Panamá: Israel se ofreció ser un gran laboratorio para Pfizer. ¿Y Panamá qué negoció?
La vacuna que no llega a pesar de que se pagó 10.5 millones de dólares.
En un interesante y extenso hilo de una cuenta de twitter en Budapest, Hungría, que se identifica como @VKJudit, analista de Spitzberg Partners, una firma de asesoría e inversión corporativa con sede en Nueva York, se hizo un análisis y se da mucha información que explica porqué Israel se ha convertido en el país que más personas ha vacunado en el mundo por cada millón de habitantes. Israel está a la cabeza con más de 150 mil personas vacunadas diarias, un país de 9.1 millones, poco más del doble de Panamá.
Pero, ¿cómo ha logrado Israel vacunar a tanta gente tan rápidamente?
Israel pagó una prima, entre dos y tres veces el precio de mercado. Pero de acuerdo con la revista financiera Globes News, “Israel pensó que tenía algo aún más valioso que ofrecer que efectivo: datos”.
El país actúa básicamente como un gran laboratorio del mundo real para los fabricantes, especialmente para Pfizer y Moderna, y el resto de países.
Llama la atención que Israel haya aceptado convertirse en un centro de experimentación, siendo el país que denunció y persiguió al genocida Josef Mengele, un oficial alemán de las Schutzstaffel (SS) y médico durante la segunda guerra mundial, a quien se le recuerda esencialmente por sus actos en el campo de concentración y exterminio de Auschwitz, donde realizó experimentos mortales con prisioneros, y fue miembro del grupo de médicos que seleccionaba víctimas para ser ejecutadas en las cámaras de gas (Wikipedia).
La estrategia israelí.
SUMINISTRO: Según el hilo en mención, Israel tiene suficientes dosis disponibles solo de Pfizer y Moderna para cubrir a toda su población. Israel firmó con Moderna muy temprano (junio) pero tardó en estar de acuerdo con Pfizer (noviembre, cuando también lo hizo Panamá). ¿Cómo es que todavía reciben tantas dosis?
Israel se ha comprometido a compartir datos, incluidos los efectos secundarios, la eficacia, el tiempo para desarrollar anticuerpos desglosados según la edad, el sexo, las condiciones preexistentes, etc. El país actúa básicamente como un gran laboratorio del mundo real para los fabricantes y el resto de países del globo terráqueo con el continente americano. (ver imagen)
Su programa de vacunación ha tenido tanto éxito también por otros factores.
DIFUSIÓN PÚBLICA. ¿Eran los israelíes más pro-vacunas que otros? De ningún modo. Según las encuestas, solo el 50% del público en general y el 60% de los trabajadores sanitarios querían recibir la vacuna COVID-19. Así que la campaña a favor de la vacunación tuvo que comenzar temprano y con especial atención de los escépticos.
El Ministerio de Salud estableció equipos especiales para apuntar a las comunidades ultraortodoxas, de Jerusalén oriental, árabes en el norte, beduinos y hablantes de ruso, así como un equipo para identificar información errónea y trabajar con empresas de tecnología para cortar su propagación de raíz.
El Ministerio de Salud produjo una serie de videos de 1 minuto en 4 idiomas (hebreo, árabe, ruso, amárico) sobre temas como la eficacia de las vacunas o la naturaleza de la tecnología de ARNm. También reclutaron a algunos «influencers» para trabajar con el público o sus respectivas comunidades.
Seguramente una aprobación rabínica ayudó: el rabino Yitzchok Zilberstein (87 años), una autoridad ultraortodoxa líder, emitió un fallo que decía que «se debe tomar la medicina». Anteriormente, mantuvo conversaciones con el Jefe de Innovación de Clalit Health, que es la más grande de las cuatro organizaciones de servicios de salud con mandato estatal de Israel, encargada de administrar los servicios de atención médica y la financiación de sus miembros.
LOGÍSTICA: las vacunas llegan al aeropuerto de Tel Aviv, se trasladan a los congeladores en Teva Pharmaceutical Industries Ltd., que es una compañía farmacéutica internacional cuya sede central se encuentra en Petah Tikva, Israel y de allí se distribuyen a clínicas, centros de vacunación emergentes o incluso en las caravanas de seis metros de largo equipadas con congeladores que funcionan como unidades móviles de vacunación. Sus congeladores pueden contener hasta 5 millones de dosis de vacunas. Todo esto estaba en su lugar en noviembre (tener un gigante farmacéutico local y una población entrenada en precisión militar debe haber ayudado).
DIGITALIZACIÓN: Los registros médicos digitalizados permiten que las instancias del Ministerio de Salud identifiquen a las personas con mayor riesgo y se comuniquen con ellas de manera proactiva. También hace que la administración sea mucho más fácil y rápida.
Las personas pueden reservar citas para su vacunación por teléfono o en los sitios web de las dependencias de Salud o en aplicaciones.
FLEXIBILIDAD: La estrategia se ajusta sobre la marcha. Israel autorizó el uso de la sexta dosis en viales de Pfizer el 24 de diciembre. Para garantizar un desperdicio mínimo, al final del día, las vacunas sobrantes se administran a cualquier persona que esté a su alcance, sin importar si están en el grupo prioritario o no.
Se reenvasan las dosis en paquetes tan pequeños como de 100 dosis (las famosas «cajas del tamaño de una pizza»), lo que permite un suministro más fácil a clínicas pequeñas y unidades móviles junto con hospitales y centros.
ATENCIÓN MÉDICA: Un sistema de salud en funcionamiento es claramente el requisito previo que hizo que todos los demás factores funcionen. Israel tiene atención médica universal y prácticamente gratuita (según la autora del hilo), con 4 dependencias del Ministerio de Salud nacionales compitiendo para inscribir miembros. Sin embargo, el 14 de noviembre del año pasado, la Organización Mundial de la Salud (OMS) condenó a Israel por sus violaciones de los derechos sobre la salud en los territorios palestinos y en los Altos del Golán ocupados durante la pandemia de coronavirus. El informe de la OMS critica además a Israel por los «problemas de salud mental y psicosociales» de los palestinos, debido a las autodeclaradas «políticas y prácticas de planificación discriminatorias hacia los palestinos» en la Zona C de la Cisjordania ocupada, que está bajo la jurisdicción militar y administrativa israelí.
Finalmente, según la autora del hilo, de origen israelí, un factor menos tangible que sin duda jugó un papel: toda la historia de Israel es una lucha por la supervivencia. Cuando dicen que un tema de salud se trata como una «emergencia» o una «guerra», saben lo que eso significa.
Israel y Panamá
Ya hemos dicho Israel tiene 9.1 millones de habitantes y Panamá 4.3 millones más del doble que nuestro país. Sin embargo, Israel registra 545 mil contagiados, menos del doble de Panamá con casi 300 mil contagiados y presenta menos muertos, 3,959, en comparación a los 4,787 de Panamá.
Al menos sabemos que Israel aceptó convertirse en un gran laboratorio para las empresas farmacéuticas. ¿Qué aceptó Panamá? Hemos recibido el siguiente formulario que deberá ser llenado aquí (ver imagen):
El problema en Panamá es el gran secretismo, hermetismo, sobre los acuerdos firmados por el Gobierno con Pfizer y otras empresas farmacéuticas. Hay muchas dudas e incertidumbres al respecto. Por eso exigimos su divulgación. ¿Seremos los panameños conejillos de india en otro gran laboratorio? ¿Qué peligros enfrentamos? Se trata de la salud y la vida de todos los panameños, para dejar en manos de quiénes han mostrado gran negligencia e incapacidad en el manejo de la pandemia tales decisiones. Aquí todo es oscuridad.
Por ejemplo, el caso de las neveras, de 14 solicitadas se menciona que solo están 4 (prestadas) y se denuncia negociado y favoritismo en una licitación turbia. Se señala que se ha sobredimensionado la compra, que es exagerada.
La misma vacuna de Pfizer ahora se sabe que tras su negocio están los mismos de siempre en Panamá, los Motta y sus socios, los mismos que financiaron en las pasadas elecciones a los candidatos presidenciales (menos a Saúl Méndez) y a todos los partidos políticos (menos al FAD) y que controlan los grandes medios de comunicación.
Se habló que 40 mil dosis de la vacuna llegarían entre el 18 y 25 de enero, y que la empresa informaría con 5 días de antelación y hoy aún no se sabe nada.
Panamá, según la canciller Erika Mouynes, de familia vinculada a los Motta, ha pagado ya a Pfizer 10.5 millones y no hemos recibido una sola dosis. Costa Rica, que negoció y aprobó la vacuna casi a la par de Panamá, ha recibido ya, desde el 23 de diciembre a esta parte (menos de un mes), cuatro lotes de vacunas de la farmacéutica Pfizer para un total de 87.750 dosis y espera que las entregas sigan cada semana hasta completar las 3 millones de dosis adquiridas a esa empresa. Ya está aplicando a los primero vacunados la segunda dosis. El viernes 16 de enero, zarpó de China un barco con 14 neveras a Costa Rica. El problema ahora está en que Pfizer ya anunció que reducirá temporalmente los envíos de vacunas a los distintos países y no sabemos que implica eso para Panamá.
Hay otras alternativas de vacunas como la china (Sinopharm), la rusa (Sputnik) y la cubana (Soberana). ¿Qué ha decidido el gobierno al respecto? ¿Por qué se elige solo a las grandes transnacionales que hacen de la salud una mercancía?
Se ha querido vender la llegada de la vacuna cómo una panacea, cómo que la situación que hoy sufrimos con el pico más alto de muertes, contagios y hospitalizados, se resolverá automáticamente, lo cual está muy lejos de lograrse. De hecho Estados Unidos, que ha vacunado a más de 9 millones de personas en más de un mes, sigue registrando récord de muertes y contagios, al igual que otros países europeos. Es un proceso de vacunación lento. Estados Unidos tenía previsto vacunar 20 millones de personas antes de culminar el 2020 y no lo logró. Las 28 millones de personas vacunadas contra el covid-19 hasta este 13 de enero del 2021 representan apenas un 0,3% de la población mundial.
¿Peligros?
Lo que si se sabe es que Pfizer y otras corporaciones exigen que se le exime de responsabilidad por entrega tardía de medicamentos, por efectos secundarios o daños a la población y esto es preocupante cuando circulan informaciones sobre lo que ya ha ocurrido en otros países.
De hecho sabemos que este proceso de vacunación no representa realmente la fase 4 de la vacuna, sino la fase 3. Se aprobó así por la OMS y los países como una medida de emergencia ante la propagación de los contagios y las muertes que ya superan los 2 millones a nivel global.
En Panamá, parte de la comunidad médica ha estado enfrentada en una discusión sobre los medicamentos de uso profilácticos mientras siguen aumentando las muertes, los contagios, casos activos y se agrava el colapso de las morgues, hospitales y UCI.
En Israel se menciona que alrededor de un 17% de los pacientes que se encuentran en estado crítico en Israel ingresaron en el hospital después de que se les administrara la vacuna. Así lo corroboró la jefa de los servicios de Salud Pública del Ministerio de Sanidad, la doctora Sharon Elrai-Price, según una información de Israel National News que recoge euskalnews.com. Elrai-Price no informó de si los hospitalizados han ingresado como consecuencia de una reacción adversa a la vacuna o porque se siguen contagiando a pesar de la vacuna. (La Razón de España).
En Noruega las autoridades sanitarias han abierto una investigación para conocer las causas del fallecimiento de 29 personas mayores de 75 años con enfermedades terminales después de recibir su primera dosis de la vacuna de la Covid-19, concretamente la de Pfizer-BioNTech, tal y como publica Bloomberg.
En Estados Unidos, unas 55 personas han muertos luego de recibir la vacuna de Pfizer según el sistema para reportar reacciones adversas a las vacunas (VAERS), que es una base de datos federal.
El Reino Unido reportó más reacciones alérgicas de los esperado de la vacuna Pfizer.
No se sabe tampoco si estas vacunas serán efectivas para las nuevas y agresivas cepas que han ido surgiendo.
Mientras surgen estas noticias, en Panamá se mantiene el hermetismo en los acuerdos y persiste el mal manejo, la desinformación y el maquillaje de cifras por parte de las autoridades, crecen las dudas y la desconfianza en la población.
Nosotros no objetamos el uso de evidencias científicas ni saldas a la situación basadas en ellas. Condenamos el negociado tras las vacunas, las contradicciones, incongruencias, el secretismo alrededor de estas y la falta de información veraz al pueblo afectado lo cual es fundamental para poder enfrentar la situación. Somos fervientes creyentes en la ciencia. Ella ayudará a salvar a la humanidad, como ha sucedido en otros trances. Pero la ciencia no es imparcial. Debe optar por los intereses de los pueblos o por los negocios de unos cuántos y esto último es lo que está prevaleciendo.
¿Gran fosa común?
De nuestra parte rogamos sinceramente que la vacuna sea la verdadera solución (junto a las conocidas medidas sanitarias) y confiamos en nuestros abnegados trabajadores de la salud y en su probada capacidad en campañas de vacunación nacionales para poder salir de esta triste y angustiante situación que padecemos hoy los panameños.
Ojalá las vacunas nos liberen de esta crítica situación. Porque de lo contrario, quedamos a merced de este Gobierno, del MINSA, sus autoridades, asesores y ”expertos” que desde el día cero nos vienen conduciendo al abismo. Aquí en breve tiempo nos infectaremos los 4.3 millones de panameños, no habrán camas en los hospitales, y decenas de miles morirán convirtiendo a este país en una gran fosa común, entre los que morirán del virus, de otros traumas o de hambre.
FRENADESO
18 de enero de 2021.