Payo Cubas ya no tiene el mismo liderazgo de años atrás. Su figura está deteriorada por las fugas de los principales referentes de Cruzada Nacional (CN) hacia el cartismo. En el 2023 rellenó su lista de candidatos con cuestionados personajes sin ninguna trayectoria social, con el solo propósito de atraer votos para su chapa presidencial. Su ambición lo llevó a imponer su candidatura, llenando el Congreso de desclasados sociales como legisladores. No obstante, su deterioro político, sigue manteniendo el apoyo de un importante sector del electorado.
¿Por qué Payo Cubas?
Para comprender el fenómeno Cubas, deberíamos entender que desde hace unos años se viene gestando un movimiento conservador “antisistémico” a nivel global. Movimiento que se ve reflejado en figuras como Matteo Salvini en Italia, Marine Le Pen en Francia, Milei y Bolsonaro en nuestra región. El triunfo de Donald Trump es parte de este proceso.
Hoy la democracia que como sistema no cumplió con derechos básicos como salud, empleo, educación, vivienda, es duramente cuestionada, llevando en la aparición de liderazgos disruptivos, incluso neofascistas, a nivel mundial. El resurgir de la derecha es el reflejo del desencanto generalizado con el modelo neoliberal, que profundiza las desigualdades y crea un ambiente propicio para el crecimiento de posiciones radicales que desafían a “la casta”. A este movimiento ascendente se adscribe Payo Cubas.
En las elecciones del 2023 CN supo interpretar la realidad que aflige a miles de paraguayos, y hábilmente se colocó a la cabeza de los reclamos de la gente. Este amplio sector de paraguayos, hartos con la política tradicional (incluyendo al progresismo) se ve representada hoy por CN. Por esta razón es mejor tener a Cubas en las filas opositoras. Acá no se discuten ideologías, sino la derrota colorada. Es una cuestión de sentido común.
Independientemente a la ideología que profesa Cubas, por la firmeza que demostró defendiendo sus ideas, hasta el punto de perder su banca parlamentaria, se ganó la simpatía de amplios sectores de la sociedad. Por la coherencia con sus ideas (una cualidad cada vez más ausente en los políticos opositores) sus simpatizantes los siguen reconociendo como líder. Su firmeza sigue siendo el capital valorado por sus seguidores, de ahí que su popularidad siga vigente. Mientras, la mayoría de los políticos se aferran celosamente a sus cargos, él por su permanente oposición fue expulsado del senado.
La gente cuestiona severamente la democracia liberal y a los políticos, identificándose con un líder disruptivo como Payo Cubas, alguien que como dirigente sea capaz de liquidar a la “casta” que desvergonzosamente ostenta la riqueza escamoteada al Estado.
Apelando a un discurso contra la corrupción y las élites políticas tradicionales, y presentándose como un líder antisistema, al margen de las viejas estructuras políticas, Cubas logró convencer a un amplio sector del electorado en el 2023.
Cubas es el único político opositor que tiene una clara estrategia electoral y que por medio de la capacitación y organización mantiene activa a su base social. Las condiciones sociales que permitieron en surgimiento de CN se profundizaron y por lo tanto esta organización partidaria seguirá vigente, y ninguna campaña opositora que pretenda ser exitosa no debería obviar su participación en futuras elecciones.
A estas alturas, ya nadie puede dudar de que la unidad es una necesidad para la oposición, y que su división solo favorecerá a la ANR. Una chapa única bajo la figura de la concertación debería ser innegociable. En el 2023 el coloradismo ganó con 1.292.079 votos (42,74%), mientras que la oposición globalmente alcanzó 1.523.505 (50,39) y Cruzada Nacional puede ser la clave para que esa diferencia del 10% se incliné a favor de la oposición.
Notas relacionas:
