Revolucionario NO entrega Revolucionario: Asilo para Julián Conrado
Julian Conrado: Habla y Canta por alimanaure
JULIÁN CONRADO. REVOLUCIONARIO NO ENTREGA REVOLUCIONARIO
por Rafael Urdaneta D.
“Ahora recuerdo, aquella noche bajo una lluvia de bombas y balas… mi compañera y yo nos dimos un beso; tranquila mi amor, le dije, si nos matan dejaremos un bello ejemplo de dignidad; ella me dijo que también pensaba así. Entonces nos abrazamos más fuerte y nos quedamos esperando… pero la tal muerte no llegó… seguramente le tuvo miedo a tanto amor. Igual sucedió en el pueblito de Altamira de Cáceres, esa otra noche de terror del 31 de mayo de 2011: ¡El amor volvió a derrotar la reseca muerte!” Julián Conrado
La diligente oposición venezolana, diligente en conspiraciones, sabotajes petroleros, asesinatos con bombas y desestabilizaciones, se mueve rauda ante el llamado al dialogo y la reconciliación que el Presidente Chávez hiciera inmediatamente después del triunfo de las elecciones. Sin perder un segundo proponen al gobierno nacional promulgue cuanto antes una “Ley de Amnistía” que perdone crímenes y delitos de políticos y aventureros iracundos que no toleran que la riqueza petrolera se revierta sobre el pueblo venezolano.
Se trata de un “borrón y cuenta nueva” que el ejecutivo Nacional estudia con “detenimiento” (A cada perdón una nueva conspiración…..).
Paradójicamente al llamado que intelectuales, organizaciones, artistas y colectivos REVOLUCIONARIOS, dirigen al Comandante de la revolución venezolana y al gobierno bolivariano, por la libertad del camarada Julián Conrado, tropieza con un muro de silencio e indiferencia. Pareciera que este tema es “Tabú” cuando se plantea a los funcionarios del gobierno nacional.
El comandante Chávez defiende sobre todo el clima de armonía y de paz que se ha logrado en las relaciones con Colombia desde que Santos asumió la presidencia del hermano país, cuando toca el tema de la libertad de Julián Conrado. Es indudable que las buenas relaciones entre Colombia y Venezuela deben ser prioridad de ambos gobiernos, pero, eso no significa que debemos decir “amen” a todo lo que Santos y el gobierno de la oligarquía colombiana le exijan al gobierno venezolano. Las condiciones políticas de las relaciones bilaterales de los gobiernos de Colombia y Venezuela son otras muy distintas a cuando se “capturó” a Julián Conrado, también son otras las condiciones políticas entre el gobierno colombiano y las FARC, sentados ahora en una mesa de conversaciones de paz.
El gobierno venezolano debe, desde la moral y la ética revolucionaria hacer todo lo que esté a su alcance para lograr la libertad de un revolucionario, la libertad del cantor del pueblo colombiano. Debe, sobre todo, hacerle entender a Santos, que el clima de convivencia entre los dos países, pasa por que Colombia también acepte los compromisos morales y revolucionarios del gobierno bolivariano y que el clima de paz no implica ceder en los principios.
También el gobierno bolivariano debe entender que si se perdona a los políticos opositores delincuentes con una “Ley de Amnistía” y no se hace nada por la libertad del camarada, sino que lo entrega a la jauría oligárquica colombiana, la moral del pueblo revolucionario venezolano recibiría un hachazo brutal en el “corazón de la patria”
Porque: “ Revolucionario No Entrega Revolucionario”
¡Solo El Pueblo Salva Al pueblo!
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http://alzadoencanto.
wordpress.com/2012/12/06/ julian-conrado-revolucionario- no-entrega-revolucionario/
- Complemento de información Anexo (por Solidaridad Internacionalista)- CONTEXTO acerca del quién es Julián Conrado y su situación actual:
Las canciones de Conrado son testimonios históricos y culturales de un valor incalculable… por eso el régimen colombiano lo quiere acallar.
El cantor Julián Conrado fue detenido el 31 de mayo 2011 por fuerzas represivas combinadas de Colombia y Venezuela en territorio venezolano. El gobierno colombiano lo persigue con saña porque Julián Conrado con sus canciones lleva un mensaje de justicia social a un pueblo empobrecido, saqueado y agredido por el terrorismo de estado que utiliza su herramienta paramilitar y tiene todo el apoyo EEUU. Las autoridades colombianas pretenden obtener otra entrega ilegal de un perseguido político por parte de Venezuela; pero los hombres y mujeres con ética de Venezuela y del mundo piden ASILO para el Cantor. El DIH impide entregarlo a Colombia y ampara el asilo para el perseguido político, quién además está enfermo. Un hombre viejo y enfermo, apresado cuando buscaba ayuda médica no puede ser entregado a sus persecutores, por respeto al DIH y a la ética. En las cárceles colombianas fallecen con inusitada frecuencia los presos políticos por tortura y por tortura de negación de asistencia médica.
La Convención de Ginebra y la Convención Contra la Tortura impiden entregarlo a Colombia. Se pide que las autoridades venezolanas respeten el DIH y la ética bolivariana y no entreguen al cantor Julián Conrado a una tortura segura. En las cárceles colombianas son empujados a la muerte los presos políticos, que son la abrumadora cantidad de 9.500, en lo que evidencia el carácter represivo del Estado colombiano, uno de los regímenes más represivos del mundo.
El pueblo colombiano sufre terrorismo de estado y necesita que sus hermanos latinoamericanos se solidaricen con su sufrimiento. Que al menos sean respetados los perseguidos políticos y los gobiernos regionales no entren a colaborar en la cacería humana con EEUU y el régimen Santos. Recordar que el caso de Julián Conrado se inscribe en unas políticas de colaboracionismo militar, que contravienen incluso la Constitución Bolivariana de Venezuela y el DIH, y que se asemejan a una reedición del ‘Plan Cóndor’: varios perseguidos políticos heridos y enfermos han sido entregados por Venezuela al régimen colombiano en total violación al DIH, incluso está el caso de guerrilleros retirados por graves enfermedades y de un civil: el periodista Joaquín Pérez Becerra entregado en abril del 2011, negándole el debido derecho a defensa y violando todo el DIH. Varias voces de Venezuela y el mundo, organizaciones y defensores de DDHH, alzan sus voces por el respeto al DIH y que cesen las entregas de perseguidos políticos a un estado sobre el que pesan múltiples denuncias por torturas y homicidios en régimen carcelario, como es el caso del estado colombiano.