Otra familia en la calle en Carabanchel, gracias al Ayuntamiento «del cambio»
Ayer jueves, como cada semana se reunía la asamblea de vivienda Carabanchel y como ocurre en siempre, acuden muchas personas por primera vez. Esperanza, abuela al cuidado de dos nietxs menores, fue una de ellas.
En Carabanchel intentamos realizar un trabajo previo al desahucio, que las personas que acaban de llegar conozcan las dinámicas del grupo y entiendan que esto es apoyo mutuo, que huimos del asistencialismo, de solucionar problemas a la gente sin que se vean completamente implicadas en el proceso, pues así se construye empoderamiento.
Pero el caso de Esperanza era de extremada urgencia, en menos de 12 horas la SAREB -banco malo- tenía intención de dejarles en la calle. Esperanza estaba en pleno proceso de concesión de alquiler social, donde la SAREB ya había incluso solicitado escritos para la tramitación. Pero lo que recibió Esperanza fue la orden de desahucio.
La asamblea debatió y decidió acudir al portal, sin tiempo siquiera de sacar el cartel del StopDesahucios.
En la puerta nos juntamos unas cuantas vecinas y activistas de vivienda. Pero se juntaron muchos más policías municipales y lo peor, con una actitud tremendamente chulesca y comenzaron a amedrentar a la familia mediante amenazas de detención (lo que incluía la detención de la propia familia desahuciada) y con frases del tipo “os vamos a pasar por encima”, “si os detenemos, qué va a pasar con lxs niñxs?”
No quedándose agusto, o previendo no poder cumplir sus amenazas debido a la gran afluencia de vecinas que acudían a la puerta, decidieron llamar a unidades de antidisturbios del Ayuntamiento de Madrid, aquellos que desde el consistorio se aseguró hace tiempo que no volverían a participar en desahucios. La aparición de los “robocops” no hizo mas que aumentar la angustia de la familia y producir en ella un temor a consecuencias físicas y detenciones de las personas presentes, por lo que decidieron entregar las llaves de la vivienda a fin de evitar males mayores.
Los cerrajeros, buitres de barrio que se lucran con el sufrimiento de sus vecinos, raudos y veloces pues ya estaban esperando su momento desde hacía rato, colocaron enseguida una placa metálica en la puerta de la vivienda, certificando que OTRA FAMILIA ESTÁ EN LA CALLE EN CARABANCHEL.
Otra familia en la calle en Carabanchel, gracias al ayuntamiento «del cambio»