Revolucionarios Muertos y Radicales a Modo
Llevar al pueblo a un callejón sin salida y arrebatarle las banderas, siempre ha sido la estrategia de los reaccionarios que controlan al estado mexicano desde la contrarrevolución de Miguel Alemán. Esta estrategia se aplica en dos vertientes, la primera con una dosis de golpes de mano “izquierda”, estrategia que se divide a su vez en dos vertientes, la primera que es, celebrar a todos los revolucionarios muertos (Hidalgo, Morelos, Zapata, Villa, y en la época actual, los muertos de 2 de octubre, José Revueltas) y en otro plano, la voces “radicales” de izquierdista a modo que son la oposición oficial y que la constituyen todos los pequeñoburgueses y lumpenproletarios orgánicos que insisten en promover la revuelta de manera focalizada y que son siempre los que niegan sistemáticamente la importancia de la vinculación con otros movimientos y con la teoría revolucionaria, y su expresión más conocida es por definición el sectarismo.
 
Una segunda estrategia, es de mano derecha, la represión abierta de los manifestantes y movimiento sociales contemporáneos (Movimiento Estudiantil de la UNAM, Movimiento Normalista, Profesores en Morelos, Atenco, Mineros, Precaristas y solicitantes de tierra, voces criticas en estaciones universitarias y comunitarias, entre otros), desconocen y desdeñan por sistema el trabajo de las organizaciones, limitan el empleo a los opositores o los condenan al subempleo, usan en una palabra, la modalidad de controlar el estomago de los disidentes.
Así, no es de extrañar que en todos los medios oficiales del putrefacto estado mexicano hoy se reconozca la voz y la trayectoria de Mercedes Sosa, de la misma forma que en su momento se le reconoció a José Revueltas o al presidente Salvador Allende, son al fin revolucionarios muertos, y de paso se cumple con uno de los pilares de la contrainsurgencia y la dispersión basado en la lógica de la desinformación.
 
La dictadura perfecta, no duda en ponerse la careta de “democrática” cada vez que pueda, siempre y cuando mantengan el control de los medios de producción y comunicación en sus manos. Es de lamentar que no alcancemos a medir las condiciones históricas concretas en las que se esta presentado la revuelta popular en México y continuemos apostando a una continua acción directa, sin darnos cuenta que la estrategia de desinformación (bajo el aparato ideológico del estado) esta causando enormes daños al movimiento social el nuestro país.
 
Vencer las condiciones de dispersión del movimiento social, dejar de caer en el voluntarismo y proteger cada una de las acciones a través del análisis de las condiciones específicas en las que se desenvuelve la lucha de clases es parte de las responsabilidades que tiene que tener cada uno de los militantes de un movimiento revolucionario.
 
Dentro de la estrategia de golpe de derecha, se encuentra, el regionalismo que es una de las formas del sectarismo, al igual que lo es el centralismo, ambos aspectos son los dos extremos son la cara de una misma moneda con la que la policía política de México juega para diluir geopolíticamente el descontento popular, y ante el avance siempre imponen la lógica territorial ahogando el movimiento a partir del aislamiento.
 
Todo México es una llaga, el desempleo, los bajos salarios y el descontento es generalizado, ¿Cómo es que se sostiene entonces la dictadura? Con el terror y la represión, con la inmovilidad y el conformismo, pero sobretodo con la campaña ideológica: “Celebrar a los Revolucionarios Muertos y mantener a los “Radicales” a modo.
 
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