¿Quién impide la Independencia?
Por Borroka garaia da!
No los veo con ninguna intención de decir “tenéis razón, mañana a las tres hacemos el relevo de poderes y nos vamos”
Evaristo Páramos
El PNV y toda la cuadrilla lo tienen todo muy agarradito y enseñarían su verdadera cara. Incluso, digamos entre los nuestros, que como se llamaban antes era Herri Batasuna, hay más de Herri que de Batasuna. Hay muchos que tienen más mentalidad de patria, de país o de pueblo, que social.
Evaristo Páramos
¿Cuál es la verdadera raíz profunda de qué no seamos un pueblo independiente? ¿Cuáles son los factores que se oponen, van en contra e impiden la independencia de Euskal Herria?
Ante estos interrogantes es posible que haya gente que afirme que no somos independientes porque la sociedad vasca no lo quiere, claro que esta afirmación se queda en el aire ya que nunca se le ha preguntado a la sociedad vasca si quiere ser independiente. Y no solo eso, la legalidad existente impide precisamente el derecho de autodeterminación, el cual es ilegal, por lo que la independencia sería delito. En la constitución española viene claramente especificada la “indisoluble unidad” del estado y que ante el delito independentista las fuerzas armadas son las encargadas del “recurso material para el impedimento de secesiones”. Por lo que también es posible que mucha gente afirme que no somos independientes por represión, coacción armada de la legalidad y falta de libertades que impiden al pueblo vasco poder expresarse y llevar a la práctica el derecho de autodeterminación. Eso sin contar con las estrategias estatales que están diseñadas de principio a fin para integrar a Euskal Herria mediante la desnacionalización y control de capitales. Es decir, una estrategia para la rotura de los lazos comunitarios vascos.
Desde luego es totalmente cierto que el estado español (y el francés) son los que en primera y última instancia impiden por la fuerza a Euskal Herria desarrollar en libertad un proceso democrático para decidir sin limitaciones su marco político, territorialidad e independencia como a toda nación del mundo le corresponde, aunque se le podría añadir también que la Unión Europea y la comunidad internacional de los de arriba aportan lo suyo apoyando la falta de libertades en Euskal Herria para impedir un posible trayecto independentista ya que como proyecto nacional independiente y debido a la existencia de un proyecto rupturista de izquierda, y una sociedad contraria a la OTAN pues ese proyecto nunca ha recibido el apoyo directo de ninguna fuerza de peso occidental. Un estado vasco construido por la izquierda entre otras cosas podría ser un elemento de “contagio” no deseado con el bonus de que jamás la UE pasaría por encima de dos de sus estados miembros como si nada.
Sin embargo, llegando hasta aquí, solo nos quedaríamos en la superficie de esta cuestión. Tiene que haber algo más. Y ese algo más, quizás sea la raíz profunda por la qué pese a todo no seamos un pueblo independiente.
Esa raíz profunda no está en españa ni en francia, está en el interior de Euskal Herria, y no está relacionada directamente con “mayorías sociales” o “voluntades” sino con la más pura matemática derivada de ese término tan viejo, negado y denostado por muchos llamado “lucha de clases” pero que es más real y actual que la vida misma, ya que siempre se superpone a ella y la hace mover para bien o para mal.
Cuando nuestros antecesores sentenciaron que la independencia y el socialismo son las dos caras de la misma moneda en Euskal Herria, no se referían simplemente a que nos hace falta un estado independiente en el que luego si hay suerte poder aplicar un formato socialista. Sino que la contradicción a solventar en el contexto de Euskal Herria de cara a la independencia es también de clase. Que para que se abra paso la independencia no solo hay que superar los impedimentos de los estados sino los de clase y a nivel interno ya que la burguesía vasca es el tapón que la impide. Y la burguesía vasca la impide porque no es una burguesía nacional sino facción interna de la burguesía española o francesa y dependiente de ellas. Esto no ha cambiado en décadas y no lo va a hacer nunca, salvo que los estados decidieran terminar con la burguesía vasca, cosa que no van a hacer.
Facciones de la burguesía vasca han apelado al abertzalismo o al foralismo navarrista pese a que no tengan ningún proyecto de estado independiente ni lo quieran ya que sus intereses de clase están cubiertos y por tanto sus objetivos estratégicos colmados con cupos, convenios, transferencias y autonomía.
Puede que el error histórico del independentismo vasco ha sido mantener la esperanza de que esas facciones, especialmente la supuesta abertzale, iban a ayudar en vehiculizar un proyecto de estado independiente. Esto quizás se derive de un idealismo con fuerte componente mecanicista, que se alimenta además de una doble creencia. Por una parte, que tengan interés en la independencia y por otra parte, de la teoría de cierta influencia maoísta aunque su origen real viene de los procesos históricos independentistas frente a España en América, que fue adoptada por casi todos los movimientos de liberación nacional principalmente en América latina y que se importó en Euskal Herria hace décadas. Esta teoría afirma que la burguesía o la pequeña burguesía nacional se pueden ver arrastradas hacia la liberación nacional por la clase trabajadora.
Claro que el problema del mecanicismo, reside precisamente en su mecanicidad. La metrópoli de las colonias españolas en América ejercían una fuerte presión sobre las burguesías nacionales a las cuales no les salía rentable su situación y en muchos casos se producían procesos de radicalización o incluso desclasamiento poniéndose al servicio de la clase trabajadora y sus intereses objetivos tanto nacionales como sociales. Pero.. este no es el caso de Euskal Herria, muy especialmente hoy en día, donde la burguesía vasca y sus intereses corren de la mano del interés del capitalismo español del cual son partícipes y beneficiarios.
Mantener esa esperanza, y por lo tanto calibrar como variable su existencia (estrategia) en apoyo de cara a un proceso de autodeterminación y de un estado vasco ha impedido poder desatar la raíz profunda que impide precisamente la independencia, ya que para que ésta llegue a darse el pueblo trabajador vasco debe de imponerse a esas facciones burguesas internamente (hola, lucha de clases) para superar los impedimentos estatales. Aquí se encuentra también la razón profunda de que parezca que Euskal Herria esté “apática” cuando la crisis capìtalista se está llevando todo por delante. Muchos años no suficientemente aprovechados para alimentar el sujeto colectivo basado en el pueblo trabajador y sus intereses tiene su precio en dependencia. No profundizar en el análisis de clase nos puede impedir contar con el mapa necesario para poder llegar a la independencia.