Piden dos años de cárcel y 7.500 euros por documentar una redada racista de la policía
El 17 de marzo de 2012 Javier, militante del Grupo de Migración y Convivencia de la Asamblea Popular de Lavapiés y del Sindicato de Enseñanza de CNT, fue detenido mientras grababa una redada racista en la Plaza de la Corrala de Lavapiés.
En las próximas semanas se conocerá la fecha exacta del juicio, previsto para la primavera, en el que la fiscalía y el abogado particular de uno de los agentes que le agredió durante su detención, le acusan de delitos de resistencia y atentado a la autoridad y exigen dos años de prisión y el pago de una responsabilidad civil de más de 7.500 euros.
Los hechos por los que se le juzgan ocurrieron hace casi cuatro años, cuando una manifestación espontánea de vecinos del barrio intentaba denunciar públicamente la enésima redada racista de la Policía Nacional en las calles de Lavapiés. Concentraciones pacíficas de ese tipo se habían producido ya en varias ocasiones en dicho barrio y en otros como el de Carabanchel y reflejaban el hartazgo de sus habitantes ante el acoso constante a sus convecinos migrantes, sometidos a diario a controles de identidad por el mero hecho de tener un color de piel oscura. Ese tipo de controles, por los que los sucesivos gobiernos españoles han sido recriminados por organismos tan poco revolucionarios como la Unión Europea, la ONU o Aministía Internacional, se siguen produciendo continuamente en los espacios públicos de nuestra ciudad, con la colaboración activa de la Policía Municipal del Ayuntamiento de Madrid y agentes de seguridad privada del metro, Renfe, etc. Tienen la intención de rellenar los cupos de personas sin permiso de residencia en regla exigidos desde el Ministerio del Interior a las comisarías de policía para satisfacer el afán de carne humana de sus calabozos, sus CIE y sus vuelos de deportación y, al mismo tiempo, para fomentar el odio y la división entre la clase trabajadora nativa y la extranjera.
El día 17 de marzo de 2012, con un despliegue represivo sin precedentes y el consiguiente montaje policial contra nuestro compañero, las autoridades pretendieron poner fin a estas muestras espontáneas y pacíficas de solidaridad que, al grito de “¡Ningún ser humano es ilegal!”, denunciaban la lacra de los controles de identidad racistas y los consiguientes arrestos (secuestros) de vecinos cuyo único “delito” era ser migrantes, pobres y haber perdido o no haber conseguido cumplimentar el trámite administrativo que acreditase su residencia legal en nuestros barrios.
Desde la Asamblea Popular de Lavapiés queremos aprovechar la circunstancia de este nuevo juicio político para hacer un llamamiento a la solidaridad con nuestro compañero (el próximo sábado 12 de marzo habrá un evento en el C.S.O.A. La Quimera para financiar esta campaña) y para reactivar la lucha contra los controles y redadas racistas de la Policía Nacional. Os pedimos estar atentos a las próximas convocatorias que hagamos al respecto de este juicio y seguir organizándoos desde abajo y sin líderes para que la Policía no pueda seguir violentando la convivencia en nuestros barrios con sus prácticas racistas.
¡¡Ningún ser humano es ilegal!
¡¡Fuera racistas de nuestros barrios!!
Más info:
http://lavapies.tomalosbarrios.net