Quien tiene el estomago lleno, dice: Ayunemos
La generosidad del Gobierno de Zapatero con las organizaciones sindicales no tiene límites, y recién entrados en vigor los Presupuestos Generales del Estado de 2010, ha comenzado el rosario de ayudas y subvenciones. Nadie se extraña pues de que los sindicatos, aún a pesar de los datos económicos que soporta España y de los cuatro millones de parados, no hagan una sola manifestación que plante cara al gobierno y mucho menos una huelga general. Con los bolsillos llenos es más difícil moverse. Como parece lógico, ha sido la propia Administración, a través del Instituto de la Administración Pública ( Inap), dependiente del Ministerio de la Presidencia, el que ha abierto la espita del dinero para los sindicatos, una primera inyección de 29 millones de euros.