[Peleas desde el poder] Alemania no acuerda con el plan de «ayuda» de Draghi a España e Italia
…las economías del Estado español e Italia, no le ha gustado a casi nadie en el país más poderoso de la UE.
Esta es la noticia emitida hoy por las agencias internacionales:
BCE despierta la indignación y el euroescepticismo en Alemania
Un 42 por ciento de los alemanes no tiene ninguna o casi ninguna confianza en el presidente del BCE.
- El Banco Central Europeo (BCE) y su decisión de comprar deuda soberana de los países en crisis despertaron la indignación en la clase política alemana. Foto Archivo/Vanguardia
La «draghización del consejo de gobierno del BCE», como lo denomina ya la prensa alemana, en detrimento del presidente del sólido Bundesbank alemán, Jens Weidmann, no cuenta con el beneplácito de los alemanes.
El consejo está formado por 23 miembros con igual poder de decisión: el voto del alemán vale lo mismo que el del maltés. Sin embargo, la primera economía de Europa responde a las deudas del BCE en casi un 27 por ciento.
El diario «Süddeutsche Zeitung» ilustró la sensación de muchos alemanes con una caricatura que muestra a una apisonadora conducida por Draghi y con el cartel del BCE que pasa por encima Weidmann.
Un 42 por ciento de los alemanes no tiene ninguna o casi ninguna confianza en el presidente del BCE, según una encuesta publicada el jueves por la revista alemana «Stern».
Asimismo, los últimos sondeos reflejan que los alemanes no sólo han perdido la confianza en el máximo guardián del euro, sino que empiezan a temer que la crisis les acabe pasando factura.
El estudio de la aseguradora R+V sobre los principales temores de la población dejó patente ese miedo con el valor más elevado observado en más de 20 años para un temor común, donde casi tres cuartos de los alemanes temen que la crisis de deuda de la eurozona les afecte también a ellos.
El miedo y la desconfianza son el germen de cultivo para el euroescepticismo, una tendencia cada vez más patente en el país de Angela Merkel.
En el sondeo elaborado por el instituto demoscópico YouGov a petición de dpa, un 54 por ciento de los consultados afirmaron querer que el Tribunal Constitucional alemán decida el próximo 12 de septiembre a favor de las demandas presentadas contra el pacto fiscal y el Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE).
Un dictamen a favor de los demandantes supondría la paralización de los dos instrumentos y, en consecuencia, del polémico programa de compra de bonos soberanos debido a la condicionalidad del BCE de que los países acudan antes a los fondos de rescate.
El nerviosismo recorría hoy los principales diarios alemanes, que se preguntaban si la necesidad no conoce ninguna ley y si se ha establecido el precepto del «todo vale».
«Salvar el euro a cualquier precio puede ser un desastre económico. Esa es la línea roja que no hay que traspasar. La otra línea es la ley», publicó el rotativo alemán «Süddeutsche Zeitung», para el que el BCE ya traspasó las dos.
Este nerviosismo en la prensa obligó incluso al ministro de Finanzas alemán, Wolfgang Schäuble, a salir en defensa de la política del BCE.
«El mandato del BCE se limita claramente a la política monetaria y las decisiones que fueron tomadas ayer se engloban dentro de esta esfera», explicó durante una comparecencia en Estocolmo. «No es el principio de una financiación estatal. Eso sería inaceptable».
Por su parte, el ministro de exteriores alemán, Guido Westerwelle, dijo respetar la independencia del BCE y sus decisiones, al mismo tiempo que afirmó que por primera vez en meses ve «una pequeña luz en el horizonte».
Desde el gobierno no se cansan de repetir las palabras de la canciller alemana durante su visita el jueves a Madrid: «El BCE actúa independientemente y en el marco de su mandato», declaró hoy su portavoz, Steffen Seibert. Una señal de que Berlín no cree que se haya traspasado ninguna línea roja, al menos de manera oficial.
Sin embargo, algunos socios del gobierno lo ven de otra manera y pidieron hoy a Merkel que presente un recurso ante el Tribunal de Justicia Europeo contra el BCE.
«Ha llegado el momento de valorar si no sería conveniente analizar la situación legalmente para ver si el BCE ha sobrepasado su mandato», comentó Klaus-Peter Willsch, diputado de la Unión Cristianodemócrata (CDU) de Merkel.
Esta petición se suma a las del diputado liberal Frank Schäffler, el parlamentario de la Unión Cristianosocial (CSU) Peter Gauweiler y el ministro europeo del estado federado de Hessen, Jörg-Uwe Hahn, del partido liberal.