«Seguramente moriré en prisión, pero intentaré que las personas aprisionadas en un futuro no sean tratadas como basura»
La atención mediática en relación a las prisiones en las últimas semanas ha estado muy centrada en la huelga de funcionarios de prisión y en la huelga de hambre de los presos políticos catalanes, pero poco -o nada- se ha hablado de la huelga de hambre que empiezan hoy una treintena de presos sociales en diferentes centros penitenciarios del Estado español -y ya es la tercera del año- para visibilizar la tabla reivindicativa de doce puntos, que no pide otra cosa «que el Estado español respete a sus propias leyes y los derechos humanos dentro de las cárceles «. Para conseguir testimonios en primera persona, la Directa ha contactado por correo postal con dos de los presos que desde hace más de dos años participan en esta propuesta de lucha activa desde dentro de los centros penitenciarios.
Toni Chavero (TC) es de Madrid, tiene 47 años y lleva entrando y saliendo de prisión desde 1996, siempre por condenas relacionadas con robos y alguna tensión con los funcionarios de prisión. Entre unas cosas y otras, hace más de veinte años que está preso, y tiene prevista su salida para el año 2026. Según se define él mismo «fui politoxicómano hasta que abrí los ojos y me puse a luchar». Actualmente se encuentra en primer grado -o régimen cerrado- en el centro penitenciario de Albocàsser (Castellón II).
José Ángel Martins Mendoza (JM) -alias Peque- es miembro del colectivo anarquista de presos sociales Colapso y en su actual condena lleva privado de libertad ocho años y medio -aunque antes ya acumulaba a sus espaldas más de dieciocho años en prisión. Actualmente se encuentra privado de libertad, en primer grado, en la prisión de Puerto III (Cádiz). Se define como antimilitarista, antisistema, antiautoritario. «Si me tuviera que definir, diría que soy libre pensador, porque sólo por el hecho de decir que eres anarquista, ya estás cometiendo un delito».
¿Qué significa para vosotros estar «en lucha activa»?
TC: Para mí estar en lucha activa significa tener algún motivo por el que vivir aquí dentro, para no dejarme doblegar y vivir con dignidad. Mi decisión es cumplir estas condenas como creo que debo cumplirlas, sin someterme, sin pasar por sus anillos y siendo libre de todos los yugos y cadenas. Luchar es la única forma de vivir que entiendo aquí dentro, si no me sentiría un despreciable. Y prefiero morirme, a estar vegetando. Esto es lo que significa para mí. Estoy en esta posición desde 2015, cuando tras un engravament de mi condena vi y sentí la necesidad de estar en lucha. Lo intenté cogiendo las ideas de experiencias anteriores, como la Coordinadora de Presos En Lucha (COPEL) y la Asociación de Presos en Régimen Especial (APRE), pasando por carta nuestras ideas y propuestas a los colectivos de apoyo a la calle , para abrirlas a debate y crear esta propuesta de lucha activa que sigue viva hoy. Antes de 2015 yo ya era asiduo escritor de críticas al sistema, pero sin tanta intensidad.
JM: Para los compañeros que estamos en lucha activa significa luchar día a día para conseguir unos derechos dignos dentro de las cárceles, sentirnos vivos y realizados como personas y no decir que algo está bien, cuando sabes que está muy mal, cerrando los ojos y mirando hacia otro lado. Es la lucha por nuestros derechos y los de nuestros compañeros y compañeras, amistad, fraternidad y dignidad. Y mi posición por la defensa de estos ideales comenzó desde mi entrada a prisión en 1991, cuando empecé a leer escritores como Proudhon, Bakunin o Kropotkin.
¿Cuáles son sus exigencias desde dentro?
TC: Nuestras exigencias, de acuerdo con nuestra tabla reivindicativa, son que en primer lugar -ya corto plazo- que cumplan con sus propias leyes y respetan nuestros derechos como presos. En segundo lugar, ya largo plazo, conseguir la abolición de las cárceles por su inutilidad «resocializadora». La prisión es un simple negocio, un negocio que ahora está en auge.
JM: Nuestras exigencias son los doce puntos de nuestra tabla reivindicativa. No queremos privilegios, sólo los beneficios estipulados en el Reglamento Penitenciario (RP) y la Ley Orgánica General Penitenciaria (LOGP). Sin tener que denigrar para que nos dan el trato que nos corresponde por ley, en un país democrático. Luchamos desde dentro para que prácticamente todos los que estamos en lucha activa llevamos casi toda la vida en prisión. En mi caso, desde que tenía 16 años
Desde el pasado mes de mayo ha realizado diferentes huelgas de hambre y acciones con el objetivo de visibilizar su tabla reivindicativa. ¿Qué resultados tienen las huelgas y cómo se están viviendo desde dentro?
TC: Los resultados de las huelgas de hambre que hemos realizado no son algo palpable, que se pueda ver rápidamente. Si tenemos en cuenta que esta propuesta de lucha se empezó a «cocinar» en 2015, y que se inició en 2016, no creo que todavía sea el tiempo correcto para valorarla en relación a otras luchas anticarceràries. Si yo tuviera que valorar estas huelgas de hambre diría que han ayudado mucho a la coordinación entre dentro y fuera, y han generado más unión. Lo que más valoro es la humanidad que se ha desplegado, tanto dentro como fuera. Sobre los presos que se han unido, por la información que me ha llegado, diría que son una veintena. De una población reclusa de más de 60.000 personas, una veintena puede parecer insignificante, pero creo que igualmente es muy positivo. En definitiva, preferimos que los pocos que seamos estemos concienciados y luchamos con seriedad. Ahora mismo nos encontramos dispuestos a seguir adelante, reflexionando sobre cómo ha ido este 2018 y pensando que deberíamos cambiar para mejorar. Ahora en diciembre empezamos otra huelga de hambre, y en 2019 haremos las que sean necesarias. Es necesario dialogar y reflexionar entre nosotros como continuaremos. Creo que estamos avanzando mucho.
JM: De momento, en mi opinión, poco o nada hemos conseguido con las huelgas de hambre, ya que en lucha activa sólo nos encontramos entre 18 y 25 compañeros y compañeras. Si nuestra lucha continúa como tenemos pensado, y se suman más presos y presas, la cosa cambiara bastante. El nerviosismo por parte de Instituciones Penitenciarias se nota cada vez más.
A nivel represivo, le está afectando el hecho de ser tomados en lucha activa y participar en huelgas de hambre?
TC: A nivel represivo tenemos muchos problemas. Yo soy de Madrid, y estoy preso en Castellón. Me han trasladado muchas veces, y nunca llegue a estar más de un año en la misma prisión. Por lo tanto, me afecta en la dispersión, la intervención de las comunicaciones, el régimen de aislamiento continuado en primer grado, las palizas, las sujeciones mecánicas … Hay un desprecio constante de los funcionarios hacia los presos en lucha activa. Lo más difícil es mantenerse psicológicamente fuerte para seguir adelante, para que todo esto pasa factura.
JM: La muestra de su nerviosismo es la represión que nos están haciendo pasar: registros diarios, intervención de la correspondencia, cartas que se pierden, dispersión, rotura de objetos personales, aplicación de aislamiento para participar en ayunos y huelgas de hambre, formas despectivas de hablarnos y trato degradante constante. Cuando empezamos esta propuesta de lucha sólo éramos cuatro o cinco presos, y actualmente ya somos más de una veintena. En estos momentos nos encontramos a punto de comenzar la última huelga de hambre del año, para luego realizar una asamblea interna y saber cuántos continuamos y cuantos más se suman a la propuesta de lucha activa.
Qué pediríais a la gente que le apoya desde fuera?
TC: Desde fuera para mí es muy importante visibilizar a los colectivos que han estado con nosotros desde el principio de la propuesta en 2015, como el colectivo Tokat en Valencia y el grupo Pro-presxs de Madrid. Después de esto, también se han sumado otros colectivos de todo el Estado, y creo que cada vez se van sumando más apoyos a nuestra propuesta. Creo que uno de los factores determinantes para sumar apoyos han sido las huelgas de hambre que empezamos en mayo de 2018, y la visibilidad que nos ha dado el documental de la COPEL. Ahora mismo sabemos que se están haciendo acciones de solidaridad con nuestra lucha en diferentes ciudades de España, y estamos muy agradecidos. A las personas que luchan contra las cárceles desde fuera les diría que muchas gracias, que intentan mantenerse unidas y mantengan la constancia.
JM: La verdad que fuera tenemos compañeros muy cualificados que lo dan todo por esta lucha. Hay otros que tienen muchas ganas de ayudarnos, pero que por ignorancia van un poco perdidos. Por otra parte, estos grupos tienen medios escasos, así que hacen lo que pueden. Lo que me gustaría pedirles a los compañeros antiautoritarios y anticarceraris es mucha difusión. Ya sea mediante la publicación de fanzines , charlas, proyección de documentales … Que todo el mundo sepa lo que fue la COPEL y el APRE. Podemos avanzar mucho antes de que nos aplastan.
Cree que sería positiva y posible la coordinación entre toda la comunidad anticarcerària?
TC: Sí, creo que es posible y sería muy positiva la unión desde fuera. Si mejorara la coordinación nos podríamos articular de una forma más fluida. Ahora bien, la realidad y la experiencia nos indica que si tenemos en cuenta la forma de pensar de cada persona y grupo, la coordinación no resulta nada fácil. Que todas las personas de un grupo estén de acuerdo con una forma de actuar ya resulta difícil, así que coordinarnos todos en esta lucha es muy complicado. Yo creo que se podría conseguir estableciendo unas bases lógicas de acuerdo con lo que se pretende conseguir a corto y largo plazo. A partir de ahí, dialogar y ser flexibles los unos con los otros, ya que el fin de nuestra lucha es el mismo. Todos vamos en una misma dirección, pero por caminos diferentes. Por otra parte, esto es lo que nos enriquece: la libertad de pensamiento y acción.
JM: Claro que creo que sería posible y positiva cualquier tipo de coordinación anticarcerària, con grupos como la Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía (APDHA), los sindicatos CGT y CNT, periódicos, revistas, abogados … y como no, con grupos anarquistas . Hace algo más de dos años ya se celebró una asamblea nacional con casi todos estos grupos. Muchos de los que acudieron a la asamblea dijeron que nos ayudarían en la lucha anticarcerària, pero muchos de estos, al poco, parece que olvidaron su compromiso. Según mi opinión, ahora que nuevos grupos de apoyo quieren unirse a nuestra lucha, sería aconsejable volver a realizar una asamblea donde los que realmente quieran ayudarnos lo dejan claro. Y los que únicamente ofrecen su apoyo para quedar bien, que no hagan perder el tiempo a los compañeros y compañeras de la calle, y menos a nosotros. Necesitamos diálogo y compromiso. Sé que los compañeros que luchan desde fuera no les resulta fácil, ni tienen demasiados recursos para poder ayudar, pero todo el mundo debe ser sincero y dejar claro hasta dónde puede llegar.
¿Cuál es su opinión sobre los presos políticos? Cree que se podrían unir a su lucha y reivindicaciones?
TC: Mi experiencia con los presos políticos de Resistencia Galega, GRAPO y ETA siempre ha sido muy positiva. Creo que son muy solidarios, que tienen muy claro lo que quieren y están muy unidos. Mi visión de ellos y ellas es muy positiva, y la verdad que he aprendido muchas cosas buenas. Hace dos años o más que se les comunicó nuestra propuesta de lucha, y aunque están de acuerdo con nuestras reivindicaciones, están más centrados en su lucha que en implicarse con nosotros. Creo que si se unieran a nuestra lucha podría ayudar a mejorar las condiciones en las cárceles y la visibilidad de nuestras acciones sería más amplia y contundente, porque detrás tienen mucho apoyo y porque son personas con una convicción moral y un posicionamiento indestructible. Por lo tanto creo que si se unieran sería muy positivo.
JM: Sobre los presos políticos opine que sólo miran por su culo, y no les interesan nuestras luchas a menos que sepan que pueden ser beneficiosas para ellos y ellas. Y claro que se podrían sumar a nuestra propuesta de lucha, ya que la cárcel funciona en contra de todos. Aparte de ser más participantes en la propuesta, serían más abogados, familiares y movimientos implicados. Esto ayudaría a que nuestras reivindicaciones se escucharon mucho más.
Hacia donde vuestra lucha? Como veis el futuro de la propuesta de lucha activa que está llevando a cabo?
TC: El objetivo de nuestra lucha consiste, en parte, al generar y recuperar el espíritu y la solidaridad de las anteriores luchas anticarceràries, donde estaban mucho más unidos y si golpeaban a una debían golpear a todas. Pero también queremos obligar, a través de nuestras acciones, a que las insituciones cumplan sus leyes teóricas y las ponen en práctica. A corto y medio plazo es lo que queremos, que cumplan sus leyes y respetan nuestros derechos. A largo plazo pretendemos destruir y abolir las cárceles por su inutilidad y falsedad. Dicen que su función se reinsertar, pero sólo castigan. Dicen que recuperan a las personas para volver a la sociedad, pero lo único que hacen es doblar su voluntad. El sistema carcelario sólo funciona como un negocio para el Estado. Las cárceles no reinsertar, no resocializar.
JM: Nuestra lucha, básicamente, va encaminada a sentirnos vivos exigiendo nuestros derechos y no sentirnos seres inertes. Yo ya estoy condenado a más de veinte años de prisión y, seguramente, por tener dignidad y no dejarme robotizar, moriré aquí en la cárcel. Pero al menos intentaré que las personas que sean aprisionadas en un futuro no sean tratadas como basura, que es lo que está pasando ahora mismo en las cárceles. A corto plazo exigimos que se respeten nuestros derechos y que las condenas se puedan pagar en dignidad. A largo plazo, queremos la absoluta abolición del estado-negocio carcelario.
«Segurament moriré a la presó, però intentaré que les persones empresonades en un futur no siguen tractades com a escombraries»
Entrevistem per correu postal Toni Chavero i José Ángel Martins Mendoza, dos dels presos que participen activament en la proposta de lluita activa dins de les presons -que va començar fa més de dos anys-, i que avui inicien la tercera vaga de fam de 2018 per reivindicar que es respecten les lleis i els drets humans dins dels centres penitenciaris. L’acció, que comença avui i en la que participen vora una trentena de presos i preses, pretén estendre’s fins al dimarts 25 de desembre a diferents presons de l’Estat espanyol
L’atenció mediàtica en relació a les presons en les últimes setmanes ha estat molt centrada en la vaga de funcionaris de presó i en la vaga de fam dels presos polítics catalans, però poc -o res- s’ha parlat de la vaga de fam que comencen avui una trentena de presos socials a diferents centres penitenciaris de l’Estat espanyol -i ja és la tercera de l’any- per visibilitzar la taula reivindicativa de dotze punts, que no demana altra cosa “que l’Estat espanyol respecte les seues pròpies lleis i els drets humans dins les presons”. Per aconseguir testimonis en primera persona, la Directa ha contactat per correu postal amb dos dels presos que des de fa més de dos anys participen en aquesta proposta de lluita activa des de dins dels centres penitenciaris.
Una trentena de presos socials comencen una vaga de fam avui a diferents centres penitenciaris de l’Estat espanyol -i ja és la tercera de l’any- per visibilitzar la taula reivindicativa de dotze punts, que no demana altra cosa “que l’Estat espanyol respecte les seues pròpies lleis i els drets humans dins les presons”
Toni Chavero (TC) és de Madrid, té 47 anys i porta entrant i eixint de presó des de 1996, sempre per condemnes relacionades amb robatoris i alguna tensió amb els funcionaris de presó. Entre unes coses i altres, fa més de vint anys que està pres, i té prevista la seua eixida per l’any 2026. Segons es defineix ell mateix “vaig ser politoxicòman fins que vaig obrir els ulls i em vaig posar a lluitar”. Actualment es troba en primer grau -o règim tancat- al centre penitenciari d’Albocàsser (Castelló II).
José Ángel Martins Mendoza (JM) -alies Peque- és membre del col·lectiu anarquista de presos socials Colapso i en la seua actual condemna porta privat de llibertat vuit anys i mig -tot i que abans ja acumulava a l’esquena més de divuit anys en presó. Actualment es troba privat de llibertat, en primer grau, a la presó de Puerto III (Cadis). Es defineix com antimilitarista, antisistema, antiautoritari. “Si m’hagués de definir, diria que sóc lliure pensador, perquè només pel fet de dir que ets anarquista, ja estàs cometent un delicte”.
Què significa per vosaltres estar “en lluita activa”?
TC: Per mi estar en lluita activa significa tindre algun motiu pel qual viure aquí dins, per no deixar-me doblegar i viure amb dignitat. La meua decisió és complir aquestes condemnes com crec que he de complir-les, sense sotmetre’m, sense passar pels seus anells i sent lliure de tots els jous i cadenes. Lluitar és l’única forma de viure que entenc ací dins, si no em sentiria un menyspreable. I preferisc morir-me, a estar vegetant. Això és el que significa per mi. Estic en aquesta posició des de 2015, quan després d’un engravament de la meua condemna vaig vore i vaig sentir la necessitat d’estar en lluita. Ho vaig intentar agafant les idees d’experiències anteriors, com la Coordinadora de Presos En Lucha (COPEL) i l’Asociación de Presos en Régimen Especial (APRE), passant per carta les nostres idees i propostes als col·lectius de suport al carrer, per obrir-les a debat i crear aquesta proposta de lluita activa que segueix viva avui. Abans de 2015 jo ja era assidu escriptor de crítiques al sistema, però sense tanta intensitat.
JM: Per als companys que estem en lluita activa significa lluitar dia a dia per aconseguir uns drets dignes dins les presons, sentir-nos vius i realitzats com a persones i no dir que alguna cosa està bé, quan saps que està molt malament, tancant els ulls i mirant cap a un altre costat. És la lluita pels nostres drets i els dels nostres companys i companyes, amistat, fraternitat i dignitat. I la meua posició per la defensa d’aquests ideals va començar des de la meua entrada a presó en 1991, quan vaig començar a llegir escriptors com Proudhon, Bakunin o Kropotkin.
Quines són les vostres exigències des de dins?
TC: Les nostres exigències, d’acord amb la nostra taula reivindicativa, son que en primer lloc -i a curt termini- que complisquen amb les seues pròpies lleis i respecten els nostres drets com a presos. En segon lloc, i a llarg termini, aconseguir l’abolició de les presons per la seua inutilitat “resocialitzadora”. La presó és un simple negoci, un negoci que ara està en auge.
JM: Les nostres exigències són els dotze punts de la nostra taula reivindicativa. No volem privilegis, només els beneficis estipulats en el Reglament Penitenciari (RP) i la Llei Orgànica General Penitenciaria (LOGP). Sense haver de denigrar-nos perquè ens donen el tracte que ens pertoca per llei, en un país democràtic. Lluitem des de dins perquè pràcticament tots els que estem en lluita activa portem quasi tota la vida en presó. En el meu cas, des que tenia 16 anys
Des del passat mes de maig heu realitzat diferents vagues de fam i accions amb l’objectiu de visibilitzar la vostra taula reivindicativa. Quins resultats tenen les vagues i com s’estan vivint des de dins?
TC: Els resultats de les vagues de fam que hem anat realitzant no són quelcom palpable, que es puga vore ràpidament. Si tenim en compte que aquesta proposta de lluita es va començar a «cuinar» en 2015, i que es va iniciar en 2016, no crec que encara siga el temps correcte per valorar-la en relació a altres lluites anticarceràries. Si jo hagués de valorar aquestes vagues de fam diria que han ajudat molt a la coordinació entre dins i fora, i han generat més unió. El que més valore és la humanitat que s’ha desplegat, tant dins com fora. Sobre els presos que s’han unit, per la informació que m’ha arribat, diria que són una vintena. D’una població reclosa de més de 60.000 persones, una vintena pot semblar insignificant, però crec que igualment és molt positiu. En definitiva, preferim que els pocs que siguem estiguem conscienciats i lluitem amb serietat. Ara mateix ens trobem disposats a continuar endavant, reflexionant sobre com ha anat aquest 2018 i pensant que hauríem de canviar per millorar. Ara al desembre comencem una altra vaga de fam, i en 2019 farem les que siguen necessàries. És necessari dialogar i reflexionar entre nosaltres com continuarem. Crec que estem avançant molt.
JM: De moment, en la meua opinió, poc o res hem aconseguit amb les vagues de fam, ja que en lluita activa només ens trobem entre 18 i 25 companys i companyes. Si la nostra lluita continua com tenim pensat, i se sumen més presos i preses, la cosa canviara bastant. El nerviosisme per part de Instituciones Penitenciarias es nota cada cop més.
A nivell repressiu, us està afectant el fet de ser presos en lluita activa i participar en vagues de fam?
TC: A nivell repressiu tenim molts problemes. Jo sóc de Madrid, i estic pres a Castelló. M’han traslladat molts cops, i mai arribe a estar més d’un any en la mateixa presó. Per tant, m’afecta en la dispersió, la intervenció de les comunicacions, el règim d’aïllament continuat en primer grau, les pallisses, les subjeccions mecàniques… Hi ha un menyspreu constant dels funcionaris cap als presos en lluita activa. El més difícil és mantindre’s psicològicament fort per seguir endavant, perquè tot això passa factura.
JM: La mostra del seu nerviosisme és la repressió que ens estan fent passar: escorcolls diaris, intervenció de la correspondència, cartes que es perden, dispersió, trencament d’objectes personals, aplicació d’aïllament per participar en dejunis i vagues de fam, formes despectives de parlar-nos i tracte degradant constant. Quan vam començar aquesta proposta de lluita només érem quatre o cinc presos, i actualment ja som més d’una vintena. En aquests moments ens trobem a punt de començar l’última vaga de fam de l’any, per després realitzar una assemblea interna i saber quants continuem i quants més se sumen a la proposta de lluita activa.
Què demanaríeu a la gent que us dona suport des de fora?
TC: Des de fora per mi és molt important visibilitzar als col·lectius que han estat amb nosaltres des del principi de la proposta el 2015, com el col·lectiu Tokata en València i el grup Pro-Presxs de Madrid. Després d’això, també s’han sumat altres col·lectius d’arreu de l’Estat, i crec que cada cop es van sumant més suports a la nostra proposta. Crec que un dels factors determinants per sumar suports han sigut les vagues de fam que vam començar el maig de 2018, i la visibilitat que ens ha donat el documental de la COPEL. Ara mateix sabem que s’estan fent accions de solidaritat amb la nostra lluita a diferents ciutats de l’Estat espanyol, i estem molt agraïts. A les persones que lluiten contra les presons des de fora els diria que moltes gràcies, que intenten mantenir-se unides i mantinguen la constància.
JM: La veritat que fora tenim companys i companyes molt qualificats que ho donen tot per aquesta lluita. Hi ha altres que tenen moltes ganes d’ajudar-nos, però que per ignorància van una mica perduts. Per altra banda, aquests grups tenen mitjans escassos, així que fan el que poden. El que m’agradaria demanar-los als companys antiautoritaris i anticarceraris és molta difusió. Ja siga mitjançant la publicació de fanzines, xarrades, projecció de documentals… Que tothom sàpiga el que va ser la COPEL i l’APRE. Podem avançar molt abans que ens aixafen.
Creieu que seria positiva i possible la coordinació entre tota la comunitat anticarcerària?
TC: Sí, crec que és possible i seria molt positiva la unió des de fora. Si millorara la coordinació ens podríem articular d’una forma més fluida. Ara bé, la realitat i l’experiència ens indica que si tenim en compte la forma de pensar de cada persona i grup, la coordinació no resulta gens fàcil. Que totes les persones d’un grup estiguen d’acord amb una manera d’actuar ja resulta difícil, així que coordinar-nos tots en aquesta lluita és molt complicat. Jo crec que es podria aconseguir establint unes bases lògiques d’acord amb el que es pretén aconseguir a curt i llarg termini. A partir d’ahí, dialogar i ser flexibles els uns amb els altres, ja que el fi de la nostra lluita és el mateix. Tots anem en una mateixa direcció, però per camins diferents. Per altra banda, això és el que ens enriqueix: la llibertat de pensament i acció.
JM: Clar que crec que seria possible i positiva qualsevol mena de coordinació anticarcerària, amb grups com l’Associació Pro Derechos Humanos de Andalucía (APDHA), els sindicats CGT i CNT, periòdics, revistes, advocats…i com no, amb grups anarquistes. Fa una mica més de dos anys ja es va celebrar una assemblea nacional amb quasi tots aquests grups. Molts dels que van acudir a l’assemblea van dir que ens ajudarien en la lluita anticarcerària, però molts d’aquests, al cap de poc, sembla que van oblidar el seu compromís. Segons la meua opinió, ara que nous grups de suport volen unir-se a la nostra lluita, seria aconsellable tornar a realitzar una assemblea on els que realment vulguen ajudar-nos ho deixen clar. I els que únicament ofereixen el seu suport per quedar bé, que no facen perdre el temps als companys i companyes del carrer, i menys a nosaltres. Necessitem diàleg i compromís. Sé que als companys que lluiten des de fora no els resulta fàcil, ni tenen massa recursos per poder ajudar, però tothom ha de ser sincer i deixar clar fins on pot arribar.
Quina és la vostra opinió sobre els presos polítics? Creieu que es podrien unir a la vostra lluita i reivindicacions?
TC: La meua experiència amb els presos polítics de Resistencia Galega, GRAPO i ETA sempre ha sigut molt positiva. Crec que són molt solidaris, que tenen molt clar el que volen i estan molt units. La meua visió d’ells i elles és molt positiva, i la veritat que he aprés moltes coses bones. Fa dos anys o més que se’ls va comunicar la nostra proposta de lluita, i tot i que estan d’acord amb les nostres reivindicacions, estan més centrats en la seua lluita que en implicar-se amb nosaltres. Crec que si s’uniren a la nostra lluita podria ajudar a millorar les condicions en les presons i la visibilitat de les nostres accions seria més amplia i contundent, perquè al darrere tenen molt de suport i perquè son persones amb una convicció moral i un posicionament indestructible. Per tant crec que si s’uniren seria molt positiu.
JM: Sobre els presos polítics opine que només miren pel seu cul, i no els interessen les nostres lluites a no ser que sàpiguen que poden ser beneficioses per ells i elles. I clar que es podrien sumar a la nostra proposta de lluita, ja que la presó funciona en contra de tothom. A banda de ser més participants en la proposta, serien més advocats, familiars i moviments implicats. Això ajudaria a fer que les nostres reivindicacions s’escoltaren molt més.
Cap a on va la vostra lluita? Com veieu el futur de la proposta de lluita activa que esteu portant a terme?
TC: L’objectiu de la nostra lluita consisteix, en part, en generar i recuperar l’esperit i la solidaritat de les anteriors lluites anticarceràries, on estaven molt més units i si colpejaven a una havien de colpejar-les a totes. Però també volem obligar, a través de les nostres accions, a què les insitucions complisquen les seues lleis teòriques i les posen en pràctica. A curt i mitjà termini és el que volem, que complisquen les seues lleis i respecten els nostres drets. A llarg termini pretenem destruir i abolir les presons per la seua inutilitat i falsedat. Diuen que la seua funció es reinsertar, però només castiguen. Diuen que recuperen a les persones per tornar a la societat, però l’únic que fan és doblegar la seua voluntat. El sistema carcerari només funciona com un negoci per l’Estat. Les presons no reinserten, no resocialitzen. Només són escoles de delinqüència, encobertes per una falsa aparença de cara a la societat.
JM: La nostra lluita, bàsicament, va encaminada a sentir-nos vius exigint els nostres drets i no sentir-nos éssers inerts. Jo ja estic condemnat a més de vint anys de presó i, segurament, per tindre dignitat i no deixar-me robotitzar, moriré aquí en la presó. Però almenys intentaré que les persones que siguen empresonades en un futur no siguen tractades com a escombraries, que és el que està passant ara mateix a les presons. A curt termini exigim que es respecten els nostres drets i que les condemnes es puguen pagar en dignitat. A llarg termini, volem l’absoluta abolició de l’estat-negoci carcerari.