Panamá. La discusión de reformas constitucionales es ilegítima y antidemocrática
Las reformas constitucionales propuestas por la Concertación Nacional son antidemocráticas e ilegítimas. Por tales motivos, el pueblo panameño debe solicitar, inmediatamente, el cese del debate, el retiro de estas propuestas del pleno de la Asamblea Nacional de diputados y aprovechar el contexto para sentar las bases necesarias para una discusión real sobre una constituyente.
Nos referimos a las bases para la discusión nacional en dos sentidos. Uno sobre un mecanismo democrático de participación, en donde todos los sectores del país estén claramente representados y en conformidad. Y la otra discusión, sobre el contenido de esa nueva constitución que contendría los valores, derechos y obligaciones rectores de un proyecto de país. De esta manera queremos resumir nuestra lectura al respecto y en ellas nuestras propuestas.
El pasado lunes 14 de octubre del año en curso, el Órgano Legislativo de la Nación dio inicio al debate de posibles modificaciones a la Constitución del país. Estos debates se están llevando a cabo sobre la base de una serie de propuestas de reformas constitucionales entregadas por la Concertación Nacional y el Gobierno de turno. Al respecto el pueblo panameño debe conocer que esas propuestas son antidemocráticas porque no devienen de la voluntad y del consenso de los distintos sectores que conforman al pueblo y es ilegítimo porque solamente el pueblo panameño tiene el poder constituyente.
La Concertación Nacional son un grupito de individuos -no representativo- elegidos a voluntad del pasado presidente de la República, Juan Carlos Varela, con ningún poder constitucional para presentar propuestas de modificación a la carta magna. En ese sentido, la propia Constitución de la República no reconoce a la Concertación Nacional como una mesa de diálogo con estas funciones. Todo lo que devenga de este paquete de propuestas, como son las consultas realizadas por el Órgano Legislativo en los pasados meses, no tiene ninguna validez.
Sería un error del pueblo panameño, con consecuencias nefastas e infinitas, entrar en discusión sobre la base de unas propuestas que son claramente inconstitucionales y que son paridas, además de su margen de ilegalidad, en una mesa excluyente y elitista; como también sería un error que el pueblo panameño le permita a los diputados de la Nación sostener una discusión al respecto.
La tarea y el compromiso que nos depone la coyuntura y el destino es detener cuanto antes el debate de las reformas y proponer inmediatamente una discusión nacional sobre el mecanismo de participación más democrático conocido o por conocer: una Asamblea Nacional Constituyente originaria electa democráticamente.
Panamá, 17 de octubre de 2019