
Si en los mandos políticos de la cucufatería de la izquierda, no existe la voluntad de forjar la unidad; son las bases regionales y sus dirigentes, los llamados a ganar protagonismo, convocando al diálogo y a la unidad más amplia en cada región, buscando acuerdos entre las bases partidarias y plataformas progresistas que permitan parar la ofensiva neoliberal y antidemocrática, presionando a la dirección nacional de su organización para constituirnos en una real alternativa de poder popular que pueda impulsar el Referéndum hacia una