Los Hombres libres no necesitan visado.
Dirijo estas letras al Gobierno de EE.UU por negar el visado al cantautor de poesía Silvio Rodríguez, el cual pretendía estar en el homenaje de Pete Seeger.
 
Los acordes que marchan con el viento, no necesitan ningún visado, ni las lunas viejas de luz, ni las estrellas gastadas de tiempo, ni las flores quitadas de invierno. Que las guitarras que se entregan a la libertad y los dedos que cantan al perdón y juegan con el corazón al amor, no requieren de pasaporte. Que quien habla, con la mano apretada a las cuerdas y las notas, y hace libros de lluvia y dibuja gobiernos de primavera perfecta, no encuentra fronteras que le impidan seguir usando la palabra. Que quien sigue tocando a Brigadas perdidas en los chopos del valle del Jarama y a los puentes de ofensiva del Ebro, son el pueblo de hojas de hierba verde de Walt Whitman.  Y no aquel que se esconde, en Casas Blancas guerreadas de imperio y Guantánamos carcelarios.