Trabajo infantil y Roles de Género
Entre febrero y abril de 2003 la OIT y el Ministerio del trabajo elaboraron en conjunto un informe detallado sobre la incidencia  del trabajo infantil en Chile, aquél diagnóstico sería la primera encuesta a nivel nacional y cubriría 16 mil 300 hogares a lo largo de  todo el territorio, este programa respaldó la capitación de numerosos especialistas que trabajaron en este proyecto durante 4 o 5  días, donde adquirirían conciencia   y serían   capacitados técnicamente respecto de los alcances que estos estudios tienen en la medición no sólo de las cifras de niños/as trabajadores, sino fundamentalmente para comprender cuanto influye la desigualdad,la pobreza,  el acceso a los suministros básicos, el poder adquisitivo de las familias, la valoración que los diferentes “estratos sociales” dan  al trabajo, al oficio y a la educación como herramientas de corto, mediano y largo plazo y a temas referentes a los roles de  género.
Esta clase de estudios deben ser renovados constantemente ya que son prioritarios a la hora de analizar la importancia de la  educación y el impacto que tienen las políticas públicas, el gasto social y la economía en la incersión de estos niños en   las etapas  primarias y secundarias de la educación, esta valoración varía de familia en familia , dependiendo si estas se encuentran enlugares urbanos, rurales, agrícolas o mineros .
En el caso de Chile, en ese momento la mayor cantidad de niños/as y adolecentes trabajadores se encontraban en   lugares  urbanos, desempeñándose en labores callejeras, como vendedores ambulantes, en áreas del comercio como feriantes o en la  agricultura como campesinos,pescadores y jornaleros,entre otros.
En ese momento el problema no se encontraba justamente en el trabajo que estos niños desempeñaban, sino más bien en  la falta de fiscalización y responsabilidad de los departamentos gubernamentales al momento de inspeccionar las horas de  trabajo,(algunos 49 horas seguidas),  los peligros a los que se enfrentan sobre todo las niñas que carecen de menor protección y que deben dedicarse a labores  domésticas reemplazando a sus padres o muchas veces tomando roles que no les pertenece y que son incompatibles con sus  horarios de escuela, instituto e universidad.
Aún no existe un estudio serio que cuantifique la cantidad de niñas  menores o mayores de 15 años que realicen este tipo de actividad en Chile, pero si tenemos catastros de niñas embarazadas a  muy temprana edad.
En 2009 la Junaeb (Junta Nacional de auxilio escolar y becas) realizó un estudio en colegios municipalizados y subvencionados   y determinó que 12 mil jóvenes   se encontraban embarazadas o ya estaban criando.   Evidentemente no todos estos casos tienen relación con condiciones de trabajo infantil y adolecente, pero si   la gran parte de estos casos se da en lugares donde la   pobreza, desigualdad y falta de conciencia están más latentes, esto no exime a personas de otros estratos sociales pero las  características  son diferentes.
Antecedente preocupante que   refleja un problema mucho más profundo  que un debate acerca de la pastilla anticonceptiva o el aborto terapéutico ( sin desmerecer su relevancia).
Así mismo   el   MINSAL  (Ministerio de Salud) exponía a finales de año que 35 mil niñas de 19 años esperaban hijos, las razones que el informe expuso fueron de las más variadas , pero entre las más importantes este enumeró: inequidad de género, precaria incersión al mercado laboral, etnia, limitado acceso a recursos básicos.
Al ser madres jóvenes y en la  mayoría  de los casos con ausencia del padre,la deficitaria evolución de ingresos, la educación de sus progenitores y la imposibilidad de compatibilizar los estudios con el trabajo, se comienzan a transformar las prioridades de estas mujeres ya que es una carrera por la  subsistencia  y el trabajo es un proyecto a corto plazo.
El circulo vicioso del trabajo  doméstico se redondea de esta manera, y se hereda a medida que los hijos van creciendo y pueden realizar algún tipo de actividad que aporte al hogar. Son muy pocas las mujeres en América Latina que viven en condiciones de pobreza que  logran romper esta barrera de ahí la importancia del desarrollo de investigaciones que puedan brindar soluciones a estas familias.
En estos momentos el MINTRAB ( Ministerio de Trabajo y Previsión social) se encuentra elaborando el segundo informe respecto  a trabajo infantil con fecha para el año 2011, sin embargo es de esperar que iniciativas como estas se intesifiquen y se desarrollen  estudios relacionados con la implicancia que existe entre trabajo doméstico y embarazos prematuros en nuestro país.
Entablar un debate profundo sobre roles de género y trabajo infantil no es un tema de segunda categoría, el 2009 la CEPAL  ( Comisión Económica para América Latina) por medio de su informe “Trabajo infantil en América Latina y el Caribe: su cara  invisible) ya nos entregaba algunos acercamientos “El trabajo infantil tiene un sesgo de género relacionados con los estereotipos dominantes en los roles sexuales, mientras en los varones prevalece el trabajo remunerado fuera de casa, las niñas cargan con el  mayor peso en las tareas domésticas no remuneradas, sea en hogares propios o ajenos” .
Se tiende ha confundir “sexo” con “roles género” pero hacer esta distinción es un paso para comprender el problema al cual  nos estamos refiriendo, ya que lo primero esta dirigido principalmente a temas biológicos, mientras que el segundo atañe a las  actividades que cada uno realiza. Y en este punto es bueno detenerse, ¿cómo se observa el género  dentro de las diferentes relaciones sociales? ¿de dónde se originan los modelos y en base a cuales de ellos los niños y las niñas  sociabilizan lo que es “masculinidad”y “feminidad”? 
El desarrollo humano como le especifica el PNUD es una de las áreas que   debe prevalecer al momento de comenzar   cualquier   tipo de diagnóstico y en un mundo que se mueve a la velocidad del dinero sus denuncias requieren nuestra atención.   América  Latina es la región más desigual del mundo. ¿Cómo podemos seguir tolerando que la agricultura la cual alguna vez los fisiocratas bautizaron como la fuentes de toda riqueza, hoy sea la fuente de toda pobreza y su tierra fertil el paraíso del trabajo infantil?  ¿Quién puede entender que un país como Brasil, cuya riqueza y abundancia en recursos naturales ha llegado a ser catalogado  por los gigantes asiáticos como el Titan de Latinoamerica exhiba todavía en sus sectores rurales personas que sobreviven con 1 dolar 48 pesos al día? un 39 % de la población según los últimas cifras entregadas por el Banco Mundial, y en el resto de la región  el panorama no es muy diferente.
Todavía los índices educactivos no logran asimilarse con América del Norte y con los países  Europeos, el BM en su reporte de mayo 2010, presentado en la Casa de las Américas (¿Qué oportunidades tienen nuestros  hijos? Informe sobre la Oportunidad Humana A. y el C.) indica que “las circunstancias personales importan mucho todavía para  los niños de la región, el nivel de educacion de sus padres muy probablemente determinará el suyo, el lugar donde nacieron sigue  siendo el principal determinante de sus acceso a infraestructura básica, pese a sus esfuerzos de la última década los gobiernos  latinoamericanos no han logrado superar significativamente la equidad”.