Noticias Uruguayas 7 agosto 2019
CARTA ENVIADA POR UNA COMPAÑERA FRENTEAMPLISTA A LOS CANDIDATOS DANIEL MARTÍNEZ Y GRACIELA VILLAR, LA CUAL NUESTRO COMITÉ DEL FRENTE AMPLIO DE URUGUAY EN MÉXICO POR LA IZQUIERDA COMPARTE EN TODOS SUS TÉRMINOS.
Compañero Daniel Martínez, compañera Graciela Villar:
Como frenteamplista, como uruguaya, como venezolana que viví en la Venezuela que nos acogió a mí, a mi familia y a tantos compatriotas en época de la dictadura uruguaya, que vi nacer y crecer la Revolución Bolivariana y con ella la conciencia de un pueblo que en este momento sufre, resiste y exige su DERECHO A VIVIR EN PAZ, les pido que lean lo que mi deber como ser humano y en lucha por una sociedad mejor me obliga a plantearles con el mayor respeto por ustedes y sus trayectorias.
¿Tienen ustedes conciencia de adónde puede conducir el gigantesco error de designar a Venezuela como una dictadura? Error conceptual porque desconoce la realidad, error estratégico porque no percibe la fragmentación que puede producir en nosotros ni las consecuencias internacionales de esa declaración.El venezolano es un pueblo que está resistiendo valerosamente, a un altísimo costo, el peor acoso de la historia por parte de EEUU y sus adláteres. Nuestro gobierno del Frente Amplio ha mantenido, respecto a esta situación, una posición respetuosa y solidaria, propiciando el diálogo como única salida al conflicto. Posición de la que, una vez más, los uruguayos nos sentimos muy orgullosos. Gracias al apoyo de Uruguay, país muy respetado en el contexto internacional, se ha logrado aguantar la posible invasión a Venezuela con que permanentemente amenazan los voceros de EEUU.
Días pasados, ante la presión de los acosadores periodísticos motivados por intereses que todos conocemos y sería redundante señalar, amparándose en el “Informe Bachelet”, figurasrepresentativas del FA, entre las que, dado el momento electoral, ustedes juegan un papel de suma importancia, dan sorprendentes declaraciones tildando equivocadamente a Venezuela de dictadura.
Sé que ustedes no desconocen las apreciaciones que se han hecho sobre la falta de fundamentación, precisión, imparcialidad y objetividad del informe de Michelle Bachelet. El informe se basa en testimonios recogidos mayormente en el exterior de sólo una de las partes del conflicto y de ONGs financiadas directamente por EEUU, ignorando las informaciones brindadas por el Estado y las víctimas de las violentas manifestaciones de la oposición obtenidas en el país al que visitó en dos oportunidades invitada por el gobierno de Venezuela. Parafraseando a nuestro Galeano, “¡qué dictador más extraño!” que invita ni más ni menos a la Comisionada de los DDHH de la ONU a hacer un informe para desnudar ante ella sus abusos.
Pero no sé si han evaluado en su verdadera magnitud las consecuencias que esa novedosa postura, disidente de la muy coherente que ha sostenido el gobierno (Tabaré Vázquez, Rodolfo Nin Novoa y Ariel Bergamino) puede causar al Frente, introduciendo una cuña en la interna y un tema del que se sirve la oposición para sacar ventaja. Y muy importante: la pérdida de apoyo de los compañeros que consideramos que el pueblo de Venezuela es nuestro hermano, que sostiene una LUCHA ANTIMPERIALISTA en DEFENSA DE SU SOBERANÍA, principios que son baluartes también del FA y a los cuales no renunciamos ni renunciaremos. Compañeros que sabemos que el alto costo en hambre y muertes que se está pagando es producto de una guerra sin cuartel que el imperio le ha declarado desde hace muchos años y no el “capricho de un gobierno despótico que disfruta sacrificando a su gente” . El gobierno legítimamente electo de Maduro es un GOBIERNO DE PAZ, apuesta al diálogo y el entendimiento y hace ingentes esfuerzos para mitigar los efectos que el bloqueo imperial produce.Mucho más graves aún son las consecuencias que el mote de dictadura puede llegar a tener para el pueblo venezolano. Es quitar la última contención moral que representa la posición digna y valiente de Uruguay dejando el paso abierto para una guerra muchísimo más sangrienta y cruel, similar a las que hemos tenido y tenemos como ejemplos vivientes en el mundo y que éste contempla casi con la indiferencia de lo cotidiano e irremediable.
No podemos ni debemos ignorar la injusticia. Esto no es solamente un tema de ÉTICA, HUMANIDAD Y SOLIDARIDAD, principios de base del FA, es un tema de DERECHO A LA VIDA que nos compromete en lo humano y como frenteamplistas.
Debemos cuestionar y condenar la visión tendenciosa de Bachelet dirigida a justificar la intervención militar. No podemos seguir su juego macabro, hay que denunciar la mentira y exigir larectificación del informe. LA ACEPTACIÓN INCONDICIONAL DEL INFORME BACHELET NOS HACE SUS CÓMPLICES.
Etiquetando al gobierno de Maduro de dictadura no sólo no ayudamos sino que contribuimos a agravar la dificilísima situación que se vive en Venezuela, borramos la memoria y la conciencia y lanzamos a un pueblo hermano y solidario a las fauces devoradoras del imperio. Tenemos que seguir luchando para revertir esta situación.
Compañeros Graciela y Daniel: los saludo y espero que mi reflexión personal, reflejo del sentimiento de muchos, logre de ustedes una mirada disnta. La hago desde el fondo de mi corazón y mi razón.Montevideo, 2/8/2019
Beatriz Abraira CI 930245.1 Tel. 092883906
VENEZUELA NO ES UNA DICTADURA,
ES UN PUEBLO CONSCIENTE QUE ELIGE LA DIGNIDAD PARA VIVIR DE PIE
Algunas reflexiones sobre recientes opiniones en Uruguay acerca de Venezuela
Por Carlos Flanagan
En estos días, el Cr. Danilo Astori (Ministro de Economía), el ex presidente José Mujica y luego el actual candidato a presidente por el Frente Amplio Ing. Daniel Martínez, afirmaron que en Venezuela se vive una dictadura.
Al mismo tiempo entre el 25 y el 28 de julio, se llevó a cabo en Caracas el XXV Encuentro del Foro de Sao Paulo cuya declaración final – votada por la totalidad de la delegación oficial del Frente Amplio (miembro fundador y titular de la Secretaría Regional del Sur del FSP) presente en el evento máximo de la izquierda de América Latina y el Caribe – expresaba su apoyo a la Revolución Bolivariana en los siguientes términos: “De forma enérgica rechaza las amenazas de intervención militar contra Venezuela y condena en todas las instancias posibles el bloqueo económico, financiero, comercial y el cerco diplomático por parte del gobierno de los Estados Unidos. Preservar la paz en Venezuela es preservar la paz en la región y una de las prioridades de los partidos que integramos el FSP.”
Lo que el neoliberalismo nos dejó
Queda claro que estas declaraciones de tres connotados dirigentes del FA no representan la postura orgánica del mismo y corren exclusivamente por su cuenta y riesgo, cual regalo del cielo han regocijado a la derecha y le han hecho un flaco favor político a la coalición y más aún a tres meses de las elecciones nacionales.
Previo a un análisis particular del contenido de estos dichos, no está de más analizar este tipo de conductas en un marco más general.
Hemos subrayado hasta el cansancio la vigencia y acierto de la definición del neoliberalismo hecha por el Frente Amplio en su III Congreso Extraordinario de noviembre de 1998: “vivimos en un mundo en el cual el imperialismo impone una estrategia global neoliberal que abarca aspectos económicos, políticos, ideológicos, culturales y militares”
Y vuelvo a repetir que esta estrategia no pasó de largo por las puertas de las organizaciones de izquierda. Por el contrario, se enquistó en el tejido social de todas nuestras sociedades.
Nos dejó el lastre del individualismo a ultranza.
La soberbia manifestada en la irrefrenable pulsión a opinar – si es ante un micrófono mejor – sobre todos los temas del universo: desde deportes, política o mecánica cuántica; en el mal entendido que decir que no conocemos a fondo una temática porque no somos especialistas en ella, o que debemos estudiar más un asunto antes de opinar sobre él, va en desmedro de nuestra imagen mediática.
En definitiva vivimos en el reino de la vanidad, el egocentrismo y la incontinencia verbal, cada vez más lejos de aquel viejo dicho sabio que aconsejaba “procura que tus palabras sean mejores que tu silencio”.
El “tema” Venezuela
Como todo hecho o proceso social es la resultante de la confluencia e interacción de múltiples factores; por lo que debe ser analizado desde distintos ángulos.
En primer lugar, hay que señalar la incidencia del criminal bloqueo económico del gobierno de los Estados Unidos, sólo comparable al que somete a Cuba desde los años sesenta del siglo pasado.
Muchos políticos y gobiernos se “horrorizan” por la falta de medicamentos y muchos alimentos que sufre la población venezolana. Habría que preguntarles: ¿cómo se manejarían ustedes si de un plumazo les quitaran el acceso a 40.000 (sí, cuarenta mil) millones de dólares mediante el bloqueo a los ingresos generados por empresas de su país en el exterior?
Un artículo aparte merecería el sesgado informe de fecha 4 de julio (hasta la fecha parece una ironía) de la Alta Comisionada para los Derechos Humanos de la ONU, Michelle Bachelet.
Me remito al demoledor análisis realizado por Pablo Sepúlveda Allende (Presidente de la Fundación Salvador Allende) en el cual lo tilda de “parcializado, deshonesto, cobarde y peligroso”. Se lo puede ver en el enlace–.
A esto hay que sumarle la sustantiva baja del precio internacional del petróleo. En la época de los gobiernos de Hugo Chávez (1999 – 2013) el barril llegó a valer más de 100 dólares y la renta petrolera mensual se ubicaba entre los 2.000 y 3.000 dólares. En 2014 descendió hasta los 24 dólares y hoy su precio es de 55,82 dólares.
Estos factores no pueden ser ignorados en cualquier análisis que se haga sobre la situación venezolana. Lo que no niega en absoluto que haya luces y sombras en el proceso de la Revolución Bolivariana.
A mi juicio existen al menos dos factores de inocultable gravitación: 1) se desperdició en el período de bonanza económica una gran oportunidad de diversificar la producción y comenzar a salir de la condición de país mono productor y dependiente de la renta petrolera y eterno importador de bienes y alimentos. 2) tampoco para nada es igual la estatura política de Hugo Chávez que la de Nicolás Maduro.
“No aclares más que oscurece “o el maltrato de las categorías
Luego de reacciones críticas de sectores del Frente Amplio a los dichos sobre el carácter dictatorial del gobierno de Venezuela (incluyendo a Oscar Andrade dirigente del Partido Comunista), Mujica no tuvo mejor reacción que afirmar el día martes 30: «¿Los otrora defensores de la dictadura del proletariado se horrorizan por una palabra? Porque tiene un régimen duro y metió soldados por todas partes no se la llevaron puesta».
Igualar el concepto materialista de dictadura del proletariado con el de “dictadura” a secas, que se utiliza habitualmente para denominar a los regímenes de corte fascista resultantes de los golpes de Estado cívico-militares dados en nuestro continente en los años 60 y 70 del siglo pasado, revela o una ignorancia supina – que creo que no es el caso – o una evidente mala intención (“mala leche” como decimos en lenguaje coloquial uruguayo).
Muchas categorías de la teoría materialista han sido utilizadas de forma incorrecta, reduccionista, en aras de una supuesta más fácil asimilación conceptual. El de dictadura a mi juicio ha sido una de ellas.
Para el materialismo, el concepto “dictadura” se refiere a la forma histórica concreta por la cual una clase social realiza su hegemonía sobre el resto de la sociedad.
En las sociedades feudales, la clase dominante (familias de la nobleza propietaria de las tierras) ejercía su hegemonía sobre el resto de sus miembros.
Luego de la Revolución Francesa y hasta hoy en el capitalismo, es la burguesía quien pasa a ejercer su hegemonía en tanto clase dominante y propietaria de los medios de producción, bajo la forma de la democracia burguesa. Es la “dictadura de la burguesía”.
Y en el socialismo será el proletariado quien ejercerá su hegemonía de clase. De ahí el término “dictadura del proletariado”. La diferencia radica en que, por vez primera en la historia, será la mayoría de la sociedad que ejercerá su hegemonía sobre la minoría.
Sólo en una sociedad comunista, no será necesaria una dictadura de clase, como consecuencia de la desaparición de las clases sociales.
Por ende y en mi opinión – para ser más rigurosos con las categorías y evitar malos entendidos – sería más adecuado llamar “tiranías “a los regímenes que rompen la legalidad burguesa mediante golpes de Estado en lugar de “dictaduras”. Pero esto puede ser materia de otro debate.