente la victoria de Trump. V. Navarro. http://www.vnavarro.org/?p=13720 11/11/2016
- Los banqueros de Walt Street se apoderaron de más de un billón de dólares en activos públicos, el sistema sanitario de la URSS fue suprimido, Rusia sufrió una disminución de la población de 7 millones de personas -1991/2002- principalmente a causa de las enfermedades, la desnutrición, el paro, la pérdida de salarios y pensiones, etc. (La catástrofe humanitaria de Rusia tras la desintegración de la URSS. Miguel A. Montes. https://marxismoleninismo.wordpress.com/2012/12/30/la-catastrofe-humanitaria-de-rusia-tras-la-desintegracion-de-la-urss/ -Clinton y Trump: ¿Nuclearizados o lobotomizados?. J. Petras. http://www.lahaine.org/mundo.php/clinton-y-trump-inuclearizados-o 25/05/2016).
- Clinton y Trump: ¿Nuclearizados o lobotomizados?. J. Petras. http://www.lahaine.org/mundo.php/clinton-y-trump-inuclearizados-o 25/05/2016).
- Los ataques químicos contra la población siria fueron obra de EE.UU. https://movimientopoliticoderesistencia.blogspot.com.es/2016/05/los-ataques-quimicos-contra-la.html 3/05/2016.
- Yo deporto, tu deportas: la UE expulsó en el 2015 a más del doble de inmigrantes que EE.UU. http://www.elconfidencial.com/mundo/2016-11-14/trump-deportacion-inmigrantes-obama-europa-grecia-francia-espana_1289229/
- Lo que los medios no dicen sobre las causas del Brexit. V. Navarro. http://www.vnavarro.org/?p=13484 25/06/2016
- El Lexit que nunca fue. Kate Shea Baird. http://ctxt.es/es/20160615/Firmas/6722/referendum-brexit-UE-Corbyn-Oewn-Jones.htm 20/06/2016.
- En España los inmigrantes consultan un 7% menos al médico de cabecera que los españoles, un 16,5% menos al especialista, menos del 1% de los trabajadores inmigrantes son beneficiarios de pensiones, etc. (Los trabajadores inmigrantes están retrasando la quiebra del Estado español. https://marxismoleninismo.wordpress.com/2016/01/30/los-trabajadores-inmigrantes-estan-retrasando-la-quiebra-del-estado-espanol/).
- Los trabajadores inmigrantes están retrasando la quiebra del Estado español. https://marxismoleninismo.wordpress.com/2016/01/30/los-trabajadores-inmigrantes-estan-retrasando-la-quiebra-del-estado-espanol/
- Para reformar el BCE se necesita el respaldo de todos los países de la UE (28), y la reforma del Tratado de la UE el respaldo de 18 países.
- Es sorprendente que se considere sorprendente la victoria de Trump. V. Navarro. http://www.vnavarro.org/?p=13720 11/11/2016