Reflexiones de «El Che» en el IMSS
La presente reflexión la hizo Ernesto Guevara de la Serna en uno de sus viajes por América antes de ser conocido como “El Che”. Estaba en la tierra del Perú, allí con los incas dando servicio médico y dice:
“Allí, en los momentos finales de la gente cuyo horizonte más lejano siempre es mañana, se ve la tragedia que envuelve la idea del proletariado en todo el mundo; en esos ojos moribundos hay una disculpa sumisa y también, con frecuencia, un ruego desesperado de consuelo que se pierde en el vacío, así como su cuerpo se perderá rápidamente en la magnitud de la miseria que nos rodea. Cuánto durará este orden de las cosas basado en un absurdo sentido de casta no está en mí responder, pero es hora de que los gobernantes dediquen menos tiempo a propagandizar la compasión de sus regímenes y más dinero, mucho más dinero, a auspiciar obras de utilidad social”
Esta reflexión viene al caso porque en nuestro hospital (HGZ 98) la miseria nos rodea, el “no hay” es vergonzosamente cotidiano, en urgencias por ejemplo los pacientes ruegan desesperados por una camilla, pero hay que dársela al que tiene ¡más de 12 horas sentado! Los consuelos son vacíos “ya viene el cirujano a valorar”, “casi se van de alta y te damos la camilla”, etc.
Los pacientes (trabajadores que han aportado sus cuotas al IMSS) tienen una mirada que pide ayuda y que al final se pierde en el vacío… no por falta de atención sino por que solicitan lo que el IMSS-Patrón no dota como camillas suficientes y de buena calidad, medicamentos, médicos, enfermeras y buenos camilleros.
¿Cómo es posible que el piso de Cirugía General no exista médico asignado al área y las compañeras enfermeras tengan ir a buscar alguno en otros servicios cuando se presenta alguna urgencia? ¿A caso no es esto absurdo?
Fuente documental:
O Donnell, Pancho. (2003). Che: la vida por un mundo mejor. Plaza y Janés. p. 70