Seis días de gasto militar de la OTAN financiarían todos los planes humanitarios anuales de la ONU

 

Los países de la Alianza Atlántica representan al 13% de la población mundial y suman el 56% de todo el presupuesto de defensa, gastando hasta 1,2 billones de dólares el año pasado

por Roger Tugas Vilardell , Barcelona, ​​Catalunya


Dos organizaciones internacionales, Naciones Unidas (ONU) y la OTAN . La primera, del ámbito de la cooperación y la acción humanitaria, necesitaba el pasado año 37.700 millones de dólares para impulsar un programa anual de apoyo a 160 millones de personas vulnerables en todo el mundo y tan sólo recibió la mitad de esta cifra. La segunda, del ámbito de la seguridad, incrementó el pasado año el gasto militar en casi 52.000 millones de dólares hasta alcanzar los 1,16 billones . Sólo el 1,6% de esta cantidad habría permitido a la ONU acabar de financiar todo su programa humanitario y, sin embargo, los líderes de la OTAN se reúnen para acordar mayores incrementos de la inversión militar.
(Para utilizar los mapas interactivos ir a la publicación original)

Año tras año, las crecientes desigualdades, guerras regionales y episodios como la Covid aumentan las necesidades de recursos de la ONU para cubrir las necesidades más básicas de los más vulnerables -en 2022 ha solicitado 41.000 millones de dólares-, sin alcanzar nunca este requerimiento. En cambio, el gasto militar no deja de inflarse, muy especialmente en Estados Unidos , pero también en el resto de integrantes de la OTAN y otros países de Oriente Medio , Rusia , Australia o Corea del Sur , tal como puede consultarse en el mapa superior, con datos del prestigioso  Instituto Internacional de Estudios para la Paz de Estocolmo (Sipri).

Según sus cálculos,el gasto militar global alcanzó el año pasado hasta los 2,11 billones de dólares , lo que equivale al 2,2% del PIB mundial y que supone un 6,1% más que en 2020. El incremento, eso sí, se reduce a un 0,7% si se tiene en cuenta la inflación. Los cinco estados que más recursos destinaron en términos absolutos fueron Estados Unidos, China , India , Reino Unido y Rusia, entre los que sumaron el 62% de la inversión total . En términos relativos, el gasto anual per cápita de EEUU es igualmente enorme, de casi 2.400 euros, pero hay dos estados que lo superan: Qatar (4.082) e Israel (2.753).

El ataque de Rusia a Ucrania ha alimentado las aspiraciones de los partidarios de aumentar de forma más acelerada el gasto militar. Así se han pronunciado muchos gobiernos europeos, entre ellos el español, con Pedro Sánchez defendiendo desacomplejadamente invertir más recursos, pese a que esta propuesta divide a la sociedad, contenta sólo a la derecha y, en todo caso, ya llevaba aplicando de forma tácita en los últimos años . En cualquier caso, la desproporción ya es muy clara, dado que, a pesar de que sólo un 12,5% de la población mundial vive en países de la OTAN, éstos acumulan el 55,7% de todo el gasto militar , tal y como se puede constatar en el siguiente gráfico interactivo.

(Para utilizar los mapas interactivos ir a la publicación original)

Sin embargo, sólo ocho miembros de la OTAN cumplen el objetivo de la Alianza Atlántica de destinar unos recursos superiores al 2% del PIB a gasto militar. Son seis más que en el 2014, pero este umbral se ha vuelto a situar prácticamente como una exigencia y más estados ya han reafirmado el compromiso de acercarse a ellos. Reino Unido, Francia , Portugal o Polonia ya lo cumplían el año pasado, pero otros como Alemania (1,3%), Canadá (1,3%), España (1,4%) o Italia (1,5%) , aún no, según los cálculos de Sipri. Estados Unidos sobrepasa de calle este objetivo (3,5% del PIB), y sin embargo, su presidente, Joe Biden, defiende un presupuesto que aún lo aumente en un 4%.

Más allá de la afiliación o no a la OTAN, el desequilibrio entre población y gasto militar también se evidencia si se observa a nivel de continentes , básicamente porque los países de la OTAN se concentran en Norteamérica y Europa y porque la inversión en defensa responde también a la riqueza de cada estado. Así, el hecho de que China e India aparezcan como el segundo y tercero mayores clientes de la industria armamentística se debe precisamente a que son los dos países más poblados del mundo, ya que, de hecho, la cantidad que destinan per cápita es inferior a la media global .

(Para utilizar los mapas interactivos ir a la publicación original)

No ocurre lo mismo si se compara con el PIB, ya que la riqueza por habitante es baja. Así, China destina a gasto militar el equivalente al 1,7% de su PIB, pero la India llega hasta un notable 2,7%, en parte debido al conflicto latente con el vecino Pakistán , donde la inversión sube aún más, hasta el 3,8%, por encima incluso de EE.UU. No es el récord, ya que siete países gastan en defensa y ejército más del 5% de su PIB, muchos de ellos en Oriente Medio: Omán (7,3%), Kuwait (6,7%), Arabia Saudita ( 6,6%), Argelia (5,6%), Azerbaiyán (5,3%), Israel (5,2%) y Jordania (5%).

Aun así, lasdiferencias entre pesos regionales de población y gasto son evidentes. En Asia vive un 59,4% de las personas, pero gasta sólo un 33,9% de los recursos en el ámbito militar. Más exagerados son los casos de África y América del Sur y Central , con un 16,9% y un 8,2% de la población y un 1,7% y un 2,7% del gasto militar , respectivamente . Por el contrario, escasamente un 4,9% de habitantes del planeta viven en Norteamérica, y es donde se gasta el 39,8% del presupuesto de defensa (básicamente, en EE.UU.), así como Europa (incluyendo Rusia) invierte el doble de lo que le correspondería por población y las grandes islas de Oceanía, el triple.

(Para utilizar los mapas interactivos ir a la publicación original)

El aumento del gasto militar del año pasado no es una excepción a la tónica general reciente, si bien la evolución no es ni mucho menos homogénea en todas partes. Estados Unidos ha vuelto a incrementarlo desde que Donald Trump llegó a la Casa Blanca, después de unos años de leve descenso, en especial en cuanto a la investigación y desarrollo , la partida para la que se ha disparado un 24% desde 2012. China, en cambio, lleva 27 años elevando progresivamente el gasto militar y, en concreto, en 2021 lo hizo en un 4,7%.

Ya con la operación en Ucrania en el horizonte, Rusia aceleró el rearme gastando un 2,9% más el año pasado y, en paralelo, Ucrania también se había preparado, especialmente desde que en 2014 , tuviera lugar lainvasión de Crimea . Desde entonces, había aumentado en un 72% el gasto militar. El pasado año, también tuvieron lugar incrementos notables en Japón (+7,3%) y Australia (+4%). Sin embargo, no es el momento en que más recursos se destinan a los ejércitos, al menos en cuanto a porcentaje del PIB (sí en términos absolutos), ya que el grifo fluía mucho más durante la guerra fría , en muchas regiones. De esta forma, Estados Unidos destinó recursos equivalentes al 9,4% de su PIB, en 1967, casi el triple que ahora, mientras que España vertía el 3% de su PIB a mediados de los 80 , el doble que actualmente.

(Para utilizar los gráficos interactivos ir a la publicación original)
Fuente Original: Nació Digital.cat con Llicència: CC BY-NC-ND 
Imagen de portada: Pedro Sánchez i Jens Stoltenberg, aquest dimarts a Madrid. | La Moncloa

(Para utilizar los gráficos interactivos ir a la publicación original)


(En cat)

Sis dies de despesa militar de l’OTAN finançarien tots els plans humanitaris anuals de l’ONU

por Roger Tugas Vilardell , Barcelona, ​​Catalunya

Los países de la Alianza Atlántica representan al 13% de la población mundial y suman el 56% de todo el presupuesto de defensa, gastando hasta 1,2 billones de dólares el año pasado

Dues organitzacions internacionals, Nacions Unides (ONU) i l’OTAN. La primera, de l’àmbit de la cooperació i l’acció humanitària, necessitava l’any passat 37.700 milions de dòlars per impulsar un programa anual de suport a 160 milions de persones vulnerables arreu del món i tan sols va rebre la meitat d’aquesta xifra. La segona, de l’àmbit de la seguretat, va incrementar l’any passat la despesa militar en quasi 52.000 milions de dòlars fins a assolir els 1,16 bilions. Només l’1,6% d’aquesta quantitat hauria permès a l’ONU acabar de finançar tot el seu programa humanitari i, malgrat això, els líders de l’OTAN es reuneixen des d’aquest dimarts i fins dijous a Madrid per acordar majors increments de la inversió militar.

(Para utilizar los gráficos interactivos ir a la publicación original)

 

Any rere any, les desigualtats creixents, guerres regionals i episodis com la Covid fan augmentar les necessitats de recursos de l’ONU per cobrir les necessitats més bàsiques dels més vulnerables -aquest 2022 ha sol·licitat 41.000 milions de dòlars-, sense assolir mai aquest requeriment. En canvi, la despesa militar no deixa d’inflar-se, molt especialment als Estats Units, però també a la resta d’integrants de l’OTAN i altres països de l’Orient MitjàRússiaAustràlia o Corea del Sud, tal com es pot consultar al mapa superior, amb dades del prestigiós Institut Internacional d’Estudis per a la Pau d’Estocolm (Sipri).

Segons els seus càlculs, la despesa militar global va arribar l’any passat fins als 2,11 bilions de dòlars, quantitat que equival al 2,2% del PIB mundial i que suposa un 6,1% més que el 2020. L’increment, això sí, es redueix a un 0,7% si es té en compte la inflació. Els cinc estats que més recursos hi van destinar en termes absoluts van ser els Estats Units, la Xina, l’Índia, el Regne Unit i Rússia, entre els quals van sumar el 62% de la inversió total. En termes relatius, la despesa anual per càpita dels EUA és igualment enorme, de quasi 2.400 euros, però hi ha dos estats que la superen: Qatar (4.082) i Israel (2.753).

L’atac de Rússia a Ucraïna ha alimentat les aspiracions dels partidaris d’augmentar de forma més accelerada la despesa militar. Així s’hi han pronunciat molts governs europeus, entre els quals l’espanyol, amb Pedro Sánchez defensant desacomplexadament invertir-hi més recursos, malgrat que aquesta proposta divideix la societat, acontenta només la dreta i, en tot cas, ja portava aplicant-se de forma tàcita els últims anys. En tot cas, la desproporció ja és molt clara, atès és que, malgrat que només un 12,5% de la població mundial viu a països de l’OTAN, aquests acumulen el 55,7% de tota la despesa militar, tal com es pot constatar al següent gràfic interactiu.

(Para utilizar los gráficos interactivos ir a la publicación original)

Malgrat tot, només vuit membres de l’OTAN compleixen l’objectiu de l’Aliança Atlàntica de destinar uns recursos superiors al 2% del PIB a despesa militar. En són sis més que el 2014, però aquest llindar s’ha tornat a situar pràcticament com una exigència i més estats ja han refermat el compromís d’acostar-s’hi. Regne Unit, FrançaPortugal o Polònia ja ho complien l’any passat, però altres com Alemanya (1,3%), Canadà (1,3%), Espanya (1,4%) o Itàlia (1,5%), encara no, segons els càlculs de Sipri. Els Estats Units sobrepassen de carrer aquest objectiu (3,5% del PIB), i tot i això, el seu president, Joe Biden, defensa un pressupost que encara l’augmenti en un 4%.

Més enllà de l’afiliació o no a l’OTAN, el desequilibri entre població i despesa militar també s’evidencia si s’observa a nivell de continents, bàsicament perquè els països de l’OTAN es concentren a Amèrica del Nord i Europa i perquè la inversió en defensa respon també a la riquesa de cada estat. Així, el fet que la Xina i l’Índia apareguin com el segon i tercer majors clients de la indústria armamentística es deu precisament a que són els dos països més poblats del món, ja que, de fet, la quantitat que hi destinen per càpita és inferior a la mitjana global.
(Para utilizar los gráficos interactivos ir a la publicación original)

No ocorre el mateix si es compara amb el PIB, ja que la riquesa per habitant hi és baixa. Així, la Xina destina a despesa militar l’equivalent a l’1,7% del seu PIB, però l’Índia arriba fins a un notable 2,7%, en part a causa del conflicte latent amb el veí Pakistan, on la inversió puja encara més, fins al 3,8%, per damunt fins i tot dels EUA. No és el rècord, ja que set països gasten en defensa i exèrcit més del 5% del seu PIB, molts dels quals a l’Orient Mitjà: Oman (7,3%), Kuwait (6,7%), Aràbia Saudita (6,6%), Algèria (5,6%), Azerbaidjan (5,3%), Israel (5,2%) i Jordània (5%).

Així i tot, les diferències entre pesos regionals de població i despesa són evidents. A l’Àsia hi viu un 59,4% de les persones, però gasta només un 33,9% dels recursos en l’àmbit militar. Més exagerats són els casos de l’Àfrica i l’Amèrica del Sud i Central, amb un 16,9% i un 8,2% de la població i un 1,7% i un 2,7% de la despesa militar, respectivament. Per contra, escassament un 4,9% d’habitants del planeta viuen a l’Amèrica del Nord, i és on es gasta el 39,8% del pressupost de defensa (bàsicament, als EUA), així com Europa (incloent Rússia) hi inverteix el doble del que li pertocaria per població i les grans illes d’Oceania, el triple.

(Para utilizar los gráficos interactivos ir a la publicación original)

 

L’augment de la despesa militar de l’any passat no és una excepció a la tònica general recent, per bé que l’evolució no és ni molt menys homogènia arreu. Els Estats Units l’han tornat a incrementar des que Donald Trump va arribar a la Casa Blanca, després d’uns anys de lleu descens, en especial pel que fa a la recerca i desenvolupament, la partida per a la qual s’ha disparat un 24% des del 2012. La Xina, en canvi, porta 27 anys elevant progressivament la despesa militar i, en concret, el 2021 ho va fer en un 4,7%.

Ja amb l’operació a Ucraïna a l’horitzó, Rússia va accelerar el rearmament gastant-hi un 2,9% més l’any passat i, en paral·lel, Ucraïna també s’havia preparat, especialment des que, el 2014, tingués lloc la invasió de Crimea. Des de llavors, havia augmentat en un 72% la despesa militar. L’any passat, també van tenir lloc increments notables a Japó (+7,3%) i Austràlia (+4%). Tot i això, no és el moment que més recursos es destinen als exèrcits, almenys pel que fa a percentatge del PIB (sí en termes absoluts), ja que l’aixeta fluïa molt més durant la guerra freda, a moltes regions. D’aquesta manera, els Estats Units van destinar-hi recursos equivalents al 9,4% del seu PIB, el 1967, quasi el triple que ara, mentre que l’estat espanyol hi abocava el 3% del seu PIB a mitjans dels 80, el doble que actualment.

Res a veure, però, amb Kuwait, que després de ser envaït per Iraq el 1990, va rearmar-se gastant en armes en un any l’equivalent al 117,3% del seu PIB. Igualment, durant la seva guerra amb Etiòpia entre 1998 i 2000, Eritrea va tenir una despesa militar anual propera a un terç del seu PIB. Molt elevades eren igualment les quantitats abocades per Israel durant i després de la guerra del Yom Kippur, contra una lliga de països àrabs liderats per Egipte i Síria, arribant a destinar-hi el 30,5% del seu PIB el 1975. Es poden consultar totes les evolucions de tots els països en diferents magnituds al següent gràfic interactiu.

(Para utilizar los gráficos interactivos ir a la publicación original)
Fuente Original: Nació Digital.cat con Llicència: CC BY-NC-ND
Imagen de portada: Pedro Sánchez i Jens Stoltenberg, aquest dimarts a Madrid. | La Moncloa

(Para utilizar los gráficos interactivos ir a la publicación original)
Compartir
Ir al contenido