REFLEXIONES EN TORNO A LAS ELECCIONES DE MAYO DE 2014 Y LA SITUACIÓN DE LA IZQUIERDA
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La particularidad del proceso electoral de mayo de 2014, consiste en la práctica de una gran gama de estrategias de marketing político, propagandas millonarias, contra-propagandas, campañas negativas sin precedentes en Panamá y según constatan observadores internacionales en algunos de sus informes: la utilización evidente de recursos del Estado para favorecer las opciones del oficialismo en todo el territorio.
La reciente victoria electoral de la alianza Panamá Primero entre Partido Panameñista y Partido Popular bajo la figura de Juan Carlos Varela arroja asombros e inquietudes de la más variada índole, en donde los recursos millonarios invertidos en propaganda favorable al partido en gobierno, clientelismo rampante, compra de conciencias: común denominador y elementos de juicio que daban por sentada la victoria del oficialismo.
Partimos por señalar que luego del torneo electoral cualquier supuesto que intente explicar el resultado debe partir en primera instancia de un análisis cuantitativo de las actas: Una labor de investigación científica que devele con exactitud meridiana los rangos de edades que dieron forma al voto y en base a estos suponer la razón de la postura de dichos sectores de la población. No obstante consideramos que no hubo variación del modelo político, sino del conductor de clase, las pugnas inter-burguesas generadas durante la administración Martinelli (2009-2014) llevaron a los mismos que en un momento lo apoyaron, a restarle respaldo sustancial y apoyar a una figura de mayor consenso dentro de la burguesía tradicional desplazada por la oligarquía transnacional empoderada con la figura de Ricardo Martinelli.
Las encuestas de preferencia posicionaban a José Domingo Arias de favorito a partir del 7 de abril de 2013 fecha de las primarias del Partido Cambio Democrático, fueron amplias explicaciones por parte de las encuestadoras sobre este suceso, sin embargo el desarrollo de la campaña dejo en evidencia un fenómeno interesante: El candidato Varela fue el más agredido en términos mediáticos: televisivos, radiales y redes sociales. Los Centros de llamada del oficialismo eran incesantes. ¿A qué obedecía tal agresión?, pues las encuestadoras han perdido credibilidad, sus muestras estaban mal distribuidas, el método de aplicación era equivocado o simplemente se manipulaba los resultados con el afán de incidir en la opinión publica.
Al final con el 100% del total de votos contabilizados, Varela obtuvo el triunfo con 724,762 votos (39.07%), Arias un segundo lugar con 581,828 votos (31.40%) un poco más del total de inscritos en el Partido Cambio Democrático, lo que quiere decir todas su membresía no voto por ellos si tomamos en cuenta que iban en alianza con el Partido MOLIRENA cuya membresía ronda por los 120 mil inscritos y Navarro un tercer puesto con 521,842 votos (28.16%) –más o menos la cantidad de su membresía y por debajo de su techo histórico-.
La estructura del voto se fragmenta en diferentes variantes es decir por rangos de edad, gustos, educación, provincia, etc. Habían para esta elección 467,184 electores entre 18 a 25 años, 499,486 electores de 26 a 34 años –es decir el voto joven- triplica a los 300,756 electores de 35 a 40 años. Quién capturo la atención del primer rango tenía una ventaja importante.
El electorado es consciente del crecimiento económico que experimenta el país, en el imaginario del panameño Varela es la figura con la suficiente experiencia, trayectoria y credibilidad para llevar las riendas del país durante los próximos cinco años. Su imagen de hombre de familia y devoto en una sociedad huérfana de valores y en mayoría cristiana vio en él una alternativa coherente y decente, frente a los escándalos y corrupción generalizada en el gobierno de Martinelli.
Otra situación importante en este proceso electoral fue la aparición de las candidaturas independientes que tuvieron su origen en el recurso de inconstitucionalidad efectuado por Juan Jované en el 2009 contra el artículo 233 del Código que prohibía la participación a los ciudadanos al cargo de presidente por la libre postulación violentando la Constitución de la Republica que plantea que cualquier ciudadano puede aspirar a este cargo. En efecto, posterior al fallo de la corte que dejaba sin efecto el artículo 233 del código electoral, y sin efectos en el proceso electoral inmediato se procede a incluir este tema en la mesa de reformas al código electoral (2011) la participación de los independientes, reglamentándose que quien desee ser candidato por la libre postulación debía recolectar en firmas de respaldo el equivalente al 1% del total de votos obtenidos en la pasada elección (2009). Así se reglamenta al final que 3 personas como máximo pueden optar a presidente por la libre postulación si recogían la cantidad de firmas requeridas o más.
En este renglón de los independientes se destacan 4 figuras el primero Juan Jované precursor indiscutible de esta vía, Gerardo Solís exmagistrado del Tribunal Electoral durante la reforma al código que permite la figura independiente, Esteban Rodríguez dirigente transportista y Gerardo Barroso figura extraña del proceso electoral con apariciones cuestionables. El limbo legal de la reglamentación del Tribunal electoral sobre la materia de los candidatos independientes hace que Juan Jované quede por fuera, la renuncia de Gerardo Solís como candidato presidencial para aceptar la Vicepresidencia en la Candidatura del PRD encabezada por Juan Carlos Navarro, da la oportunidad a Juan Jované de ocupar esa vacante se completan así todas las formulas electorales de partidos e independientes.
Un factor que también merece nuestra atención fue la participación del recién inscrito partido Frente Amplio por la Democracia, un partido de corte popular que aglutinaba a diferentes sectores de la población: indígenas, trabajadores de la construcción, docentes, afrodescendientes, profesionales de la salud y gente que no creía en ningún partido tradicional, había mucha expectativa sobre el futuro político de este colectivo dada la premura con que se organizaron para participar en estas elecciones, y por no contar con una cimiente bien arraigada en la comunidad. Sin embargo ganaron en el cargo de Representante, en dos Corregimientos: Valle Bonito en la Comarca Ngäbe Bugle y Renacimiento en Chiriquí.
Dato curioso que en estas elecciones fueron electos varios candidatos a diferentes cargos por la libre postulación en el Caso de la Provincia de Chiriquí: Puerto Armuelles, Plaza de Caisán, Santa Cruz y Cochea (Representante de Corregimiento), también en la Provincia de Los Santos: Perales y El Pedregoso (Representante de Corregimiento), en la Provincia de Panamá: Amador (Representante de Corregimiento) y el Circuito 8-7 (Diputada), en la Provincia de Veraguas: Arena y Quebro (Representante de Corregimiento) y en la Comarca Ngäbe Bugle: Cerro Puerco, El Piro y Sitio Prado (Representante de Corregimiento). Es decir 13 candidatos electos para Representantes de Corregimiento y una candidata electa para el cargo de Diputada por la libre postulación.
Lo anterior aplica para ambos sectores de la izquierda representados en este torneo electoral, el hecho de que se dieran más votos en Blanco 14,956 (0.79%) y los 16,865 (0.89%) votos nulos, en donde Jované con 10,805 (0.59%) y Genaro López con 11,127 (0.60%) expresa la incredulidad de un sector del electorado por las propuestas de la izquierda, decimos de la izquierda porque en las encuestas el sector de los indecisos estuvo manifiesta siempre y era ese el sector que los candidatos de izquierda tenían que buscar y no aquellos electores que siempre han votado por los partidos tradicionales. De los 2,457,401 electores habilitados para estas elecciones solo ejerció su voto el 76.77% es decir 1,886,208 electores, por tanto un 23.23% no ejerció su voto esto quiere decir que 571,193 personas no salieron a votar. Lo que sin duda hubiera para el caso el FAD servido para mantener el partido.
Sin embargo en ese balance se señalan solo algunos aspectos cuantitativos y se obvian por ejemplo: La falta de recursos, logística, el poco tiempo de los candidatos de izquierda respecto a los demás para presentar sus propuestas, la desigualdad en la participación en los debates y foros presidenciales, la falta de herramientas de mercadeo político, ausencia o en su defecto débil presencia en redes sociales, esquemas de dinámica política, forma tradicional de organización de izquierda (secta), ausencia de balance científico en la campaña, mala y en algunos casos pésima propaganda, entre muchos más aspectos que en este apartado es difícil señalar.
Compartimos los valores de la izquierda, sin embargo la dualidad de militancia fue un factor que hizo daño a la izquierda, pues en muchos casos candidatos eran dirigentes sindicales, maestros, profesionales de diferentes ramas, su propio jefe de campaña, propagandista, y muchas ocasiones repartidor de volantes, el mismo pegaba sus banner, y en muchas ocasiones fue su propio agitador, psicólogo, y asesor económico, lo que sin duda produjo el cansancio orgánico el día de las elecciones. El machismo de la izquierda tradicional panameña, no coincidirá conmigo en este planteamiento (pues sostiene que el militante debe ser sacrificado y dar todo el potencial, en vez de enfocarse en un solo apartado), tal vez yo esté equivocado, empero considero este desgaste de los candidatos factor clave en la debacle de la izquierda, no obstante lo débil y pequeña que eran las estructura, sumado a la ausencia de un trabajo de construcción de organizaciones a nivel comunitario, también fue causa de los candidatos polivalentes. Esta dualidad no dio claridad al elector, pues o eres candidato o eres dirigente magisterial, estudiantil u obrero, la apatía hacía aquellos que protestan por sus derechos se tradujo en una apatía electoral. Sobre todo si sumamos a este balance que coincidentemente había una huelga de los obreros de la construcción y un paro de los gremios docentes, el bombardeo mediático ocasiono una sensación exasperante en el electorado frente a estos sectores.
Existen algunos optimistas que suponen que el 1.19% obtenidos entre ambos sectores de la izquierda pueden suponer alguna ganancia, no coincido plenamente con estos, pues en ambos casos de la izquierda supondría un esfuerzo desde cero, por lo menos si de la construcción de un sujeto político se trata dicha ganancia, esto si en términos de mejores condiciones ellos se refieren. En el caso del FAD este resulto ganador a nivel de representantes de corregimiento, empero ante la pérdida de su calidad de Partido político legalmente constituido, hace falta luchar por mejorar la legislación electoral, porque es injusto determinar la supervivencia de un partido a la cantidad de votos, sin importar si este obtuvo alguna victoria a nivel de representantes de corregimiento.
A manera de conclusión urge para la izquierda la adopción de métodos científicos para su desarrollo en el plano político electoral, un trabajo con simiente en lo comunitario, distinguir y aceptar sus debilidades y fortalezas, mucha humildad para comprender sus falencias y capacidad de dialogo con otros sectores de clase, aliados tácticos necesarios para optar por espacios de poder y sentar las bases para la unidad del movimiento popular.