Panamá: el Corredor Norte (PYCSA): El primer GRAN NEGOCIADO del «Gobierno del Cambio»
Título Original:
El propóleo de la corrupción
            Fuente:»La Estrella de Panamá»,Domingo 30 de mayo, 2010.Ojalá que con el desfile del CEMIS el procurador averigüe al menos por qué aquellos inversionistas panameños no aprovecharon el mecanismo de Concesión Administrativa que ha resultado tan beneficioso para los mexicanos. Habría cabido perfectamente bien bajo la Ley 5 de 1988, la que fundamenta a ambos Corredores. Además, les habría salido (muchísimo) más barato y se habrían obviado su Calvario actual..
Al aprobar dicha ley-cuadro, esa Asamblea de inspiración militar delegó en el Ejecutivo los contratos-leyes que anteriormente se debatían de cara al sol en el Legislativo (y se difundían por radio), para legalizarlos en secreto en el Gabinete (y a puerta cerrada). El contribuyente solo se entera ante hechos-cumplidos. El secretismo es el propóleo de la corrupción. ¿Será por eso que el presidente Ricardo Martinelli opta por no reglamentar la Ley de Transparencia, la que permitiría a la ciudadanía conocer cómo se manejan sus dineros, antes de que sea demasiado tarde para opinar?
Esta Ley coloca la concesión bajo el control individual de una sola persona. La impunidad de este individuo constituye un virtual cheque en blanco girado legalmente contra el patrimonio de los panameños —siempre que lo confirme el Gabinete. Y, como constatan los panameños agrupados con los mexicanos en el Cartel del Norte con la bellaquería vertida en la 5ta línea de la Cláusula Tercera de la Addenda 2 a la Concesión PYCSA promulgada por la Gaceta Oficial el 18 de julio 1999, demasiados ministros simplemente no entienden las jeringonzas que les ordenan firmar.
Sin estar obligado a hacerlo en el contrato, Martinelli ofrece hoy $548.8 millones por un Corredor Norte, cuyo valor de reemplazo es $202.5 millones. Y amenaza con “ nacionalizarlo ” (¿por los $800 millones pre-acordados algebraicamente en la Addenda 1 en 1996?). El tema ya no es académico. Vía el nuevo grado de inversión, se financiarán obras en una escala comparable solo con la que en su momento logró en Venezuela el general Marco Pérez Jiménez. E inclusive la privatización del IDAAN pudiera efectuarse bajo este mecanismo, en tan urgente necesidad de reglamentar.
Kevin Harrigton
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