Las fuerzas de ocupación israelíes siguen intensificando su agresión en Cisjordania y Al-Quds, atacando instalaciones e infraestructuras residenciales y comerciales, además de provocar desplazamientos forzados y detenciones.
Varias zonas fueron testigos de la demolición y quema de viviendas, en medio del agravamiento del sufrimiento de la población con la continuación del asedio y la destrucción en más de una zona.
En el norte de Jericó, las fuerzas de ocupación demolieron una fábrica de dátiles, pese a que su propietario había recurrido a los tribunales israelíes para intentar detener la decisión. Las fuerzas también demolieron un local comercial y varias instalaciones públicas en la misma zona, alegando que el edificio se había construido sin permiso.
Agresión en Jenin
En el campamento de Jenin, que lleva 42 días bajo continuos ataques israelíes, las fuerzas de ocupación incendiaron varias casas palestinas alrededor del campamento, lo que aumentó el sufrimiento de los residentes.
La Media Luna Roja Palestina informó que un bebé resultó herido como consecuencia de que las fuerzas de ocupación dispararon gases lacrimógenos en las afueras del campamento.
Las fuerzas de ocupación también se retiraron del edificio Al-Rabi’ después de causar una destrucción generalizada en los apartamentos residenciales, y se desplegaron en varias zonas del barrio de Al-Jabariyat.
La agresión israelí ha desplazado a más de 20.000 palestinos, y alrededor del 90% de la población del campamento se ha visto desplazada por la fuerza, en medio de una grave crisis de agua y electricidad y una escasez de alimentos y necesidades básicas para los niños.
La ocupación había destruido total o parcialmente alrededor de 498 viviendas e instalaciones.
Las fuerzas de ocupación continúan sus operaciones militares en Jenin, que provocaron el martirio de 27 palestinos y decenas de heridos, además de campañas de detenciones y destrucción sistemática de la infraestructura, ya que los bombardeos y demoliciones afectaron completamente a unas 120 viviendas, además de causar daños parciales a decenas de ellas.
Escalada en Al-Quds Jerusalén, Nablus y Tulkarem
En Jerusalén, una fuerza especial israelí vestida de civil arrestó a un palestino de la localidad de Issawiya, y las autoridades de ocupación notificaron a un ciudadano que debía evacuar sus instalaciones agrícolas en el plazo de 24 horas, con el pretexto de que estaban cerca de un campamento del ejército.
En Nablus, las fuerzas de ocupación irrumpieron en la parte oriental de la ciudad para impedir que los colonos tomaran la Tumba de José. Las fuerzas entraron por los puestos de control de Hawara y Awarta, acompañadas por dos excavadoras militares, en medio de un intenso despliegue en las calles de la ciudad.
En Tulkarm, las fuerzas de ocupación continuaron sus operaciones de demolición en el campamento de Nour Shams, donde destruyeron alrededor de 52 apartamentos residenciales desde ayer por la mañana y obligaron a siete familias a abandonar sus hogares a punta de pistola.
El comité de medios del campamento informó que la ocupación destruyó más de 100 casas y 300 tiendas, además de arrasar la infraestructura.
Medidas estrictas en Al-Aqsa
En la mezquita Al-Aqsa, a pesar de las estrictas restricciones de seguridad, 75.000 palestinos realizaron las oraciones de Isha y Tarawih en la tercera noche del mes sagrado del Ramadán.
En los alrededores de Al-Aqsa se produjeron detenciones y citaciones para investigación, ya que las fuerzas de ocupación detuvieron a varios jóvenes en las puertas de la mezquita, mientras que citaron a otros a centros de investigación en la Al-Quds Ciudad Vieja.
Fuente: Diario Al-Quds Liberation
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