También de las cenizas nace la victoria
Hamas y las fracciones armadas palestinas de la Franja de Gaza conjuntamente con el pueblo palestino han vencido en esta guerra, como en Líbano venció Hezbollah y el pueblo libanés, a pesar del alto coste en vidas humanas que ha cobrado su resistencia a desaparecer, tanto para la población palestina como hace tres años a la libanesa.
Y es que como en el Líbano, se ha demostrado que el ejército criminal sionista ya no es aquel mítico grupo de combate de élite que imponía su ley entre “árabes subdesarrollados”. El ejercito sionista no puede garantizar la seguridad de sus soldados una vez entra en territorio “enemigo”. Antes sus comandos permanecían en todos lados, controlaban todas las esquinas, vigilaban a todas las personas de la llamada Franja de Palestina. Hoy día, se “contenta” con castigar a la población civil palestina y replegarse, eso sí, con el beneplácito de occidente.
Pero Israel, en la enésima agresión, no sólo no ha logrado ninguno de sus objetivos declarados (otra cosa serán los no declarados), a saber, desarmar al brazo armado de la resistencia palestina, quebrar la adhesión de la población de Gaza hacia Hamas y su proyecto político, aislar políticamente a Hamás y reformar frente al mundo su naturaleza social y política. Lo que ha cosechado ha sido justo lo contrario. Hamás es más popular que nunca tanto en Gaza como en Cisjordania, al haberse quitado la careta su aliado político, Mahmud Abbas y su partido político Fattah. El único objetivo que el sionismo ha conseguido es demostrar que puede asesinar a miles de palestinos y que nadie le diga nada. Pero eso ya lo sabíamos.
El conjunto de la resistencia palestina, Hamás, la Jihad islámica, el PDLP y el FPLP, han demostrado entereza frente a su pueblo, justo cuando la ya absolutamente corrompida OLP miraba hacia otro lado. Y esta OLP corrupta no ha podido impedir que la respuesta en la calle también haya llegado desde Cisjordania. Y una vez más los regímenes árabes han quedado a la altura del betún, retratados como los regímenes colaboracionistas que son.
Pero tampoco nos debíamos de extrañar de la actual situación si estudiamos cuales son los orígenes del Estado de Israel. Esos orígenes silenciados por los medios de comunicación occidentales, de tan aberrantes como son. Organizaciones como el Irgun, Hagannah o Stern coordinadas todas ellas por lo que se conocía como la Agencia judía, se nos hacen nombres desconocidos y extraños. Pero suyas son acciones tan meritorias y “pacíficas” como el asesinato de Lord Moyne, delegado inglés en Palestina o los 200 muertos que quedaros tirados en la calle tras el ataque contra el hotel King David. Como ejemplo de lo que era la época, podemos dar los sucesos de unos cuantos días de finales de 1947. El 11 de diciembre seis personas eran asesinas en un autobús en Haifa cuando un grupo de sionistas lanzaron cuatro granadas a su interior, hiriendo a otras treinta. Días después, doce árabes eran asesinados por francotiradores judíos.
El 23 en diversos tiroteos y ataques del Irgun morían 16 árabes y 60 eran heridos. Las acciones más comunes de los grupos sionistas durante este tiempo eran el ametrallamiento o la colocación de explosivos en mercados y zocos árabes. Y la lista crece hasta el infinito. Teniendo estos orígenes, ¿qué se puede esperar?
Destacado en todo este conflicto es el papel de Europa. Qué diferencia entre los gobiernos comprometidos con los derechos de los pueblos y aquellos comprometidos con el capital. Chávez y Evo han expulsando de sus países respectivos a los embajadores sionistas. Evo y Bolivia denunciando ante el Tribunal Penal Internacional los crímenes contra la humanidad cometidos por Israel en los cuerpos de miles de palestinos y palestinas.
Mientras tanto Europa, con “nuestro presidente español ZP” a la cabeza saca pecho para intentar parecer que hace algo para no hacer nada. Propuestas huecas y ruegos a Israel para que sea un buen muchacho y deje de matar a civiles. Y por parte, la Ministra española de Defensa ofreciendo más tropas a fin de frenar los ataques de Hezbollah al norte de Israel, elemento éste que indica la credibilidad que pueden tener el PSOE e IU, aunque hayan estado presentes en alguna plataforma o hayan hecho acto de presencia en las manifestaciones populares de estos días convocadas para denunciar la barbarie y la crueldad sionistas. 
Que lejos quedan los bombardeos de Belgrado por parte de la OTAN para proteger a las minorías yugoslavas. Pero es que aquello era diferente. Los mercados de Yugoslavia estaban cerrados para Europa y Estados Unidos y había que abrirlos, auque sea a bombazo limpio. Por el contrario, Israel es un buen cliente de los mercados europeos y ya sabemos que como estamos en crisis, hay que asegurarse la pasta.
Iraq fue invadido con la mentira de las armas de destrucción masiva. Y ahora, las denuncias se acumulan sobre el armamento que Israel ha utilizado contra la población de Gaza: bombas de racimo, de fragmentación, napal o munición con uranio empobrecido. Toda la gama de armamento dirigido especialmente contra la población civil, para que perdure durante décadas la huella del agresor. Sembradores de muerte con semillas occidentales.
Israel, a pesar de intentar impedir que las noticias de las salvajadas que estaba llevando a cabo en la Franja de Gaza llegaran a los medios de comunicación, ha tenido que luchar, y en esto también ha perdido, contra una opinión pública mayoritariamente en contra suya. En Europa, en los países árabes, los gobiernos han puesto desde el principio todo a favor de Israel, pero la calle, la población, ha estado mayoritariamente apoyando al pueblo palestino y a su resistencia armada. Esta vez, el medio empleado dado el vacío de información en los medios de (des)información tradicionales, ha tenido que ser internet para poder pasar las noticias. Los periódicos y las televisiones enmascaraban lo que estaba pasando en Gaza, pero paralelamente se movilizaban todas las posibilidades de internet para hacer llegar las noticias, las fotos, los videos, todo lo que mostraba al mundo qué estaban haciendo los ejércitos de Israel en la Franja de Gaza.
En todos los Estados occidentales han habido cientos de manifestaciones multitudinarias a favor del pueblo palestino, todos los días, incluso con duros enfrentamientos con la policía. Pero lo que se ha de conseguir es que estas manifestaciones tengan una continuidad en la denuncia de la política criminal del Estado de Israel, aunque ahora el ejército israelí se haya “retirado”. No basta con haberse manifestado durante tres semanas, hay que continuar y obligar a los gobiernos a cambiar la política de relaciones con el Estado de Israel. No olvidemos que sigue el bloqueo total contra la zona de guerra por parte de Israel y que Gaza es una cárcel enorme contra sus ciudadanos.
¿Y qué podemos decir de ese gran partido que dirige nuestros destinos con el lehendakari Ibarretxe a la cabeza? Significativo que un partido que dice estar en contra de la violencia y que siempre que puede saca la cabeza, con tal de chupar un minuto en los telediarios de la EiTB, haya guardado silencio total sobre todo el tema. Significativo que el PNV, partido sionista donde los haya, no publique ni un triste comunicado solidarizándose con el pueblo palestino. Pero no olvidemos que fue el Mossad quien entrenó a los berrozis, cuerpo especial de la ertzaintza, hace ya muchos años. Silencio cómplice con el holocausto palestino.
En el año 1945 se creó el término de culpa colectiva para el pueblo alemán por el asesinato de seis millones de judíos. La ciudadanía alemana se defendía diciendo que no lo sabían, que desconocían las prácticas de las SS y del gobierno, que todo ello se realizó en el frente del Este, muy lejos de Alemania. Excusa dudosa de creer. Pero hoy día, en la época de la comunicación ¿qué excusa puede tener la ciudadanía israelí para hacer sátiras del asesinato de los niños palestinos en sus medios de comunicación? ¿Qué se puede decir de las terribles fotos de unas niñas judías firmando las bombas que decían “dirigidas con cariños para los niños palestinos”? Sociedad enferma en donde las haya.
Pero así mismo, no todos los judíos se pueden meter en el mismo saco. Hay que destacar el trabajo del Partido Comunista de Israel, con su comunicado de protesta cuando comenzó el bombardeo de Gaza, la lucha de los insumisos al ejército israelí y de la Unión Judía para la paz del Estado francés. A pesar de ser pocos continúan sin descanso denunciando las masacres del Estado sionista contra la población palestina. Esperemos que su trabajo consiga abrir los ojos de los millones de judíos del mundo entero.
Vista la devastación a que se ha sometido a Gaza se hace necesario iniciar un proceso judicial contra el gobierno nazi israelí, por los cientos de víctimas palestinas, por los niños destrozados, por las mujeres y ancianos martirizados, pero principalmente por el conjunto de sus sesenta años de existencia, sesenta años de terrorismo de Estado. Es una iniciativa necesaria desde el punto de vista político, ético y humano, así como romper relaciones diplomáticas y boicotear los productos comerciales del fascismo israelí, incluidos todos sus productos culturales. Así como tras la barbarie nazi-fascista de los años 30-40 se juzgó en Nuremberg a sus dirigentes, urge la formación de un tribunal internacional que enjuicie a los dirigentes sionistas, a todo ese parlamento que ha autorizado la agresión contra el pueblo palestino, a ese gobierno que dio luz verde a los ataques, a esos generales que coordinaron los ataques. Se tienen que romper todas las relaciones, tanto comerciales como culturales contra un Estado que es capaz de asesinar a miles de personas y retirarse tan tranquilamente como si nada hubiera pasado.
Urge poner en marcha un boicot tanto contra el Estado israelí como contra los sionistas que están en Euskal Herria y que no rechacen el genocidio palestino. Boicotear aquellas empresas vascas, que comercien con el Estado sionista. Y el resto son tonterías y poner excusas para seguir perpetuando el genocidio del pueblo palestino.
Para terminar, respecto a qué hacer, se plantea, como deciamos, la cuestion táctica del boicot junto a las expulsiones de embajadores… pero eso no parece suficiente. Es preciso devolverle al pueblo palestino la tierra que les fue robada a sangre y fuego por las organizaciones terroristas israelíes, apoyadas por los Estados que ganaron la Segunda Guerra Mundial, y sobre las que se ha edificado el Estado israelí. Israel debe reconocer ante el mundo sus actos y enmendarlos. Debe crearse un Estado laico en donde los cientos de miles de expulsados palestinos puedan volver, sería un primer paso en la corrección de la irracionalidad de la creacion del Estado de Israel como consecuencia de la guerra fría.
Nuestra lucha en solidaridad con el pueblo palestino no debe acabar ahora. Hay que continuar con todas nuestras fuerzas. No debemos bajar la guardia. 
Euskal Herria, 21 / 01 / 2009