A las 8.00, en una mañana desmayada de bastonazos de sol, la vía anda, los trigos están en paz,  descansados  de jornal. Quico Sabaté derriba la pólvora de un somatén   cuartelero y de clero.
  Corazón de columna, cartuchera calada, bala de CNT y la luna como manta.  Escupe la Guardia Civil, metralla y tiranía y pelea   Quico de mano, de pistola, de   sindicato.
  Cuando a pie o en tren, hagas camino por San celoni, deja un puñado de lucha en la tierra y saluda a la libertad clavada de tumba.
Eduardo Andradas.
Cvo.Poesía Indigente