PANAMÁ= MAFIOCRACIA. “A confesión de parte…”
PANAMÁ= MAFIOCRACIA. “A confesión de parte…”
Kevin Harrington-Shelton
«Our enemies are innovative and resourceful, and so are we!
They never stop thinking about new ways to harm our country and our people, and neither do we!»
«Nuestros enemigos son innovadores y tienen recursos, y nosotros también!
Nunca dejan de pensar en nuevas formas de dañar a nuestro país ya nuestra gente, y nosotros tampoco! «
George W. Bush
Llamó a la atención el que, según entrevista televisada el 23 Nov.,2012, no se le cuestionó a Ricardo Martinelli sobre el artículo del Economist, que tildaba a su administración de “disfuncional”. Crítica menguada por la revista inglesa que periódicamente publica un suplemento-pagado sobre Panamá… Pero nuestro impredecible mandatario corroboró esa opinión, al negar que los corredores durante las Navidades serán libre de peajes.
En vez de buscar una reacción a la opinión lapidaria de esa premier fuente de información del mundo financiero, característicamente, nuestro propio diario de referencia, La Prensa, sólo oyó lo que quería oír. Su titular de hoy:“Corredores no podrán ser gratis en diciembre”, cita que el señor Martinelli dijo: «el contrato de recompra de las vías establece el repago con las cuotas que pagan los conductores por utilizarlas». Dicho así, eso tampoco es cierto, pero lo que manifestó de viva voz en la televisión habría resultado muchísimo más noticioso: cabría encuestar si quienes no usan los corredores, si querrían absorber los peajes durante diciembre 2012.
A esa encuesta cabría añadirle otra pregunta: si se piensa que el Presidente saldrá más pobre, de lo que entró.
Aunque publicó el 10 de julio 2009 –e inusitadamente en portada– su primicia sobre la invitación de PYCSA Panamá, S.A. a que se le rescatara http://mensual.prensa.com/mensual/contenido/2009/07/10/hoy/pdf/Portada.pdf , su posterior cobertura sobre ésta, la más patente mega-corrupción, dista mucho de ser objetiva.
Ayer tampoco aprovechó para pedirle aclaración sobre lo que Martinelli ya había proclamado a La Estrella de Panamá (7/29/10): “Éste es el mejor negocio que hará el Estado”. Describía así una transacción por $1,070 millones, en la que un ente oficial pagó $630 millones más de lo que valen vetustos corredores que no serán gratis jamás ¡y menos con los peajes actuales! — debido a la cantidad de reparaciones que requieren.
Pero el Presidente se ajustó la lengua firmemente al cuello y se la ató con un nudo gordiano, ilusionando a quienes hoy “pagan por sufrir” y quienes no reaccionarán muy caritativamente cuando caigan en la cuenta de que se les ha engañado.
Los ministros que aprueban tanta locura no captan que, si bien Martinelli mantendrá su inmunidad al ingresar al PARLACEN, ellos no y pasarán años subiendo y bajando escaleras, cuando se desencadene la ira popular.
La respuesta a la retórica pregunta presidencial de ayer es similarmente sencilla. ¿Por qué pagar peajes en los corredores, si no se pagan en las demás carreteras? Razón tiene el Presidente en que habrá que pagarles su kilo-de-carne al bono-habiente del sector privado local e internacional que financiaron la cesión de la concesión de ICA, aunque no les favorezca un formal aval estatal.
La postura oficial en sentido contrario está enmarcada en que el (anterior) Ministro de Economía y Finanzas, ingeniero Alberto Vallarino, se inventó algo digno del Libro de Guinness: la República de Panamá es la única en el mundo, que es concesionaria de sí misma.
Al menos en el contrato de “compra” del Corredor Sur el que sí se ha publicado la oficial Empresa Nacional de Autopistas, S.A. adquirió los derechos que restaban en la concesión que aún mantenía la concesionaria mexicana inicial, ICA Panamá, S.A.
Tan complicada ingeniería financiera se estructuró –en vez de simplemente rescindir la concesión por mal servicio– para preservar la legalidad de las islas de ATLAPA, desgajadas de la concesión inicial del Corredor Sur, junto con Punta Pacífica.
Si simplemente se rescindía la concesión, se caía la constitucionalidad del relleno de fondo marino de dichas islas. Y se nos habría privado de una segunda entrada en el Libro de Guinness: de un costado de la misma Punta Paitilla sí son constitucionales los rellenos de ATLAPA, pero, en el otro lado de esa misma península, no son constitucionales los del Florestero-Feliz, que quedan frente al terreno que ahora el Estado comprará a la Nunciatura Apostólica.
Los usuarios del Corredor no figuraban en estas transacciones meramente inmobiliarias. Pero pueden descansar tranquilos: no cabe duda que, cual sorpresivo Santa Claus, el Presidente les regalará sus peajes navideños. “Existe un motivo para esta locura”.
Martinelli es predecible en cuanto a que, cuando llega al despeñadero, aunque a él simplemente no le haga otra presión, los verdaderos dueños del circo en Washington le instruirán a ceder en esto de los peajes, tal como lo hicieron en Bocas del Toro, Comarcas, Colón, renuncia irrevocable revocada, etc.
Preocupa por demás que el ingeniero Vallarino integre la Junta Directiva del Fondo de Ahorros de Panamá, luego de su más reciente “ingeniería” respecto de la Torre Tusa y del Hospital del Niño. La ratificación de dicha Directiva es el principal móvil tras la convocatoria a sesiones extraordinarias de la Asamblea.
Evidentemente el señor Martinelli intentará una tercera entrada al Libro de Guinness, logrando fumigar (legalmente) no sólo lo que queda del Fondo Fiduciario y lo que incorpore de los ingresos del Canal, mediante una ingeniería- financiera similarmente creativa que garantice que no quedará un real para nuestra posteridad.
Quienes comemos 5 veces al día estamos en la obligación de velar por quienes no comen, y la mejor forma de hacerlo es promoviendo un estado de derecho que funcione como debe — sin que los medios, ni callen, ni otorguen.
—
El autor fue administrador judicial de PYCSA Panamá, S.A y ejerce hoy como traductor oficial e intérprete simultáneo de conferencias internacionales. Se permite su reproducción en cualquier idioma en todo medio de todo país (salvo el Reino Unido), a condición de que previamente se solicite autorización escrita del autor solo para cualquier modificación de éste texto original adescriptoriummeum@gmail.com.