Sevilla supera los límites legales de contaminación ambiental según nueva Directiva europea

 

Se acaba de aprobar la Directiva de Aire Limpio en Europa con los votos en contra de los europarlamentarios de PP y VOX.

Con los valores de contaminación actuales, Sevilla suspende la nueva Directiva del Parlamento y el Consejo Europeo.

Las políticas de movilidad que se están llevando desde Ayuntamiento de Sevilla van en contra de la nueva Directiva Europea.


El pasado miércoles 24 de abril se votó la Directiva del Parlamento Europeo y del Consejo relativa a la calidad del aire ambiente y una atmósfera más limpia en Europa. La contaminación del aire es un problema que afecta a millones de personas en todo el mundo. El aire contaminado mata cada año a 20.000 personas en España y provoca 300.000 muertes directas e indirectas al año en la Unión Europea. En Europa, en la última década, han ocurrido 6.319 muertes en niños menores de un año directamente relacionadas con la polución.

Siguiendo las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), el Parlamento Europeo acaba de aprobar una nueva Directiva sobre la calidad del aire que ha salido adelante con los votos en contra de los miembros parlamentarios de PP y VOX de España, integrados en la coalición de la ultraderecha europea. Forza Italia, la Unión Demócrata Cristiana alemana y los populares búlgaros, eslovenos, lituanos y rumanos también se apuntan a la coalición por la polución. Algo que, a la vista de los resultados, no comparten con los populares belgas, croatas, franceses, griegos, irlandeses, polacos y portugueses que han votado por un aire más limpio en Europa, junto a liberales, socialistas, verdes e izquierda, en general. “Es la salud de todas las personas lo que está en juego, además de establecer un precedente para el resto del mundo”.

En palabras del europarlamentario Javier López: “durante esta legislatura que ahora acabamos Europa ha vivido la crisis sanitaria más importante del último siglo. Fue una dramática situación, pero de la que extraemos algunas importantes lecciones. Primero, que el valor más preciado que tiene nuestra sociedad es la salud de nuestros ciudadanos. Segundo, que el mayor y más importante instrumento para diseñar políticas públicas es la ciencia. Y tercero que, probablemente, el colectivo profesional al que más tengamos que reconocer, escuchar y seguir sean los profesionales de la salud pública. Justamente eso es lo que vamos a hacer con esta nueva Directiva”.

La nueva Directiva pretende establecer nuevos límites para la contaminación y combatir la polución —una cuestión que según la Agencia Europea del Medio Ambiente es la mayor amenaza medioambiental para la salud pública en la actualidad—. Se trata de una ley ambiciosa y al mismo tiempo fruto de un acuerdo con el Consejo sobre la calidad del aire y una atmósfera más limpia para las personas y el medio ambiente. El objetivo es que se permita un mayor control, que se monitoree mejor y refleje mejor la realidad de todo el territorio, acompañando a las administraciones locales en su aplicación y en, especialmente, en la implementación. Esta nueva ley pretende proteger la salud pública y a la ciudadanía, porque el aire limpio no es solo un lujo; es, sobre todo, un derecho que el Parlamento Europeo debe garantizar con esta nueva Directiva.

La mayor fuente de contaminantes atmosféricos en las ciudades proviene de los motores de combustión y el tráfico. El tráfico rodado aporta prácticamente la mayoría de la contaminación en el medio urbano. Según Ecologistas en Acción: La mejor forma de mejorar la calidad del aire en los municipios es reducir el tráfico motorizado, con un transporte público no contaminante que incluya una red de tren de cercanías de calidad, potenciando la movilidad activa peatonal y ciclista, mucho más sostenible a largo plazo y estableciendo Zonas de Bajas Emisiones (ZBE) adecuadas.

Frente a esta situación, Ecologistas en Acción entiende que las decisiones que se están tomando sobre movilidad en el Ayuntamiento de Sevilla van en contra de las directrices marcadas por la Unión Europea. Sea la eliminación del “Plan Respira”, sea la reducción física en el número de carriles bus, la falta de mantenimiento de los carriles bici o el anuncio de “la construcción de una red de aparcamientos rotatorios cerca de ronda histórica de Sevilla”, todas son medidas que aumentan la contaminación en la ciudad. El anuncio de no ampliación de las ZBE, que actualmente se ciñen a la Isla de la Cartuja, uno de los espacios con mejor calidad atmosférica, va en contra de la Ley de Cambio Climático e incluso de la Estrategia Andaluza de Calidad del Aire.

Cuando se ponen en marcha de forma bien planificada, con una extensión adecuada y un calendario claro, partiendo de una campaña de información con antelación suficiente, las Zonas de Bajas Emisiones funcionan, mejoran la calidad del aire y reducen la contaminación atmosférica. Las medidas para reducir el uso del transporte privado y motorizado en la ciudad, cuando se realizan ordenadamente, mejoran la vida de las personas.

Según la federación de ecologistas, para reducir la contaminación atmosférica y mitigar el efecto del cambio climático hay que ir allá donde está el problema. Los entornos hospitalarios y áreas cercanas a los centros educativos son los espacios más sensibles. En palabras de Ecologistas en Acción: “mientras en otras metrópolis, tanto del estado español como europeas, se adoptan medidas para reducir el tráfico, en el caso de Sevilla se proponen políticas de movilidad obsoletas, estancadas en el siglo pasado, promoviendo el uso del vehículo privado y motorizado y, además, se cuestionan los fondos europeos recibidos para una Movilidad Sostenible”.

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