Sobre lo que puede dar de sí el estado de confinamiento
Hoy quisiera hablar de un amigo. ¿Y por qué no? ¿O será acaso que, si ayer hablé de mí y están los tiempos difíciles, tiempos de coronavirus o tiempos “de estado de confinamiento” –como nos diría él– lo primordial está en ellos y ocuparse de otros temas es como perder el tiempo que ahora nos sobra? Puede ser, pero, precisamente, por eso, por el excesivo aislamiento al que estamos sometidos (ya de buen grado, para “unos” o por fuerza, para “otros”). Yo me agrupo con los “unos”. Y se lo debo a mi amigo. Aunque os parezca mentira cuando acabéis de leer, si es que llegáis al final. Pero no lo es. Sino que, en verdad, fue él quien una vez más, respondiendo a mi mensaje, me libró de caer hacia el abismo del absurdo aburrimiento.
Y es que Javier, que así se llama el amigo, tiene la rara virtud de llegar a contagiarse, cabalmente entusiasmado y a velocidad pasmosa, por cualquier morbosidad de los virus pegajosos del movimiento social, político, cultural e incluso filosófico, siempre y cuando los movimientos se den en espacios cibernéticos. De su deambular constante por el mundo de las citas más diversas, que usa para avalar a su gusto ristras de sus pensamientos, lo mismo le vale Marx que Pedro o Santa Teresa. Si él lo portase, cualquier estandarte es digno de su defensa. El último que sostuvo fue el de Podemos, movimiento del cual Javier se dejó llevar esperanzado, pero que del mismo abjuró al pronto, al sentirse defraudado…
(Desde aquí, lector amigo, tomando el nombre de Enrique, pasamos este relato al formato teatral. Aunque lo hago (y lo digo) para ahorrarme el trabajo de tener que teclear, no obstante, el contenido seguirá siendo el reflejo –más exacto que el relato– del intercambio de e-mails entre ambos personajes):
ENRIQUE: (A Javier, en el e–mail inicial o de saludo, enviándole el último articulo de Herminio). Ahí te va, https://archivo.kaosenlared.net/curriculum-mortis-ou-total-para-o-que-quedamos/ Es sólo por seguir practicando. También te lo recomiendo, y es para seguir vivos, aunque no valga de nada.
JAVIER: Amigo Enrique, yo creo que ante la situación actual lo mejor es seguir al profeta Neville Goddard; seguro que terminamos mejor que si seguimos a los profetas de la toma del cielo por asalto, ya que al final resultó que se trataba del asalto a los sillones de los ministerios para la familia Iglesias-Montero, más conocidos como los Marqueses de Galapagar, o Marqueses del Casoplón.
Cuánta razón tenía Neville Goddard, cuando decía aquello de “Si juzgas según las apariencias, continuarás siendo esclavizado por la evidencia de tus sentidos.” Juzgamos a los Marqueses de Galapagar y a toda su tropa según las apariencias y los sentidos nos traicionaron.
Prueba con la Coach Brenda Reyes, escucha alguno de los audios libro de Neville Goddard a los que ella pone voz. Tal vez tenga razón Neville y la respuesta a todo esté en lo espiritual en vez de en el ámbito material, en el que siempre nosotros la hemos buscado.
Al fin y al cabo los extremos suelen unirse y de tanto picar en el ámbito de lo material al final demos con el lado espiritual de las cosas.
Te dejo el enlace a ver qué te parece, pues como diría Adler, todo puede ser así como también todo lo contrario. (https://www.youtube.com/user/brendareyescoach/playlists).
ENRIQUE: Gracias por los audios. Ya he escuchado uno, y no está mal, pero ya es suficiente. Y cierto que la vida es sueños (ya lo decía Calderón) y que de nuestra conciencia depende la forma afrontarlos, pero cuando se trata de satisfacer el apetito, de las ganas de comer, nunca dejaré de decidirme por una simple fabada. En cambio tú jamás contestas, en concreto, a mis sugerencias. ¿Será por eso? ¿O no?
JAVIER: Hola de nuevo, amigo Enrique. Como digo, todo puede ser así como también todo lo contrario; a lo mejor el inconsciente sean las circunstancias, esas circunstancias de las que tan detalladamente teorizó Frederic Skinner. Circunstancias que nos marcan la hoja de ruta al ser humano y que obligan a desarrollar al máximo las capacidades creadoras de nuestras fuerzas productivas, en especial la de nuestra imaginación para crear la realidad; pues, por ejemplo, la población crece y los recursos del planeta son limitados. O ese otro reto que antes o después el ser humano tendrá que afrontar, pues el sol, como cualquier estrella tiene sus días contados; ahora nos parecen muchos, pero la vida como el tiempo corre como un suspiro y, antes o después, alguna generación humana o cyborg (organismos cibernéticos) del futuro, tendrá que «salir por patas» corriendo de este mundo a no ser que desee poner fin a su existencia achicharrado por la potencia del sol.
Amigo Enrique, lo interesante de este mundo es que es como una gran trampa Saducea; hagas lo que hagas estás condenado. Así que vivamos todo lo mejor que podamos y que nos dejen ser los actores, guionistas y directores de este teatro que es la vida, dejando, como sugieren los budistas, las emociones en el nirvana para no sufrir.
Pero lo dicho, todo puede ser así como también todo lo contrario; pues cada cual determina que estado de su conciencia o concepto de sí mismo desea vivir. Y si uno no determina o elige su papel, la vida le asigna el que ella considere en función a sus contingencias internas y externas que son las mismas; o no.
Son metodologías complementarias, incluso si escuchas más a Neville Goddard te darás cuenta que tanto una metodología como la otra es la misma, pues nada es lo que parece; él recomienda pasar por todos los estados de conciencia posibles. El bien y el mal no existen, todo es cuestión de sus consecuencias y resultados. La cuestión es ser consciente de ello. Igual que Neville afirma que la biblia es un drama teatral con un único personaje, o sea, el que la lee; la vida es lo mismo, es como una obra de teatro o una película de cine; puedes adoptar el papel que consideres oportuno, o representar la obra o proyectar la película que quieras ver. Mi gran ayuda es siempre Alfred Adler por cuyo filtro paso todo, incluso a Neville Goddard; esto es, que todo puede ser así como también todo lo contrario. Esta es mi filosofía y cada día estoy más arraigado en ella. Por eso parece que jamás contesto, en concreto, a tus sugerencias o preguntas: la respuesta es clara como bien dices: ¿Será por eso? ¿O no?
Por cierto, también es muy interesante la teoría de Adler de la unidad del individuo que tiende a metas finales de carácter inconsciente. O como C.G. Jung diría «Si, por un momento, nos fijamos en la humanidad como una sola persona, se ve que es como un hombre arrastrado por las potencias inconscientes.» Incluso Marx descubre ese «inconsciente» y se pone a su servicio, de no hacerlo se termina muriendo por no morir como les ocurrió a San Juan de la Cruz y a Santa Teresa (https://youtu.be/-m94PxFX470):
1.- Marx se esfuerza en hacer comprender que el capitalismo no es fruto de ninguna injusticia humana, ni de un azar histórico, sino que es una fase impuesta como ineludible necesidad por el proceso histórico de la sociedad que transcurre impuesto por las exigencias del incesante e imparable desarrollo de las capacidades creadoras de las fuerzas productivas.
2.- Marx entiende que no es el capitalismo producto de los capitalistas, sino al revés. Los capitalistas son un producto de una fase del desarrollo histórico de las fuerzas productivas de la sociedad que llamamos capitalismo; por eso la revolución del proletariado está justificada en orden de acelerar la síntesis final para implantar el socialismo. Pero sin ella esta fase capitalista también llegará por fuerza interna del mismo capitalismo a su fin, ya que a medida que este crece va labrando su propia destrucción.
3.- Por tanto, puede concluir Marx, de acuerdo con la base materialista de su interpretación, que “el modo de producción de la vida material determina en general el proceso social, político e intelectual de la vida. No es la conciencia del hombre la que condiciona su manera de ser, sino que es su manera de ser social la que determina su conciencia”. Es decir, las ideas, creencias, etc… Son una superestructura edificada sobre la base real de la sociedad que es el trabajo, o sea, el modo de producción de la vida material, o lo que es lo mismo, el desarrollo incesante de las fuerzas productivas; y cuya evolución sigue rigurosamente su curso.
Está visto, amigo Enrique, que interpretes como interpretes, el inconsciente siempre gana, lo llames como lo llames. El inconsciente siempre tira al monte, siempre persigue un fin muy claro y concreto y todo acaba con aquello que se le opone, acaba con ello antes o después; y ese fin es el incesante e imparable desarrollo de las capacidades creadoras de las fuerzas productivas. O lo que es lo mismo: El hombre es lo que dios (aquello que el hombre imaginó) fue, el hombre será lo que dios (aquello que el hombre ahora imagina) es. La imaginación del ser humano es su mayor fuerza productiva. Por eso Neville decía que «La imaginación crea la realidad«. Y a la imaginación la dirige y orienta el inconsciente, pues todo lo que la mente del hombre puede concebir y creer (o sea imaginar), la mente del hombre puede alcanzarlo.
Dentro de cuatro días, no más de 50 o 100 años, seremos sustituidos por cyborg (organismos cibernéticos) que serán más eficientes que la especie humana. A nuestra especie le pasará como al hombre de cromagnon. Es lo que dice teoría de la evolución natural de Darwin. Aunque todo puede ser así como también todo lo contrario.
ENRIQUE: ¡Vaya, te has explayado! Así me gusta, Javier. Ahora, pásalo a tu blog, o web, o cómo se llame. Y hasta la próxima.
JAVIER: Amigo Enrique, siguiendo tu sugerencia, mis opiniones ya están subidas a mi nuevo blog, que he llamado Pasión por el Pragmatismo. Ahora te toca a ti intercalar las tuyas. A ver si en esta ocasión te permiten publicarlas en Kaosenlared y con los artículos conformamos una interpretación, un prospecto de instrucciones; esto es, un desafío que haga pensar por sus propias cabezas a quienes nos lean. Un nuevo Desafío Democrático en tiempos del estado de confinamiento. Estos son los Aforismos:https://pasionporelpragmatismo.blogspot.com/2020/03/sobre-el-nuevo-desafio-democratico-en.html.
ENRIQUE: Bien, Javier, pero ¿qué puedo decirte para no defraudarte con esta respuesta, siendo cierto que sí, que tú has respondido, sobradamente, a mi sugerencia? Soy yo quien a cambio, ahora, no podré atender la tuya. Sin embargo, intentaré transmitirte mis porqués:
- Para mí, resulta demasiado extensa la dispersión de los temas que me propones. Mi limitada capacidad de atención no alcanza para responder en un tiempo prudencial a semejante cantidad de variantes. Soy, además, incapaz de dejar pasar por alto los temas que despierten mi interés, sin dejar de reflexionar sobre los mismos hasta comprenderlos, cuando menos, satisfactoriamente. El exceso de información, al dispersar la atención debida (sobre todo a lo concreto) no facilita el dominio, en espacio y tiempo, de la concentración necesaria para cualquier clase de análisis que conduzca al entendimiento material de las cosas. De aquí, de la falta de aplicación meticulosa de este aserto, que abunden, tanto y tan a menudo, tanto presunto analista o, en general, pensadores, como se observan en los medios de comunicación de hoy en día.
- Otra. Ya que veo que continúas, citando a Marx, también como recurso intelectual de tu discurso, te diré que no me importaría que el intercambio pragmático que pudiésemos mantener tú y yo versase, precisamente, sobre temas corrientes y comprensibles, pero reales; o, al menos, no tan etéreos como los de Neville Goddard, o de la mismísima Santa Teresa. Y ello no quiere decir, en absoluto, que estos personajes no me interesen para nada, sino que de lo de verdad estaría dispuesto a tratar contigo de un modo real, es de temas relacionados con una auténtica Pasión por el Pragmatismo. Pues, cierto que todo es materia, que abarca el universo. La energía, que es lo que suele conocerse, comúnmente, como contrario, es la manifestación universal de la misma materia. Lo inverso sería idéntico. Es lo que pienso, Javier.
- Finalmente, si algo prueba lo que ahora, te comunico es, precisamente, la dimensión y mantenimiento de la relación que hemos mantenido en este medio.
JAVIER: (Insistente) Éste es el nuevo Desafío Democrático, el relativo a encontrar herramientas y metodologías para no dejarnos alienar por este estado de confinamiento (y sus consecuencias) que nos ha tocado vivir. Es obvio que habrá un antes y un después del coronavirus. La revolución científico-técnica dará un paso de gigante y cada día seremos más organismos cibernéticos. (https://es.wikipedia.org/wiki/C%C3%ADborg). La ingeniería de tejidos, también conocida como medicina regenerativa (que es la rama de la bioingeniería que se sirve de la combinación de células, métodos de ingeniería de materiales, bioquímica y fisicoquímica para mejorar o reemplazar funciones biológicas) será el área dónde se centren todos los esfuerzos intelectuales y recursos materiales(https://es.wikipedia.org/wiki/Ingenier%C3%Ada-de-tejidos). Amancio Ortega, el propietario de Inditex (uno de los hombres más ricos del mundo) ya se ha puesto manos a la obra. Así que ánimo y adelante con el reto de no dejarse alienar por este estado de confinamiento.
ENRIQUE: ¡Hay que ver, como una puta tele… puede jodernos el sentido de la orientación! Aunque, como lo debiera decir fuese… puede transformarnos masivamente en auténticos cyborgs! Porque no ha sido el Gobierno, atajo de papanatas, ni el miedo al coronavirus chino, sino la idiosincrasia televisiva que todo el día mamamos de nuestra TVE. Simplemente, ya estábamos preparados, como organismos cibernéticos humanos, para salir al balcón, siguiendo la voz del amo. Y al balcón ha salido, todo dios, para aplaudir.
¿No has oído los aplausos, Javier? “¡Cada cual en su casita¡” ¡¡Y no se mueve ni Dios!! ¡¡¡Ahí tienes a tu cyborg!!!
T E L Ó N