Noticias Uruguayas 26 abril 2015
URUGUAY
Dossier del Blog El Muerto
Miles marcharon en Tacuarembó por el agua
Uruguayos y extranjeros se movilizan en defensa del agua en Tacuarembó
Organizaciones ambientalistas de la región, con personas de Uruguay, Brasil, Argentina, Paraguay y Chile marharon por las calles de la ciudad contra la explotación petrolífera, la megaminería a cielo abierto y en defensa de la reserva de agua dulce.
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NFORMES JOSE ESTEVEZ — DIARIO EL PAIS
Uruguayos y extranjeros se movilizan en defensa del agua en Tacuarembó
Organizaciones ambientalistas de la región, con personas de Uruguay, Brasil, Argentina, Paraguay y Chile marharon por las calles de la ciudad contra la explotación petrolífera, la megaminería a cielo abierto y en defensa de la reserva de agua dulce.
Tacuarembó José Estevez sáb abr 25 2015 17:59
Al grito de “no se vende, el agua se defiende”, más de un millar de personas se movilizaron en Tacuarembó en el marco de la primera marcha en defensa del Acuífero Guaraní.
A la tierra de Gardel llegaron delegaciones ambientalistas provenientes de Brasil, Argentina, Paraguay y Chile sumándose a los locales, con el cometido de manifestarse pacíficamente contra la explotación petrolífera, contra la megaminería metalífera a cielo abierto y contra la técnica de fracking y en defensa de la reserva de agua dulce.
En Tacuarembó, la comisión “Tacuarembó por la vida y el agua” recolectó más de 13.000 firmas exigiendo la prohibición de la instalación de proyectos de megaminería en el territorio departamental, hecho homologado por la Junta Departamental, pero que no fuese incluido aún en las directrices departamentales de ordenamiento territorial.
Al respecto, el Obispo de la Diócesis Tacuarembó–Rivera, Monseñor Julio César Bonino, dijo a El País que desde el Vaticano se está trabajando para concientizar a la población mundial en la importancia del cuidado del medio ambiente.
“Es un partido que lo estamos perdiendo 5 a 0, pero que aún queda mucho por jugar”, dijo Bonino.
En la oportunidad se manifestaron también varios productores rurales y participó solamente un candidato a intendente de Tacuarembó, el caso de Jorge Del Pino de la Unidad Popular. Además estuvo presente la diputada de Vamos Uruguay (Partido Colorado), Susana Montaner y el ex futbolista de Nacional, Diego Jaume.
El expolicía Ricardo Zabala estaba libre desde mayo de 2014
El caso Julio Castro irá a Corte Interamericana tras absolución del procesado
Por cuatro votos contra uno la Suprema Corte de Justicia (SCJ) absolvió al policía retirado Ricardo Zabala, procesado en marzo de 2012 como cómplice del homicidio especialmente agravado del maestro Julio Castro.
Los restos de Castro fueron encontrados en octubre de 2011 en el Batallón 14. Foto: Archivo.
jue abr 23 2015 El País uy
El ministro Ricardo Pérez Manrique fue el único que votó en contra. De esta manera la SCJ zanjó el tema ya que el fallo, que aún no se hizo público, no es apelable.
El expolicía tuvo a su cargo la detención de Castro en el cruce de las calles Rivera y Llambí en agosto de 1977. Desde allí lo trasladó a un centro de detención clandestino ubicado en la calle Millán.
Raúl Olivera, integrante de la Secretaría de Derechos Humanos del Pit-Cnt, dijo a El País que la sentencia empuja a ir nuevamente a la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), que en 2011 condenó al Estado uruguayo por la desaparición de María Claudia García, nuera del poeta argentino Juan Gelman, y por la supresión de identidad de la hija que tuvo en cautiverio, la hoy diputada frenteamplista Macarena Gelman.
Dos años después, la CIDH rechazó el fallo de la SCJ que declaró la inconstitucionalidad de la ley interpretativa de la Ley de Caducidad porque «podría representar un instrumento de perpetuación de la impunidad».
Insistencia.
El abogado Martín Risso, especialista en derecho constitucional y en derechos humanos, dijo en ese entonces que la notificación explicaba «el alcance» y el «grado de obligatoriedad» de la sentencia de 2011 del caso Gelman.
«Vamos a volver a ir. Es parte de la batalla que tenemos contra una concesión conservadora, retrógrada y que pone en peligro a Uruguay desde el punto de vista de sus obligaciones internacionales», dijo Olivera.
El sindicalista agregó que la sentencia de la SCJ está haciendo «oídos sordos» a los fallos de la CIDH, criticó con dureza a los ministros y aseguró que «se han transformado desde hace dos años en los constructores del famoso muro de la impunidad».
Olivera comentó que no cree que Zabala cumplió una orden «inocentemente» porque «lo llevó a un centro clandestino». «Ese argumento es insostenible. Está claro que este hombre era un integrante activo del Servicio de Información y Defensa, y ahí había poquitos inocentes», opinó el sindicalista.
El expresidente de Crysol, Baldemar Tarocco, se enteró por El País de la noticia. «¿El que votó en contra fue Pérez Manrique?», preguntó.
Tarocco indicó que ya sabe cómo actúa cada ministro y aseguró que de la Corte no espera justicia. «Van a tratar de continuar con la impunidad porque siguen manteniendo que los delitos prescribieron», sentenció.
Dijo que no lo sorprendió el fallo y que tampoco espera más procesamientos. «Es vergonzoso que estos señores sigan protegiendo. Se obstaculizan las investigaciones», aseguró Tarocco.
La ONG Serpaj escribió en la red social Facebook que sentía «vergüenza» ante el fallo de la Corte. «No bajaremos los brazos, no dejaremos de marchar, no dejaremos de buscar a todos y cada uno de nuestros desaparecidos», escribieron.
Castro fue detenido por Zabala, que en 1977 se integró al Servicio de Información y Defensa, en la esquina de Francisco Llambí y Rivera.
Según el presidente del Centro Militar, Guillermo Cedréz, la Corte «no hizo más que hacer justicia, reivindicar lo que es lógico». «Es una persona que no tiene nada que ver con el tema. Lo detuvo y lo entregó. Cumplió una orden. No se puede llevar preso a alguien porque sí. Eso es lo que ratifica la Suprema Corte», opinó.
Julio Castro fue un maestro de dilatada trayectoria, dedicado especialmente al desarrollo de las escuelas rurales y uno de los fundadores del semanario Marcha. A causa de su labor, fue arrestado el 1° de agosto de 1977. Según consta en las investigaciones, murió el 3 de agosto del mismo año a causa de las heridas provocadas en interrogatorios.
El 21 de octubre de 2011, a la hora 10.45, fueron hallados los restos de Julio Castro en un predio del Batallón 14. El cuerpo de Castro fue enterrado en la Zona III, Sector Sur, Trinchera 208 de esa unidad militar. Las excavaciones en el Batallón 14 se iniciaron por el caso María Claudia García de Gelman, ciudadana argentina desaparecida en la década de 1970. Zabala fue el policía que detuvo a Castro en 1977. Por este caso también fue procesado el coronel retirado José Nino Gavazzo, en prisión por otros delitos contra los derechos humano.
Según Pérez Manrique, a su juicio existen «elementos de sobra» para sostener la culpabilidad de Zabala, quien está en libertad desde mayo del año pasado cuando el Tribunal de Apelaciones Penal de 4º Turno revocó el procesamiento del juez Juan Carlos Fernández Lecchini y la fiscal Mirtha Guianze, que lo habían procesado como «cómplice de delito especialmente agravado».
En ese entonces la fiscal María Camiño presentó un recurso de casación ante la SCJ que se expidió ayer.
Según dijo Pérez Manrique a El Observador, «es prácticamente imposible» que aparezcan nuevas pruebas para abrir de nuevo la causa.
CRONOLOGÍA
Julio Castro, que fue uno de los fundadores del Frente Amplio, se desempeñó como maestro, investigador y periodista. Tenía 68 años cuando fue detenido por el policía Juan Ricardo Zabala, que en 1977 se integró al Servicio de Información y Defensa. El 1° de agosto de ese año, Zabala detuvo al docente en la esquina de Francisco Llambí y Rivera.
Los restos del maestro fueron hallados en el Batallón 14 en diciembre de 2011 en una zona conocida como «Cementerio de Arlington». El jefe del grupo de antropología forense que estaba realizando las excavaciones a pedido del Poder Ejecutivo, José López Mazz, dijo en ese entonces que Castro sufrió «apremios físicos» con fractura de una de sus costillas.
En marzo de 2012, Zabala fue procesado con prisión por el juez Juan Carlos Fernández Lecchini, quien lo halló cómplice del «homicidio especialmente agravado» de Castro.
uEn abril de 2013, la fiscal María Camiño rechazó un pedido de liberación de Zabala, que se dio luego de que la Suprema Corte de Justicia (SCJ) declaró inconstitucional la ley interpretativa de la Caducidad, aprobando que los crímenes cometidos en la dictadura no son de lesa humanidad, sino delitos comunes y que prescribieron el 1° de noviembre de 2011. La fiscal no coincidió con esa posición y entendió que en este caso se debe aplicar la normativa internacional.
En mayo de 2014 ,el Tribunal de Apelaciones procesó al militar retirado José Nino Gavazzo como coautor del homicidio de Castro y dejó en libertad a Zabala. El fallo aclara que Zabala detuvo a Castro «sin violencia física, ni moral» y lo hizo «en un horario, y en un lugar, con permanente presencia de público», por lo que descarta que hubiera sido secuestrado por el policía. Afirma que lo trasladó a la «Casona» de la calle Millán y regresó a sus funciones.
A la hija de Julio Castro “le calienta” que el PIT-CNT se entrometa ahora
“Me voy a morir sin saber lo que pasó con mi padre”, dice Hebe, de 80 años
+ Nicolás Delgado @nicodelgado13 – 26.04.2015, 05:00 hs Texto: El Observador
El expolicía Ricardo Zabala confesó en el juzgado que detuvo al maestro y periodista Julio Castro en agosto de 1977 y que lo trasladó a la Casona de Millán, donde fue torturado y ejecutado de un tiro en la sien. Zabala, procesado con prisión en marzo de 2012 como cómplice del homicidio, fue absuelto y liberado en mayo del año pasado, cuando un tribunal de apelaciones consideró que no existía vínculo entre la detención y el crimen de Castro. La fiscal María Camiño presentó un recurso de casación para que la Suprema Corte de Justicia (SCJ) pronunciara la última palabra. El miércoles, la SCJ confirmó la absolución del expolicía, por considerar que “la detención se llevó a cabo sin violencia, ni física ni moral, no generando alarma alguna”, que, por lo tanto, no se trató de “un secuestro”, y que Zabala “no conocía la información de Inteligencia” ni “tenía elementos como para poder evaluar que la persona detenida fuera a ser asesinada”. En definitiva, la SCJ concluyó que Zabala es inocente.
“El fallo de la Corte es más de lo mismo. Aquí no ha cambiado nada. Sigue manteniéndose una política de ocultamiento. Lo que hace la sentencia es calentarte”, expresó la hija de Castro, Hebe, desde Mercedes (Soriano) a El Observador.
Se la escuchaba indignada. “No estoy dolida; estoy harta, que es otra cosa. ¡Harta, harta!”, repetía al teléfono. “Zabala fue un transportador. Metió preso a mi padre, lo subió a un auto y lo entregó para que lo mataran. Debería seguir preso”, se quejó.
“Esto sigue”
El jueves, al día siguiente de que se divulgara el fallo de la SCJ, “Raúl Olivera, integrante de la Secretaría de Derechos Humanos del PIT-CNT, dijo a El País que la sentencia empuja a ir nuevamente a la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), que en 2011 condenó al Estado uruguayo por la desaparición de María Claudia García, nuera del poeta argentino Juan Gelman, y por la supresión de identidad de la hija que tuvo en cautiverio, la diputada frenteamplista Macarena Gelman”, informó el matutino.
La noticia multiplicó la indignación de Hebe. “Me calienta que salga el PIT-CNT hablando de la CIDH, cuando nunca, nunca, intervino en este proceso. A esta altura no sé lo que buscan”, expresó Hebe, quien destacó: “Toda la movida internacional ya la hemos hecho nosotros y la seguimos haciendo, porque esto sigue”.
Cuando dice “nosotros”, Hebe se refiere a sus dos hijas, sus dos sobrinos (hijos de Julio, su hermano, fallecido) y a su abogada, Rosario Fernández. El año pasado, se reunieron con Pablo de Greiff, relator especial de Naciones Unidas sobre la promoción de la verdad, la justicia, la reparación y las garantías de no repetición. Este mes, el 9 de abril, sus dos hijas se reunieron en Buenos Aires con el Grupo de Trabajo sobre Desapariciones Forzadas o Involuntarias de Naciones Unidas. Ese día, el Ministerio de Defensa entregó a la familia documentación militar, que está siendo analizada. “Esa información nos la negó el ministro Fernández Huidobro por un año”, y fue obtenida gracias a un fallo judicial, explicó Hebe. Tras analizar esos documentos, la familia resolverá si llevan el caso a la CIDH.
El fallo de la CIDH, que condenó al Estado uruguayo por la desaparición de la nuera de Gelman, podría ser un motivo de esperanza. Sin embargo, Hebe es escéptica: “El caso Gelman se movió porque fue Juan, poeta, premio Cervantes, quien se movilizó desde España”.
Los homenajes: “puro bla bla”
“Han puesto el nombre de mi padre a calles y escuelas. El lunes inauguraron en Cerro Largo una colonia de colonización con el nombre de él, pero nada de eso, que es puro bla bla bla, nos lleva a quién lo mató o a quién dio la orden de matarlo”, dijo Hebe.
“Duele la impunidad. Está muy bien hablar del genocidio armenio y de los pobres desgraciados que se mueren en el Mediterráneo, pero acá matan a la gente y, pobrecitos (los militares procesados), van a la cárcel de Domingo Arena y siguen cobrando las pensiones. Se muere uno y la mujer sigue cobrando la pensión y todo bien”, agregó.
“¿Quién soluciona la situación de mi hermano, que se murió sin saber lo que estaba pasando? Yo tengo 80 años, no sé cuánto voy a durar y me voy a morir sin saber lo que pasó. Mis hijas, mis sobrinos, mis nietos tampoco sabrán lo que pasó con el abuelo”, concluyó Hebe, una abogada jubilada que transita entre la resignación y la lucha.
Ministro de la SCJ: Zabala sabía para qué era conducido Castro
Cuatro ministros de la Suprema Corte de Justicia (SCJ) coincidieron en que Ricardo Zabala es inocente y confirmaron su absolución por considerar que “la detención (de Julio Castro, en 1977) se llevó a cabo sin violencia, ni física ni moral, no generando alarma alguna”. Además, Zabala “no conocía la información de inteligencia (…), y tampoco tenía elementos como para poder evaluar que la persona detenida fuera a ser asesinada”. En definitiva, concluyeron que no hubo “secuestro”, que “la detención de una persona en la vía pública (se concretó) en condiciones apropiadas de actuación policial” y que Zabala actuó por “obediencia debida”.
Los cuatro ministros que coincidieron fueron el presidente de la SCJ, Jorge Chediak, los ministros Jorge Larrieux y William Corujo, y el ministro del Tribunal de Apelaciones Sergio Torres, que integró la Corte porque el ministro Jorge Ruibal Pino se abstuvo.
La discordia de Pérez Manrique
En contraposición, el ministro Ricardo Pérez Manrique, que también fue el único ministro que discordó con sus colegas cuando votaron la inconstitucionalidad de la ley interpretativa de la ley de caducidad, considera que Zabala es responsable de un delito de “homicidio a título de dolo eventual”. Esto significa que, cuando el expolicía “detiene y entrega a Castro en un centro de detención clandestina, en el marco de una operación en los años duros de la guerra sucia antisubversiva, el resultado (la ejecución de Castro) era posible y probable, por tanto debió ser previsto”.
“En este caso, el agente no tiene directamente la voluntad de ejecutar el hecho prohibido, sino que no detiene su acción ante la previsibilidad de su producción, asumiendo así el riesgo de su ocurrencia”, expresó.
Incluso, Pérez Manrique considera que hay prueba suficiente para procesar a Zabala por “desaparición forzada de la víctima”.
El ministro discordante concuerda con el fiscal de Corte, Jorge Díaz, quien en su dictamen apuntó a la responsabilidad de Zabala.
Pérez Manrique expresa en su discordia que “Zabala conocía para qué era conducido Castro, obtener información a cualquier precio”. Y agrega: “Claramente no puede invocar obediencia debida un oficial de jerarquía, preparado especialmente en tareas de inteligencia”. El ministro sostiene en la sentencia que Zabala “no se encontraba en una situación de coacción o de temor que le impidiera no realizar los actos objeto de las presentes actuaciones”.
GESTIONANDO IDEOLOGÍAS
(publicado hoy en el semanario VOCES)
jueves, 23 de abril de 2015
por José Luis Perera
Toda teoría del mundo es una ideología: lo es tanto el punto de vista reaccionario como el conservador, tanto el progresista como el de izquierda radical. Engels señalaba que «todo lo que mueve a los hombres tiene que pasar necesariamente por sus cabezas».
Les gusta a los políticos de la derecha decir que prefieren gestión a ideología. Que la que arregla los problemas es la primera, y que la segunda es cosa arcaica, desfasada e inútil. Es lo que señala Novick, el candidato de la concertación, cuando dice: “¿Cuándo se van a dar cuenta los políticos que Montevideo no se arregla con ideología? Se arregla con gestión, con administración, entre todos: los de izquierda, los de derecha, los de centro y los independientes”.
Sucede que la gestión incluye no solo las acciones concretas, sino el proceso de toma de decisiones. La decisión de autorizar la construcción de un shopping center, de exonerar de impuestos ese u otro emprendimiento económico, o destinar los esfuerzos sociales en la construcción de viviendas populares, por poner un ejemplo, tiene que ver y mucho con la ideología.
Cuando en Ciudad de la Costa, por ejemplo, vemos que abre un gran supermercado de herramientas, y la intendencia realiza en tiempo record el asfaltado de la calle de entrada y además coloca sendos semáforos allí para que los automovilistas puedan entrar y salir sin problemas, y sin embargo en esa misma ciudad hay paradas sin techo desde hace más de tres años, haciendo que los trabajadores tengan que esperar el ómnibus bajo lluvia o al rayo del sol ¿estamos hablando de ideología, de gestión, o de gente gestionando su ideología?
Si la cosa pública necesitara sólo buenos gestores, nos gobernarían tecnócratas, no políticos, y eso es lo que muchos políticos desearían sin duda, aunque a veces cueste darse cuenta.
Por cierto que este engaño no proviene solo de la derecha. Si bien el discurso del progresismo intenta ocultar esta visión, a través de la gestión es justamente que descubrimos su verdadera ideología.
Cuando al referirse al TISA, el ex canciller Almagro dice que “Todos fueron consultados, no solamente el PIT-CNT. El PIT-CNT estuvo en reuniones, hubo otros que no estuvieron en reuniones…; cámaras…las diversas cámaras del Uruguay. Entonces, fue un proceso lo más transparente desde el punto de vista sectorial, tratando de cubrir toda la cancha, y procurando que toda la información estuviera disponible”, está mostrando ese tipo de visión tecnocrática, en donde esos asuntos no tienen por que ser discutidos por el pueblo, ni siquiera por los políticos (que representan al pueblo), sino por los grupos de presión (cámaras empresariales, sindicatos) y el gobierno.
Cuando Almagro dice: “¿Qué es lo que pasa cuando hay una negociación como esta en la que participan los EEUU, la UE y pide para entrar China?, es que lo que surja de esta negociación van a ser las reglas de comercio y servicios de acá en adelante, nos guste o no nos guste. La única manera de incidir es con nuestra participación.”
Lo que está diciendo es: esto es un problema de gestión; la mejor forma de gestionar esto -que será sí o sí y no hay otra posibilidad- es de esta manera y no de otra. Descarta de antemano cualquier otra posibilidad, descarta hacer un planteo a nivel latinoamericano en los múltiples organismos de integración comercial y política que han surgido en las últimas décadas, para encarar el problema del TISA desde otra posición, por ejemplo. Y eso es ideología.
Desde otra ideología diferente, alguien puede decir: «Existen dos posibilidades de acción: La primera es asumir que lo peor es inevitable, y eso equivale a garantizar que las cosas no cambien nunca. La segunda opción es asumir que existe una esperanza de cambio, y que se puede coadyuvar a que ese cambio ocurra» (Noam Chomsky)
Publicado por José Luis Perera