Manifestaciones en París: los periodistas en el punto de mira de la represión policial
Varios periodistas han sido agredidos por la policía cuando se encontraban este jueves en la manifestación parisina. El gobierno de Macron cada vez más autoritario frente al mantenimiento de las protestas contra la reforma de las pensiones.
Hasta ahora, las manifestaciones contra la reforma de las pensiones se habían desarrollado sin demasiada represión en la región parisina. Pero el jueves hubo un claro giro en la política gubernamental y de la policía. De hecho, durante la semana pasada, pudimos ver como la represión policial aumentaba de manera significativa hacia las acciones de los huelguistas de la RATP y la SNCF, lo que presagiaba que el gobierno comenzaba a ver la represión como el método para acabar con la protesta. Y es lo que ha ocurrido. Pero no solo a huelguistas y manifestantes, la represión policial también se ha dirigido a los periodistas.
En el comienzo de la manifestación, hemos sabido que Rémy Buisine, periodista muy conocido en redes sociales debido a las coberturas en directo que realiza de diferentes sucesos y movilizaciones, había sido detenido por la policía. El motivo expuesto por las fuerzas de seguridad ha sido que Buisine llevaba una máscara para protegerse del gas lacrimógeno, una herramienta esencial para los periodistas que quieran cubrir correctamente los sucesos represivos, así como para los manifestantes que sufren en sus carnes dichas violencias. Más tarde, Buisine ha informado que por dicho motivo ha sido detenido y retenido en la comisaría del 11º distrito de París durante dos horas y media. En un caso similar al de Buisine, un periodista de la agencia Line Press también ha sido detenido por llevar máscara para protegerse del gas.
Libre à l’instant après 2H30 sans être libre de mes mouvements après une interpellation et direction le commissariat du 11eme pour le port d’un masque à gaz. Matériel saisi par l’OPJ.
J’essaye de rejoindre le cortège au + vite pour un Live à suivre sur @brutofficiel. (@bi1192)
En el momento del arresto de Jean, otros periodistas, bien identificados, han podido grabar la carga policial, como se puede ver en el siguiente video:
Urgent @REC_Collectif plusieurs journaliste frappés par la police dont @SeguraJean1 .
Là ça va trop loin @prefpolice #greve9janvier
ÉTUDIANTE EN JOURNALISME MATRAQUÉE À LA TÊTE
Marie, étudiante à l’Academie @ESJLille
Quelques semaines après l’arrestation de Baptiste et Quentin, une de nos camarades est encore blessée, informer n’est pas un delit. @snj_national @snjcgt @rec_collectif @davduf
La acción de la policía está dirigida a entorpecer de manera clara el ejercicio de la libertad de expresión e información, lo que supone una muestra de cinismo aberrante. Su justificación de la represión se basa en el pseudo argumento según el cual el manifestante o periodista que acuda a una manifestación pacifica equipado con una máscara para protegerse del gas, es porque espera provocar altercados. Al menos esa fue la respuesta del Sindicato Independiente de Comisarios de Policía que ha respondido claramente al periodista del periódico Monde, Nicolas Chapuis, en Twitter: “Si la manifestación es pacífica, no existen riesgos. Es raro, por tanto, venir con material de guerra (refiriéndose a la máscara) a una manifestación”.
Un masque à gaz est classé A2 en matériel de guerre.
L’acquisition et la détention sont prohibées, sauf autorisation.
C’est la Loi.
Si la manif est pacifique, aucun risque.
Étrange, de venir avec du matériel de guerre sur une manif . https://twitter.com/nicolaschapuis/status/1215289083532054530 …
Nicolas Chapuis✔@nicolaschapuis
Un autre journaliste, de @Linepress cette fois-ci, interpellé pour port de masque à gaz. Direction le commissariat, mais pas de GAV. Il faut le redire : informer (au coeur de manifestations saturées en gaz lacrymogène) n’est toujours pas un délit. En revanche c’est une nécessité. https://twitter.com/nicolaschapuis/status/1215277253908729864 …
Es de un nivel de cinismo verdaderamente increíble. Es un discurso repetido en las altas esferas del gobierno y llevado a los grandes medios de comunicación. El gobierno, que no consigue convencer y que cada vez se encuentra más en un impasse, trata de resolver las contradicciones a porrazos. Es en este contexto que la represión a los periodistas forma parte de una política consciente por parte de la mayoría y en concreto de los “estrategas” del mantenimiento del orden pertenecientes al aparato policial.
El gobierno de Macron ha demostrado, desde su llegada al poder, que detrás de su máscara de hipocresía sonriente, se esconde una violenta política propatronal, y que, para llevarla a cabo, es capaz de usar la fuerza y de vapulear los derechos democráticos elementales como el derecho a la información.
Pero al mismo tiempo, el uso de la represión es un signo de debilidad. La fuerza y determinación de los huelguistas de enfrentarse al gobierno y tratar de derrotarlo, no es solo una garantía para evitar mayores recortes hacia las jubilaciones, también una garantía de defensa de los derechos democráticos, frente al autoritarismo de un gobierno que tan solo representa a una minoría de privilegiados.
Traducción: Carlos Bordón