Perú. Lucha democrática y popular contra dictadura no cesa mientras Boluarte miente a prensa internacional y militariza Puno

Este 24 de enero, el rostro de la dictadura cívico-militar, Dina Boluarte, en un punto destinado a la prensa internacional, mintió sobre las muertes en Juliaca, Puno, donde el pasado 9 de enero fueron masacradas, al menos, 18 personas por las fuerzas policiales. Según Boluarte, la policía no usa armas letales.

Sin embargo, la prensa local publicó informes del Instituto de Medicina Legal donde pueden apreciarse las balas halladas en 9 cuerpos de los fallecidos en Puno. En seis cuerpos se encontraron fragmentos de proyectiles de fusil de 7,62 mm., en dos había restos de perdigones de metal y en uno se encontró una bala de pistola.

Los proyectiles de 7,62 mm. corresponden a los fusiles AKM, que son de uso oficial de la policía peruana, además de que existen videos y fotos que confirman que los efectivos usaron sus fusiles de largo alcance para reprimir a los manifestantes.

En este sentido, la policía nacional demandó la compra urgente de 230 mil granadas y cartuchos con gases lacrimógenos; además de 150 mil cartuchos con perdigones de goma, 50 mil cartuchos de propulsión y 5 mil granadas de estruendo y destello.

Por otra parte, conmoción mundial provocó que una tropa de agentes de la policía militar invadieran brutalmente las dependencias de la Universidad de San Marcos este sábado 21 de enero, donde se alojaban estudiantes, indígenas y delegaciones del interior del país que viajaron a la capital para participar en las protestas por la democracia y la justicia social.

Las fuerzas represivas del régimen descargaron toda su violencia sobre las personas que eran albergadas en la casa de estudios superiores, violando la autonomía universitaria, dando golpes, y disparando perdigones y gases lacrimógenos. Detuvieron a cientos de jóvenes y opositores a la dictadura, e impidieron el ingreso de abogados defensores de derechos humanos.

Este 24 de enero, en Lima miles de manifestantes llenaron pacíficamente el centro de la capital, la cual fue rodeada por innumerables funcionarios policiales que dispararon bombas lacrimógenas y proyectiles sobre los cuerpos de la ciudadanía que exige la renuncia de Boluarte, la clausura de la mesa directiva del Congreso cooptada por el fujimorismo y los intereses oligárquicos, y la realización de elecciones generales este 2023.

Prácticamente todas las calles que conducen al centro cívico limeño están obstruidos por piquetes policiales y la prensa independiente ha notificado varios heridos.

Hacia el final de la presente edición, se presentaban protestas en las regiones del Cusco y Puno. Esta última localidad está completamente militarizada a través del envío de tropas del ejército por parte del régimen dictatorial.

 

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