Sobre la situación en la frontera colombo ecuatoriana
PCMLE: Crisis fronteriza y ofensiva anticomunista
Los recientes acontecimientos producidos en la frontera norte de nuestro país van más allá de la dolorosa pérdida de la vida de siete ecuatorianos por acción de un grupo delincuencial vinculado al narcotráfico, hecho que lo condenamos enérgicamente.
No solo persiguen desfigurar y golpear una de las formas de lucha a la que los trabajadores y el pueblo deben apelar en un momento concreto de su accionar para derribar el poder de la burguesía y el imperialismo, sino que intentan apartar al pueblo de la acción política que desarrollan las organizaciones revolucionarias y, en consecuencia, golpear la lucha revolucionaria de los pueblos. La acción y omisión de los gobiernos de Colombia y Ecuador ha permitido que se cree el escenario propicio para que grupos delincuenciales de ese tipo operen entre los dos país; el correísmo debe rendir cuentas de la permisividad brindada durante estos años para la actividad de grupos vinculados al narcotráfico. Ejemplos al respecto sobran.
La intervención militar del Ecuador en la frontera abre un nuevo escenario que traerá graves consecuencias sociales –particularmente para las poblaciones fronterizas-, económicas y polí- ticas en la vida de todo el país. Ahora se forma parte de los planes geopolíticos elaborados por el imperialismo estadounidense para la región, a los que durante años ha resistido el movimiento popular ecuatoriano.
El país debe mantener una política soberana al respecto, que garantice: la paz, la vida digna de las poblaciones fronterizas y de los desplazados; y, ningún tipo acuerdo de “colaboración o ayuda” con el imperialismo para “garantizar la seguridad” de la zona. El pueblo demanda del Gobierno una explicación clara del manejo de esta crisis y la separación de los ministros del Interior, de Defensa y Relaciones Exteriores que dieron claras muestras de ineptitud.
El Partido Comunista Ecuatoriano, sobre la situación en la frontera norte
El Partido Comunista Ecuatoriano, sobre la situación en la frontera norte, y el anuncio del Gobierno Nacional de dejar ser «garantes de los diálogos de paz en entre el Ejército de Liberación Nacional y el Estado Colombiano.“
Más allá de las perspectivas desde las que puede observarse el conflicto colombiano, Ecuador es uno de los países, sino el que más interés debe tener en su solución política; las consecuencias las hemos vivido en varias ocasiones como el bombardeo a Angostura, que fue comandado por Juan Manuel Santos en la Presidencia de Álvaro Uribe, y los últimos sucesos con grupos «paramilitares narcoterroristas» (no disidentes de las FARC como pretenden hacer creer) que han tenido los ya conocidos y lamentables desenlaces.
Aunque durante años el Estado Ecuatoriano ha logrado mantenerse, relativamente, al margen del conflicto social, político y armado que vive Colombia, es claro que existe una clara estrategia del Estado de Colombia para trasladar problemas y responsabilidades al Estado Ecuatoriano involucrándonos en el conflicto de manera directa. El Estado Colombiano incumple su rol de defensa y control de su territorio y protección a sus ciudadanos, y por años ha sido alcahuete de los sectores políticos de la derecha colombiana, vinculados claramente con grupos paramilitares y carteles del narcotráfico los mismos que han pretendido regionalizar el conflicto.
Ante los últimos hechos de la frontera el estado Ecuatoriano debe con fortaleza y unidad nacional:
1. Reafirmar la vocación democrática y pacífica que nuestro pueblo mantiene asi como la defensa de los principios del derecho internacional de la autodeterminación de los pueblos y el respeto irrestricto a la soberanía de los Estados.
2. Llevar a cabo las acciones necesarias para garantizar seguridad a la población de frontera, dejando claro que la intervención no debe ser solo militar o policía, sino de garantizar una fuerte presencia de las políticas públicas e institucionalidad que fomente el desarrollo de las zonas.
3. Exigir en todos los espacios y foros Internacionales, así como de manera directa, que el Estado Colombiano ejerza sus competencias en su territorio y no permita que el lado de su frontera sea cueva de terroristas y narcotraficantes.
4. Aclarar a la opinión pública que no se trata de un asunto político o de disidencia política; no es un resultado dela desmovilización política de las FARC, es el resultado de la ignominia y tolerancia del Estado Colombiano.
Sobre el anuncio de que el Ecuador dejarla de ser «garante de los diálogos de paz en entre el Ejército de Liberación Nacional y el Estado Colombiano”, expresamos nuestra preocupación y rechazo pues esto no aporta a superar los problemas de la frontera; la apuesta por la Paz, es un hecho de principios, el Gobierno debería reconsiderar esta postura.
Cualquier tipo de apoyo internacional que se pueda o se deba recibir para superar estos problemas nacionales, vinculados a la Paz y la Seguridad, deberá ser en el marco de la soberanía nacional y el respeto de nuestra Constitución; señor Presidente Lenin, los “señores de la guerra» que hoy quieren aparecer como salvadores, no han logrado sembrar democracia con ninguna de sus bombas.
Por último, consideramos que Ecuador requiere, como todo pueblo que sufre agresiones de cualquier naturaleza, solidaridad, la misma que exhortamos que el Gobierno Nacional del Ecuador exprese por el genocidio imperialista en contra de Siria.
Comité Central
Partido Comunista Ecuatoriano
PARTIDO COMUNISTA DEL ECUADOR: NOTAS DE CONDOLENCIA
PARTIDO COMUNISTA DEL ECUADOR
Comité Central
NOTAS DE CONDOLENCIA
Ante el lamentable desenlace que han tenido las negociaciones del gobierno nacional con los narco traficantes que secuestraron y asesinaron a JAVIER ORTEGA, PAUL RIVAS y EFRAIN SEGARRA, EL Partido Comunista del Ecuador, manifiesta y hace llegar a los familiares de ellos su más sentidas solidaridad y condolencias, acompañándolos en su dolor, haciendo votos para que sus acciones, sus trabajos periodísticos, permanezcan en la memoria histórica de nuestro pueblo.
De igual manera hacernos un llamado a los órganos gubernamentales para que más temprano que tarde den con los que realizaron estos crímenes y sean sometidos a la justicia y sanciones correspondientes.
Winston Alarcón Elizalde
SECRETARIO GENERAL