Sobre el discurso del Magistrado del TE Erasmo Pinilla y la necesidad de verdaderas reformas electorales
Una y otra vez, nos hemos referido a este tema, del cual depende muy directamente la democracia en nuestro país, teniendo en cuenta que nuestra Constitución dice en su primer articulo que el gobierno de nuestro país es democrático.
Ahora bien, democracia no es el hecho aislado de salir cada 5 años a votar, sino, que se den las mejores condiciones para una participación integra, con esto queremos decir que no sólo se debe garantizar el derecho a elegir por medio de un voto, sino también a ser elegido. Esto facilitaría el nacimiento de nuevas propuestas políticas.
  A siete meses de abordar el tema de las reformas al Código Electoral, se proponen ciertas reformas, desde un punto de vista institucional. El Magistrado del Tribunal Electoral Erasmo Pinilla, en su discurso de entrega de las credenciales al Presidente electo[1], habló de potenciales propuestas para estas reformas como: topes a gastos en las campañas políticas, restricciones en materia de donación electoral, divulgación de las contribuciones, recortes a los periodos de campaña y a la publicidad electoral en elecciones generales y primarias, entre otras.
Como dijimos al principio de este escrito, nosotros desde 2006[2], venimos manifestando nuestro desacuerdo con las donaciones anónimas en general. Definitivamente en ese punto coincidimos con el Magistrado, pues como hemos visto en la reciente campaña política hay un total descontrol con este asunto, y esto es muy peligroso, por cuanto la independencia de los gobernantes al momento de tomar decisiones, se verá afectada por la deuda que tiene con su contribuyente.
Cabe destacar, que esto no es solamente con respecto a los presidenciables o candidatos a alcalde, sino con todos los puestos de elección, sin excepciones.
Pero teniendo en cuenta muchos aspectos como por ejemplo, un conflicto de intereses existente, (El Consejo de Partidos Políticos, junto a los magistrados del tribunal electoral son quienes reforman la ley electoral) es muy difícil que estas formas de financiación a las campañas sea eliminada en su totalidad, entonces poniendo los pies sobre la tierra, habría que llegar a un punto medio, que en nuestra opinión puede ser la publicación de los nombres de todos los donantes, y en este punto también parecemos estar de acuerdo con el Magistrado Erasmo Pinilla, pero creemos que el letrado ha cambiado su parecer, pues nosotros como ciudadanos responsables presentamos una solicitud para conocer a los donantes de la campaña de Balbina Herrera y  luego otra solicitud para que se investigaran los donantes de las campañas a todos los candidatos a puestos de elección, ambas respondidas de forma negativa por el Tribunal Electoral, por lo cual debimos ir hasta la Corte Suprema de Justicia quienes también nos negaron esta información; importante mencionar que con el salvamento de voto del Magistrado Adán Arnulfo Arjona[3].
En este momento eso es harina de otro costal, pero queríamos mencionar el ejemplo como referencia de lo anquilosado que está el sistema, y lo difícil que es combatir contra sujetos con mucho poder en la partidocrácia panameña y sus burócratas protectores.
El Magistrado propone varios puntos, pero no habla de un mecanismo de control serio para estas situaciones, y es que la Fiscalía Electoral debe jugar un papel más activo, debe delegársele más responsabilidad, dársele más independencia, otorgársele capacidades como la de exigir cuentas a los partidos  y a los candidatos, de censurar propagandas que tiendan a la constante descalificación entre candidatos, pues aquello no es libertad de expresión sino un libertinaje mediático, todo aquello debe hacerlo la
Fiscalía Electoral y no el Ministerio Público, por cuanto es un tema competente en la Jurisdicción Electoral.
Claro que debe ponérsele un límite al tiempo de hacer campaña, por otro lado debe normarse sobre el Presupuesto de la Nación[4], estableciéndose   límites al  gasto en  publicidad estatal, más aun en tiempo de campañas políticas,   por cuanto esto se presta para que el gobierno de turno apoye indirectamente al candidato del partido oficialista.
Nada dijo el Magistrado sobre nuevas formas de agrupaciones políticas, cuestión por la cual nos manifestamos plenamente a favor, por ejemplo partidos políticos provinciales, regionales o identificados con ciertos sectores de la sociedad.
Nada se dijo tampoco del bipartidismo al que nos dirigimos, y aunque esto no es tema de urgencia en el momento, consideramos que hay una tendencia a la desaparición cíclica de partidos políticos (como también hemos dicho antes, sin ningún tipo de diferencia ideológica), lo que desemboca en menos propuestas políticas a escoger, tampoco se habló de la necesidad de reformar cuestiones como la flexibilización para la creación de partidos – teniendo en cuenta que como dice la constitución en su artículo 138, estas agrupaciones son las representantes del pluralismo político -,  pero la realidad es que para lograr el nacimiento de un partido político en Panamá se debe ser mínimamente millonario y tener un grupo de amiguetes millonarios que quieran apoyar; decimos esto por lo costoso, intrincado y frustrante del proceso de creación, si esto no es cuestión de discusión para el Magistrado creemos que se está elitizando mucho más la participación política, creando en vez de partidos, especies de feudos políticos.
  Las postulaciones independientes son otra materia por regular, teniendo en cuenta la ley debe ser consona a las realidades y adaptarse a los nuevos tiempos (en estas elecciones vimos muchas campañas independientes a los diferentes cargos).
  Consideramos que el proceso de inscripción de candidaturas independientes, debe ser menos traumática para el candidato o candidata que de esa manera aspira por un puesto de elección. Igualmente debe otorgársele espacios gratuitos para difusión de propuestas políticas a estos candidatos, siempre y cuando se use dichos espacios para ello, no para exaltar la personalidad de manera ridícula, ni mucho menos desmeritar a los demás candidatos.
Todo lo dicho anteriormente, tiene su argumento en las experiencias vividas en las pasadas elecciones, donde la desconfianza ha sido un factor común por parte de nosotros los independientes, hacia los partidos políticos tradicionales, sin dejar por fuera a los nuevos partidos que atienden más que a un consenso generalizado de las bases, al   interés de un personaje o familiar.
Otro punto, quizás el más importante es la participación de los independientes, de  organismos de la sociedad civil, de agrupaciones estudiantiles, de sindicatos, de gremios profesionales, en la creación de esta ley electoral. De esto nada dijo el señor Magistrado en su discurso, lo que desde ya nos indica a que atenernos.
¿Cree usted estimado lector  que es justo que los partidos políticos sean juez y parte? En otras palabras, deben ser exclusivamente los partidos políticos quienes hagan la ley por la que se rige la toma del poder, respetando su opinión, creemos nosotros que es algo totalmente injusto y anti democrático.
Que sean ellos solos quienes hacen la ley electoral se presta para que las reformas sean puramente cosméticas, y hay que tener en cuenta que esta ley  influye,   de manera muy directa en nuestro sistema de escogencia de autoridades,   supuestamente democrático.
La lucha por la participación en la discusión, de cara a las reformas del Código Electoral es una tarea pendiente. Tenemos tanto derecho a participar de ellas, como a ejercer el sufragio; es nuestro deber ciudadano, exigir ese derecho, para construir una democracia más participativa y romper con ese sistema, el cual concentra el poder para una oligarquía poderosa económicamente.
[4] No hay, actualmente, Código que regule una materia tan sensitiva como lo es el presupuesto nacional   en Panamá.