Más de 300 personas subcontratadas por Nissan presentan una demanda por cesión ilegal de trabajadoras (cast/cat)
"La relación que Nissan mantiene con las más de diez empresas subcontratadas que operan en la planta de Zona Franca constituye un fraude de ley".
(castellano)
Con el asesoramiento jurídico del Colectivo Ronda, una parte de las 1.400 personas subcontratadas por empresas al servicio de Nissan reclaman el reconocimiento a todos los efectos como verdaderos trabajadores de la multinacional japonesa para poner fin a las desigualdades en condiciones laborales y salariales
Las personas ocupadas por las empresas subcontratadas, la mayoría por Acciona, operan en las instalaciones y bajo la dirección de Nissan pero no tienen el mismo reconocimiento laboral ni legal que la plantilla de la multinacional japonesa. En total, el conjunto de personas que trabajan para el grupo Nissan-Renault a través de otras empresas supera la cifra de 1.400.
Según José Pérez, el abogado que encabeza el equipo jurídico del Colectivo Ronda que se ha encargado de asesorar al grupo de trabajadoras, la demanda «reclama el reconocimiento a todos los efectos de estas personas como verdaderos trabajadores y trabajadoras de Nissan y poner fin a una situación que permite que, a pesar de compartir tareas y funciones, en la factoría de la empresa convivan trabajadores que no gozan de las mismas condiciones laborales y salariales ni tienen reconocidos los mismos derechos «. El procedimiento se presentó ayer en la Ciudad de la Justicia, durante una rueda de prensa liderada por la cooperativa de abogados.
Pérez asegura que existen indicios suficientes para considerar que «la relación que Nissan mantiene con las más de diez empresas subcontratadas que operan en la planta de Zona Franca constituye un fraude de ley». La subcontratación, explica el abogado, es un mecanismo legalmente establecido pero sometido a regulación para evitar que se convierta en un subterfugio que permita a una empresa rehuir sus obligaciones como legal empleadora o dejar de aplicar las condiciones laborales y salariales que corresponderían a las trabajadoras si las contratara directamente. Pérez subraya las consecuencias de esta forma de relación laboral: «En Nissan ya muchas otras empresas se utiliza la subcontratación como forma de precarización de las relaciones laborales, especialmente en el caso de empresas grandes donde existen convenios colectivos que garantizan a sus plantillas condiciones laborales dignas «. Además, el peso creciente de las subcontratadas, añade, «actúa como factor de presión y amenaza para los trabajadores directamente contratados para que renuncien con más facilidad a lo conseguido».
Las trabajadoras viven las consecuencias en propia piel, estén contratadas por Acciona, Tachi-S, Gestamp, Snopes, Lear, Segula, Faurecia, Comsa, Magnetic Marelli o cualquier otra. «Hay un verdadero mundo de diferencia respecto a estar contratado por la misma Nissan, tanto en cuanto al salario como con respecto al resto de condiciones laborales», señala Juanma Seco, miembro del comité de empresa de Acciona en Nissan y uno de los trabajadores que ha colaborado en la creación del grupo promotor de la demanda. Sin ninguna intervención sindical, ya son más de 300 personas dispuestas a reclamar judicialmente por la situación de cesión ilegal de trabajadores que los afecta. Para Seco, «la demanda se presenta contra Nissan porque realmente somos trabajadores encubiertos de la multinacional, aunque legalmente estamos subcontratados por otras empresas, que se han aprovechado durante años de la legislación laboral».
Con la reclamación judicial, asegura que pretenden «hacer visible una situación que se remonta a muchos años atrás pero que ha estallado ahora», al tiempo que reconoce la dificultad de conseguir una sentencia favorable «. El colectivo de personas subcontratadas se siente invisible y abandonado por las administraciones, «sólo se habla de los 3.000 puestos de trabajo directos del personal de Nissan que se pueden perder con un hipotético cierre», denuncia Seco. La situación de la plantilla de las subcontras siempre ha sido de discriminación a diferentes niveles, pero la situación ahora «se ha convertido en absolutamente dramática y la demanda es nuestra última oportunidad», continúa Seco, quien considera que «cualquier persona que trabaje para Nissan debería tener los mismos derechos laborales y salariales, tanto si es de la plantilla como de una empresa subcontratada».
Además de condiciones laborales mucho peores, Seco también incide en la desventaja de las trabajadoras de las subcontras a la hora de negociar con las empresas. «Después de veinte años trabajando dentro de la fábrica de Nissan pero no en plantilla, ahora podemos salir sin nada», lamenta. «El objetivo de la demanda es obligar a las empresas a establecer una negociación con los trabajadores subcontratados y, al mismo tiempo, poner en evidencia la realidad de la subcontratación empresarial».
1.400 trabajadoras a la sombra
El 28 de mayo se confirmaba el cierre de las plantas catalanas de Nissan Motor Ibérica, que a finales de año dejará sin trabajo a las 3.000 trabajadoras de la plantilla y también a 1.400 personas contratadas por empresas auxiliares del grupo Nissan-Renault. Para hacer visible la situación de las subcontratadas, el 2 de junio se constituía una coordinadora de todas las empresas proveedoras y subcontratadas de Nissan encargada de la organización conjunta de las protestas de todas las empresas externas para tratar de revertir la situación. El 12 de junio, cientos de empleadas de las numerosas subcontratadas que actualmente operan en las instalaciones de Nissan en Barcelona rodearon la factoría de la Zona Franca al grito de «todos somos Nissan» para reclamar igualdad de condiciones laborales con el personal contratado directamente por la multinacional.
Durante una concentración de protesta convocada por las trabajadoras y los trabajadores de Acciona ante la sede principal de esta empresa, el 3 de junio, Cristian Cordero, miembro del comité de empresa de Acciona en Nissan y delegado sindical de Comisiones Obreras de Cataluña, aseguraba que querían «hacer visible el conflicto desde la perspectiva de las subcontratadas». El delegado sindical exigía a la empresa subcontratada que se hiciera responsable de su plantilla ante el grupo Nissan para que el despido «deja muchos trabajadores en situación muy precaria y complicada en la que probablemente les costará volver al mercado laboral». Cordero pide un plan industrial para el sector por parte de los gobiernos catalán y español, «para que el tejido industrial de Cataluña se ve muy afectado con este cierre». Por su parte, Walter Massaro, delegado sindical de UGT en Marelli, reivindicaba la «unidad de acción» desde la mencionada cordinadora para hacer más efectivo el objetivo de visibilizar el conflicto de las subcontratadas: «La reivindicación desde Marelli, con nada más 170 personas en plantilla, no tiene la misma fuerza que la de Acciona, que cuenta con más de 800 trabajadores»
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(català)
Més de 300 persones subcontractades per Nissan presenten una demanda per cessió il·legal de treballadores
Amb l’assessorament jurídic del Col·lectiu Ronda, una part de les 1.400 persones subcontractades per empreses al servei de Nissan reclamen el reconeixement a tots els efectes com a veritables treballadors i treballadores de la multinacional japonesa per posar fi a les desigualtats en condicions laborals i salarials
Acció dels treballadors subcontractats per Nissan el passat 12 de juny / ÀNGEL MONLLEÓ
Les persones ocupades per les empreses subcontractades, la majoria per Acciona, operen a les instal·lacions i sota la direcció de Nissan però no tenen el mateix reconeixement laboral ni legal que la plantilla de la multinacional japonesa. En total, el conjunt de persones que treballen per al grup Nissan-Renault a través d’altres empreses supera la xifra de 1.400.
Segons Josep Pérez, l’advocat que encapçala l’equip jurídic del Col·lectiu Ronda que s’ha encarregat d’assessorar el grup de treballadores, la demanda “reclama el reconeixement a tots els efectes d’aquestes persones com a veritables treballadors i treballadores de Nissan i posar fi a una situació que permet que, malgrat compartir tasques i funcions, a la factoria de l’empresa convisquin treballadors que no gaudeixen de les mateixes condicions laborals i salarials ni tenen reconeguts els mateixos drets”. El procediment es va ser presentar ahir a la Ciutat de la Justícia, durant una roda de premsa liderada per la cooperativa d’advocades.
Pérez assegura que existeixen indicis suficients per considerar que “la relació que Nissan manté amb les més de deu empreses subcontractades que operen a la planta de Zona Franca constitueix un frau de llei”. La subcontractació, explica l’advocat, és un mecanisme legalment establert però sotmès a regulació per evitar que esdevingui un subterfugi que permeti una empresa defugir les seves obligacions com a legal ocupadora o deixar d’aplicar les condicions laborals i salarials que correspondrien a les treballadores si les contractés directament. Pérez subratlla les conseqüències d’aquesta forma de relació laboral: “A Nissan i a moltes altres empreses es fa servir la subcontractació com a forma de precarització de les relacions laborals, especialment en el cas d’empreses grans on existeixen convenis col·lectius que garanteixen a les seves plantilles condicions laborals dignes”. A més, el pes creixent de les subcontractades, afegeix, “actua com a factor de pressió i amenaça per als treballadors directament contractats per tal que renunciïn amb més facilitat a allò aconseguit”.
Les treballadores en viuen les conseqüències en pròpia pell, estiguin contractades per Acciona, Tachi-S, Gestamp, Snop, Lear, Segula, Faurecia, Comsa, Magnetic Marelli o qualsevol altra. “Hi ha un veritable món de diferència respecte a estar contractat per la mateixa Nissan, tant pel que fa al salari com pel que fa a la resta de condicions laborals”, assenyala Juanma Seco, membre del comitè d’empresa d’Acciona a Nissan i un dels treballadors que ha col·laborat en la creació del grup promotor de la demanda. Sense cap intervenció sindical, ja són més de 300 persones disposades a reclamar judicialment per la situació de cessió il·legal de treballadors que els afecta. Per a Seco, “la demanda es presenta contra Nissan perquè realment som treballadors encoberts de la multinacional, tot i que legalment estem subcontractats per altres empreses, que s’han aprofitat durant anys de la legislació laboral”.
Amb la reclamació judicial, assegura que pretenen “fer visible una situació que es remunta a molts anys enrere però que ha esclatat ara”, al mateix temps que reconeix la dificultat d’aconseguir una sentència favorable”. El col·lectiu de persones subcontractades se sent invisible i abandonat per les administracions, “només es parla dels 3.000 llocs de treball directes del personal de Nissan que es poden perdre amb un hipotètic tancament”, denuncia Seco. La situació la plantilla de les subcontractades sempre ha estat de discriminació a diferents nivells, però la situació ara “ha esdevingut absolutament dramàtica i la demanda és la nostra darrera oportunitat”, continua Seco, qui considera que “qualsevol persona que treballi per a Nissan hauria de tenir els mateixos drets laborals i salarials, tant si és de la plantilla com d’una empresa subcontractada”.
A més de condicions laborals molt pitjors, Seco també incideix en el desavantatge de les treballadores de les subcontractades a l’hora de negociar amb les empreses. “Després de vint anys treballant dins de la fàbrica de Nissan però no en plantilla, ara podem sortir-ne sense res”, lamenta. “L’objectiu de la demanda és obligar les empreses a establir una negociació amb els treballadors subcontractats i, al mateix temps, posar en evidència la realitat de la subcontractació empresarial”.
1.400 treballadores a l’ombra
El 28 de maig es confirmava el tancament de les plantes catalanes de Nissan Motor Ibérica, que a finals d’any deixarà sense feina les 3.000 treballadores de la plantilla i també 1.400 persones contractades per empreses auxiliars del grup Nissan-Renault. Per tal de fer visible la situació de les subcontractades, el 2 de juny es constituïa una coordinadora de totes les empreses proveïdores i subcontractades de Nissan encarregada de l’organització conjunta de les protestes de totes les empreses externes per tractar de revertir la situació. El 12 de juny, centenars d’empleades de les nombroses subcontractades que actualment operen a les instal·lacions de Nissan a Barcelona van envoltar la factoria de la Zona Franca al crit de “tots som Nissan” per reclamar igualtat de condicions laborals amb el personal contractat directament per la multinacional.
Durant una concentració de protesta convocada per les treballadores i els treballadors d’Acciona davant la seu principal d’aquesta empresa, el 3 de juny, Cristian Cordero, membre del comitè d’empresa d’Acciona a Nissan i delegat sindical de Comissions Obreres de Catalunya, assegurava que volien “fer visible el conflicte des de la perspectiva de les subcontractades”. El delegat sindical exigia a l’empresa subcontractada que es fes responsable de la seva plantilla davant del grup Nissan perquè l’acomiadament “deixa molts treballadors en situació molt precària i complicada en què probablement els costarà tornar al mercat laboral”. Cordero demana un pla industrial per al sector per part dels governs català i espanyol, “perquè el teixit industrial de Catalunya es veu molt afectat amb aquest tancament”. Per la seva banda, Walter Massaro, delegat sindical de la UGT a Marelli, reivindicava la “unitat d’acció” des de l’esmentada coordinadora per fer més efectiu l’objectiu de visibilitzar el conflicte de les subcontractades: “La reivindicació des de Marelli, amb només 170 persones en plantilla, no té la mateixa força que la d’Acciona, que compta amb més de 800 treballadores”.