“Me golpearon en la tripa y cuando caí al suelo, empezaron a golpearme en la cabeza…”
“Me golpearon en la tripa y cuando caí al suelo, empezaron a golpearme en la cabeza. Al meterme en la furgona comenzaron a insultarme en forma racista y sexista”
La denuncia, presentada ante la Policía Municipal junto con el parte médico que acredita las lesiones derivadas de la paliza y que incluye el nombre del agente que la agredió, ha sido rechazada por el juez al considerar que “en las imágenes tomadas por las cámaras de la gasolinera es difícil identificar a los agresores”. Jimenez ha explicado que solicitarán la reapertura del caso.
Ha relatado que “todo pasó el jueves Santo, cuando mi compañero y yo bajábamos a casa y entramos en Discosa. Vimos a dos forales, que uno de ellos estaba comprando. Nosotros nos dirigimos al fondo de la tienda, cuando uno de ellos vino donde nosotros gritando que les habíamos dicho algo. Mi compañero dijo que no, y en ese momento salió el otro agente del baño, que le conocíamos del Instituto. Éste me preguntó si le daba asco, y cogiéndome del brazo, me llevó fuera. Me pusieron detrás del furgón, para identificarme, y me dijeron que me iban a cachear. Yo les dije que tendría que ser una mujer, y al poco rato vinieron agentes de la Policía Municipal, entre ellos una mujer, que me cacheó. Para entonces yo ya había sacado todo de los bolsillos, por lo que no me encontraron nada. Los municipales preguntaron a los forales qué había hecho, pero no les contestaron. Después me llevaron hacia la pared, diciendo que me iban a hacer una foto. Yo me negué, y le dije al que conocía que habíamos ido al Instituto. Me dio un par de bofetadas preguntándome a ver si tenía algún problema con eso. Me dio un golpe en la tripa, y cuando me caí al suelo, empezaron los golpes en la cabeza. Después ví que se llevaban a mi compañero, que me dijo que me fuera a casa, que le llevaban a identificar. A mí me esposaron y me metieron en la furgona. Entonces comenzaron a insultarme de forma racista y sexista. Me decían que era hija de andaluces, me llamaron puta y puta batasuna, y también roja y bolchevique. Uno de ellos puso en su teléfono el himno español y dijo: esto me la pone dura. Llegamos a un recinto que supuse era su comisaría, y allí estaba mi compañero también. Nos dijeron que podíamos irnos a casa. Al preguntarles sobre lo ocurrido, sólo me dijeron que mi compañero ya sabía lo que tenía que hacer y que nos fuéramos. Mi compañero me contó que le habían dicho que yo no les denunciara”.
Parte de lesiones
Acto seguido ambos acudieron al centro de salud de Solchaga, donde a ella le hicieron el reconocimiento y enviaron el parte de lesiones que acreditaba golpes en las costillas al Juzgado de Guardia. Desde allí se dirigieron a la Policía Municipal, donde tuvieron dificultades para formular la denuncia debido a que el acusado, del que dieron nombre y apellidos, había formado parte de ese cuerpo policial anteriormente y por tanto, les era conocido. Los agentes que les atendieron intentaron disuadirles, con frases como “es mejor que te vayas a casa”, a lo que les respondieron si iban a recibir otra paliza por el camino. Los agentes declararon que “no tiene por qué pasar”, y añadieron que para ellos “no era plato de buen gusto” denunciar a este agente que conocían. Una vez que consiguieron que formularan la denuncia, tuvieron que discutir para que se reconociera que se trataba de un agente foral que se hallaba uniformado, y por tanto, estaba de servicio, ya que los municipales pretendían exponer que se trataba de un caso “entre particulares”.
Fermin Irigoien, concejal de Berriozar, ha denunciado la actuación de los agentes forales que conforman la sección UMI de dicho cuerpo policial, recordando la carga que tuvo lugar el pasado agosto en la misma localidad, y por la que Iker Isiegas, que ha estado presente en la comparecencia, tuvo que ser hospitalizado por un golpe en la cabeza que estuvo a punto de crearle serios problemas. Y es que, tal y como ha declarado Irigoien, “pese a que somos nosotros los que sufrimos sus atropellos, los denunciados resultamos nosotros, como ha ocurrido en este caso. Ellos (agentes de la policía) saben que ellos no serán juzgados, que los jueces están con ellos. El parte médico, el testimonio directo, las fotos de las lesiones, nombre y apellidos del agresor, incluso imágenes de vídeo… ¿qué más necesita un juez para procesar al culpable?”. El concejal ha añadido que “si esto hubiera ocurrido en otro país, como EEUU o Francia, hubiéramos podido presenciar las imágenes de la agresión en la televisión, en todos los medios. En cambio, aquí la policía puede hacer los desmanes que quiera, saben que nadie les va a pedir cuentas”.
Irigoien ha apuntado a UPN como responsable de haber hecho un cuerpo policial “a su medida, que muestra su odio hacia los euskaldunes”. Aunque reconoció conocer que no todos los integrantes de la Policía Foral se muestran de acuerdo con esta actuación, ha sentenciado que “no es suficiente” con declararse en contra. Ante este nuevo caso que Irigoien ha tildado de “ataque sexista, xenófobo y motivado por ideas políticas”, el concejal se ha dirigido al Ayuntamiento solicitando que se posicione sobre el mismo, “tal y como hizo con la carga del pasado agosto”. Ha anunciado que por su parte presentarán una moción en el Pleno del día 27 de mayo, y ha llamado a los vecinos y las vecinas de Berriozar a apoyar la misma. Asimismo, ha invitado a participar en la concentración de rechazo a esta agresión que han organizado para el próximo jueves, 14 de mayo, a las 20.00 ante el Ayuntamiento de la localidad.