Los trabajadores de Nissan irán a la huelga indefinida el 4 de mayo ante la falta de un plan de futuro
La empresa tiene la intención de reabrir sus fábricas en el país el 4 de mayo, pero los sindicatos de la plantas de Barcelona ya han mostrado su total desacuerdo con la planificación, que consiste en subir la persiana únicamente para cumplir con los pedidos hechos para Mercedes.
En un comunicado el comité de empresa de Nissan Barcelona lanza la convocatoria de una «huelga indefinida» a la que animan a sumarse a los trabajadores de los centros de Ávila y Los Corrales de Buelna (Cantabria) ante la falta de un plan de futuro. Según explican fuentes sindicales, la convocatoria del paro se presentará oficialmente ante las autoridades laborales el jueves.
La filial española del gigante japonés quiere reabrir con solamente una línea de producción activa para retomar la producción de la Mercedes Clase X, la pick up que el centro de Zona Franca –el más grande que la compañía tiene en el estado– elabora para el fabricante alemán. «Lo que no vamos a hacer va a ser venir a trabajar unas semanas poniendo nuestra salud en juego para que luego nos vuelvan a cerrar», añaden desde el comité de empresa.
Las mismas voces denuncian que el comité trató de conocer los planes de la empresa en una reunión con el director general de Nissan Motor Ibérica, Genís Alonso, a la que el dirigente no asistió. «Es una falta de respeto, estamos desprotegidos», lamentan. Al cierre de la fábrica de Zona Franca se sumarían las plantas satélites de Sant Andreu y Montcada, por lo que la factura del paro ascendería a unos 3.500 empleados.
La fábrica de Nissan en Barcelona ya funcionaba por debajo del 30% de su capacidad antes de decretarse el estado de alarma en España. Y el temor de los trabajadores es que, tras cumplir con el pedido pendiente de Mercedes, la instalación no se vuelva a abrir; algo a lo que no están dispuestos a colaborar. «No tenemos ningún tipo de visibilidad futura». De hecho, el cierre definitivo de la instalación está sobre la mesa de la dirección europea desde hace meses.
Por ello, la conflictividad laboral se eleva un peldaño más tras varias protestas convocadas en los meses previos al brote de Covid-19. El ERTE presentado por la empresa para 3.500 trabajadores se aplicó en un primer momento sin acuerdo y solo tras la amenaza de una batalla legal se alcanzó un pacto entre dirección y sindicatos.
Un 2020 negro para Nissan Barcelona
La crisis del coronavirus es la puntilla para un 2020 negro en la principal fábrica de Nissan en España. En los primeros compases del año, el presidente de Nissan Europa, Gianluca de Ficchy, comunicó que en mayo la planta dejará de ensamblar la pick up Mercedes X y recortó las previsiones de la producción de la furgoneta eléctrica eNV200, uno de los pocos modelos que tenía demanda, en un 40%.
Ambos ajustes ya dejaban en una quimera igualar las 60.000 unidades que la cúpula continental se fijó como suelo para la planta catalana. Cuestionado por la asignación de nuevos vehículos a la fábrica, De Ficchy siempre lanzó balones fuera: “Como para cualquier otra planta; estamos discutiendo ubicaciones para los nuevos coches”, dijo en una reciente entrevista. Sin embargo, no se espera que el fabricante japonés tenga nuevos productos que adjudicar hasta como mínimo 2022.
Así el ejecutivo se comprometió con los trabajadores a elaborar un plan de futuro para la fábrica catalana que se debería presentar antes del próximo mes de julio. Solo parece haber dos opciones: o un nuevo vehículo o el cierre.