Mientras arde la Amazonia
En tanto que avanza imparable el fuego provocado por la codicia y el egocentrismo de unos pocos criminales que no dudan en poner en peligro la vida de millones de personas y animales, mermar aún más el oxígeno del aire que respiramos y dañar el clima planetario sin que la conciencia y el pulso de estos individuos sufran la más leve alteración, podríamos preguntarnos si se trata de gentes insólitas y locas que hacen estas barbaridades o si por el contrario vivimos en un Planeta donde la barbarie ha encontrado un lugar donde instalarse sin encontrar demasiadas resistencias. Es, pues, el momento de hacer un balance sobre el mundo en que vivimos, que siempre será escaso, provisional y limitado, pero lo suficientemente representativo de lo que afirmo.
Y mientras arde la Amazonia, sucede que:
-Tan sólo un UNO por ciento de la población controla el 99 % de la riqueza de todo el Planeta. UNAS CUATROCIENTAS FAMILIAS controlan la economía mundial, permitiendo directa o indirectamente que UNA DE CADA TRES PERSONAS en este Planeta vivan con UN dólar diario o menos, mientras que una vaca en el primer mundo recibe CUATRO dólares diarios de subvención gubernamental. La ONU, por su parte, afirma que sólo dispone de alimentos para tres o cuatro semanas en caso de gran hambruna.
– Cada día nacieron alrededor de 180.000 niños, de los cuales un mínimo de 40.000 mueren de hambre.
– De hambre murieron en total cerca de 36 millones de personas a lo largo del año. Se calcula que por esta causa muere un niño CADA 5 SEGUNDOS.
-¿Y los cientos de miles de niños y niñas-soldado?
-¿Y los más de doscientos millones de niños y niñas que viven como esclavos?
– Han muerto 11 millones de personas por las enfermedades derivadas de la miseria (agua contaminada y otras). Sólo por el agua contaminada mueren el 80 % de los pobres, y se calcula que 2.500 millones no tendrán ni gota en el año 2.025.
– 10 millones murieron de sarampión, enfermedad en auge como las variantes de gripe.
– En África existen actualmente 24 millones de enfermos de SIDA la inmensa mayoría de los cuales condenados a morir porque no recibe las medicinas necesarias por ser caras y estar fuera de su alcance. Un 33% de la población está afectada por esta enfermedad.
– Las industrias farmacéuticas reciben subvenciones de los Estados que prefieren proteger sus derechos de patente (de 20 años de validez) a proteger a los millones que mueren por enfermedades que pudieran ser tratadas durante esos mismos 20 años sin tener que pagar royalties millonarios a las multinacionales farmacéuticas. Nadie les pide cuentas.
-Las llamadas cuentas opacas y los paraísos fiscales, sangrante burla para los pobres de la Tierra, son las cuevas del tesoro de los modernos y ricos piratas que nadie se atreve a poner bajo la mirada de las leyes internacionales, de las que se burlan las grandes empresas multinacionales. Hoy, los Estados son rehenes de las industrias transnacionales, con sus parlamentos, sus medios de comunicación y sus corruptos aparatos judiciales, policiales y políticos.
– Millones no cuantificados murieron y mueren aún en las guerras imperialistas o locales en todos los continentes. Tan sólo en Iraq el número de niños muertos ascendió a medio millón. Y mientras escribo esto siguen cayendo bombas genocidas sobre las cabezas otros niños en Oriente sin que el resto del mundo pueda o quiera evitarlo. El tándem USA-Israel-Inglaterra, seguidos de sus aliados de Oriente y Occidente son especialistas tanto en organizar guerras como en impedir la paz. Nadie le pide cuentas.
– Una crisis mundial sin precedentes se produce en nuestra época porque unos cuantos mafiosos del mundo de las finanzas, protegidos por el Sistema que les nutre y del que forman parte inseparable, roban enormes cantidades dinero, arruinan la economía de empresas y familias y producen un efecto dominó en todos los países que tiende a propagarse como un tsunami social de imprevisibles consecuencias en todo el Planeta. A los ejecutivos que provocan estos desmanes, la Justicia (¿?) no les exige fácilmente devolver lo robado ni investiga la profundidad de este asunto, pese a su gravedad.
– La ambición desmedida de los ricos del mundo financiero produce un caos en el flujo social del capital productivo, ya que prefieren especular para obtener beneficios a corto plazo, dando lugar a cierres de empresas, reducciones de personal y despidos masivos de trabajadores. Aumentan por este motivo los dramas personales sin cuento, desequilibrios emocionales, conflictos y rupturas familiares, desesperación, y lo que es peor: la desesperanza de amplios sectores del mundo laboral. Y nadie exige responsabilidades a los causantes,porque es legal, por inmoral,injusto e inadmisible que esto sea.
– La crisis por los ajustes tecnológicos. Las máquinas sustituyen a los hombres en cada vez más actividades, sin que aquellos que son desplazados vuelvan a encontrar trabajo especialmente si son de mediana edad. Y mientras las nuevas generaciones encuentran serias dificultades para trabajar o acceden a trabajos precarios, el mundo rico presiona para retrasar la edad de jubilación hasta la orilla del sepulcro para evitar el pago de pensiones. ¿A a cuantos preocupa el que los ancianos protesten?
– Cientos de miles de familias del llamado primer mundo, que gozaban de un aceptable nivel de vida, se ven arrojadas hoy a la pobreza o a la precariedad y obligadas a acudir a los servicios de asistencia social, sin que los gobiernos establezcan para ellas ninguno de esos millonarios planes de rescate con que socorren a los bancos y empresas cuando dicen estar en crisis, a pesar de que estos no lo devuelven a la sociedad. Y no sucede nada, como nada sucede con la existencia de esos llamados “paraísos fiscales”, donde los ricos encierran literalmente sus ganancias sin que nadie sepa su procedencia. ¿Acaso no existe libertad de movimientos del capital en todo el Planeta?…Sí, pero no de los habitantes del Planeta.
– Un movimiento migratorio sin precedentes, cuyas causas veremos, procedente de los países del Sur en África y América Latina, intenta acceder a los países del norte en cada continente. Por un lado, a los EEUU y por otro a Europa. La respuesta de estos países es de rechazo. A la vez que afirman defender los derechos humanos en sus respectivos panfletos de identidad política, siembran de obstáculos las fronteras. A la vez que ponen en marcha mecanismos de rescate oficiales, como sucede en España, se obstaculiza la asistencia en el mar a las ong que intentan salvar la vida a los que van llegando en embarcaciones que naufragan a menudo. Por eso, el rechazo del conjunto de la Comunidad Europa a una política común migratoria es tan dramático como cínico.
– Algunos medios de comunicación son propiedad de empresas armamentistas o grandes grupos financieros de más que dudoso amor a la libertad. Y cuando no están controlados directamente por algún Estado, la libertad de expresión queda sometida a decisiones de consejos de administración. Y si algo falla siempre existe la posibilidad de matar al mensajero de la verdad. Y si no lean los informes de A.I.
– El terrorismo se ha hecho global desde la invasión de Irak por los EEUU, que pese a su política exterior agresiva se presenta ante el mundo como garante de la paz, la democracia y los derechos humanos. Sin embargo, el terrorismo se convirtió finalmente en una excusa perfecta para el control de las libertades públicas con la excusa de la seguridad y para justificar injustificables invasiones relacionadas con la industria de la guerra, las telecomunicaciones, las fuentes de energía y diversos minerales, como ocurrió en Afganistán, en Libia y ahora en Siria. Así que el terrorismo puede ser rentable a dos niveles: el internacional y el doméstico. Y la cosa no cesa: El gasto armamentista mundial, encabezado por los países mas ricos, ha aumentado en los últimos años un 37 % mientras sus políticos hablan de paz cara a la galería sonriendo a las cámaras. ¿Recuerdan aquello de “si quieres la paz no te prepares para la guerra”?
– En el principal gendarme mundial supuestamente antiterrorista, los EEUU, el terrorismo de sus francotiradores internos produce más muertes que el que sufren por los radicales islamistas,que se añaden a las que se producen por la falta de asistencia sanitaria de su propia población, donde 44 millones de personas pobres carecen de seguro médico, y muchos mueren por esta razón. ¿No es esto terrorismo social? Y dentro de esta vergüenza para un país tan rico y derrochador como insolidario se calcula que los primeros en morir son los dos millones los pobres absolutamente pobres, de los que sólo en Nueva York había 70.000 a finales del año 2008. Y sumando.
– El terrorismo ecológico es otra modalidad destructora. Incendios forestales y talas salvajes como en la Amazonia y en otros países europeos como consecuencia de la acción humana egoísta y las complicidades oscuras de políticos corruptos, daña nuestro medio ambiente de un modo dramático .
La atmósfera se empobrece de oxigeno por la destrucción de las selvas y de las algas marinas, mientras continúa imparable la emisión de gases de efecto invernadero procedentes de las industrias, centrales termicas, ganadería extensiva, tráfico de toda clase de vehículos, y otras fuentes a las que hay que añadir el efecto altamente contaminante de los residuos procedentes de las centrales nucleares, que a la vez que contribuyen gravemente al cambio climático, contribuyen a generar toda clase de enfermedades.
– Los desechos medioambientales se suman a todos los despropósitos mencionados. Una inasumible cantidad de residuos procedentes de una forma absurda de producir y consumir, como sucede con pesticidas y plaguicidas, así como el abuso de plásticos,daña tan seriamente las condiciones de salud y vida, incluso en los mares, que junto al cúmulos de asuntos como los expuestos a lo largo de este breve resumen hace inevitable la pregunta de urgente respuesta:
¿Como apagar tantos incendios si no es todos a una y en todas partes?