
Sigo siendo poeta. Comprometido como siempre
Al leer el artículo sobre la diversidad escuchada, incluida, participando, asimilada, para marchar o permanecer en Unidad y lazando la idea  de un CONGRESO DE LA NACION (publicado en KAOS EN LA RED y en ELTINTERO COLECTIVO días atrás), algunos incrédulos se preguntaron, en sus comentarios, si yo no era poeta, es decir, como diciendo, si este escribe versos por qué se mete en asuntos de política.
Aprovecho entonces para, sin hacer ninguna comparación, que claramente no merezco, y estoy bien consciente de ello, recordar los ejemplos de Martínez Villena, en los años 30 del siglo XX, de Martí en la segunda mitad del siglo XIX, de Heredia, de Plácido, de Milanes, de Bonifacio Byrne. De casi todo poeta cubano desde el Cucalambé, pasando por Nicolás Guillén hasta nuestros días.
Realmente los inocentes sorprendidos están haciendo uso de un prejuicio desesperado. ¿El poeta no es también un animal político o el político nada tiene que ver con la rosa y verso? ¿Cómo se les ocurre viviendo en un país que hizo una revolución a 90 millas de USA y en un continente que arde en una hora de hornos?
Para ratificar una condición de la que no presumo y que me otorgan gratuitamente estos discriminatorios comentaristas, publico algunos POEMAS DE LA SANGRE COTIDIANA, que muestran que ente poético y ente político, que todos los somos, van y vienen de la mano sin separarse. Es una virtud de la diversidad humana y la diversidad compleja que acumula la Nación cubana. Y es de todas las naciones, o sea, universal también.
mi ojo sano a recordar suspiros.
Increíble. ¿Con qué miradas las miraba?
¿Estuve ciego y extravié el vistazo?
Ni eras blanca como la leche
ni tú amarilla como la luna.
Ni tampoco usted, madame, negra como ébano
o ala de cuervo ni como el coral profundo.
Pegado a mis heridas las veo tal cual son.
O como creo que eran o fueron o son.
Son cuentas borradas. No borrones
pero algo ya antediluviano.
Ahora recomienzo:
voy a buscarme una novia roja, bien roja,
comogota de sangre,
que dude de Marx,
como Marx dudaba de todo.
Marzo 17 de 2009
ODA A LA RUTINA
De la noche al día.
Desayunos, café, ómnibus, labores.
Y el sol al atardecer.
Del día a la noche nos alarga la vida
y las huellas dactilares
As de corazón, Ases de espada.
La costumbre del amor y el desamor.
Abro y cierro: los párpados ayudan
sin pestañear.
Despierto y vuelvo a despertar. Los bostezos
me hacen bostezar.
Madre para siempre, tráeme mi café. Mi padre
la sigue en la ruta de aroma.
Amanece como otro desenlace de la noche.
Sol y sol del trópico: no logro mirar de frente
a la rutina. Está contraindicado mirar de frente
a la rutina: a menos que lleves tus gafas oscuras.
Marzo 17 de 2009
ALA MÁS ALLA
Estimado amigo: es cierto. La gente,
Tú, nosotros, yo,
contrae fácil el temor a expresarse.
Primero, por laidea
de que puede pasarte algo. Y segundo,
porla costumbre acumulada de callar.
La idea de que puede pasarte algo
se convierte en costumbre.
La costumbre de que puede pasarte algo
se convierte en idea.
Transformar esa inercia en energía buena,
requiere primero convencernos yconvencer
de que la costumbre a menudo
no es revolucionaria sino reaccionaria.
Convencer requiere tiempo y la certeza
de que las transformaciones
no son solo imprescindibles hoy
sino además siempre.
Mucho tiempo sin opinar y criticar,
usar la lógica de la necesidad cotidiana
ni decir que se piensa,
invalida al individuo.
Sin tales herramientas permanentes
del cambio, se llega a creer que el temor
es la tierraprometida. Que la costumbre
es la realidad. Y que las transformaciones
no son más que ideas utópicas de soñadores.
O de ingenuos que llegaron a imaginar 
que el mundo tiene un ala más allá
de esas otras dos del vuelo rutinario.
22 de septiembre de 2007
 
HISTORIAS DE AMOR
César Vallejo lúcido y bajo la lluvia, opinó
que el corazón viaja a la izquierda, el hígado
a la derecha, y entrambos
un torrente de exitosasangre. Eran tiempos
sombríos y no parecía apropiado hablar de éxitos
y menos del corazón.
Neruda, desde su nimbo, murmuró
a la muchacha: Tienes miel en los ojos,
te faltan las abejas. Eran tiempos sombríos y
parecía edulcorada la metáfora.
El surrealista Bretón opinó, ingenioso,
que la trompa de elefante discierne y acopia.
Otra increíblemente más potente: la de falopio, procrea.
Eran tiempos sombríos y a nadie parecía
ventajoso hablar de descendencias y linajes.
Lorca, ebrio de juventud, juraba
viajes y amores y fantasías enormes, como albatros
en el aire de la República. Eran tiempos sombríos,
aun en primavera, y al grupo le pareció mejor sonreír
que aprobar.
Eluard cerró la plática
con un verso que pronosticaba amor como
otro atributo de libertad. Eran tiempos sombríos
y parecía plétora optimista bajo el tronar
de las bombas fascistas.
Brecht, con la amante entre los labios, susurró:
Eres latiranía que soporto. Solo esta tiniebla
de habitación no combatiré nunca en mis versos.
Eran tiempos sombríos, dijo el propio poeta,
pero opinó también quela guerra no nos exime
de amar: le parecía más bien que la guerra
sería algún día exterminada por el amor.
Martí insistió en besarle el labio a aquella niña,
en tanto deshilvanaba ofrendas de amor. A ella
le pareció que no eran promesas de larga duración,
pues a este hombre le asomaba también
la pasión por la patria aherrojada.
Mayakovsky, que esa tarde de invierno hablaba
de fusiles, confesó a su amante: Tu ausencia
es como un disparo Máuser en mi pecho
y tu presencia como si la bala regresara al cañón.
Eran tiempos sombríos, pero se podía oír,
aunque no lo parecía,
el amor retoñando debajo de las ruinas.
FELIX GUERRA
POEMAS LA SANGRE COTIDIANA
MARZO 22 DE 2009. CIUDAD DE LA HABANA. CUBA.