LAB ante las transferencias de las políticas activas de empleo
En un contexto de crisis en el que se están destruyendo miles de puestos de trabajo y en el que cada vez son más las personas que no perciben ninguna prestación de desempleo, la defensa y la lucha a favor de un empleo digno cobra más fuerza que nunca.
Las políticas de empleo deberían de dar una respuesta adecuada a esta situación, evitando que se destruya empleo, evitando que haya una sola persona sin cobertura social y garantizando que el empleo que se genera sea de calidad.
Los gobiernos de López y Chaves, han acordado traspasar las políticas activas de empleo antes de fin de año. Con la trasferencia de esta competencia, se está soredimensionando de forma intencionada la incidencia que puede tener la misma para dar respuesta a las consecuencias de la crisis en cuanto al empleo.
Las políticas de empleo se clasifican principalmente en tres partes. Unas son reguladoras y otras de gestión:
– Políticas de regulación laboral: son las que regulan las condiciones laborales básicas, entre otras: típos de contrato y condiciones para la extinción de estos contratos; Salario mínimo interprofesional; modificación de las condiciones de trabajo; movilidad funcional y geográfica… etc.
– Políticas pasivas de empleo: regulan las prestaciones por desempleo, esto es, entre otras cosas, regulan cuánto tiempo se debe cotizar para tener derecho a recibir las prestaciones, establecen las normas de cálculo del montante a cobrar, cuánto durarán dichas prestaciones,…
– Políticas activas de empleo: su objetivo es el de intermediar en el mercado laboral para aumentar el nivel de empleo: informar y orientar en la búsqueda de trabajo; desarrollo de programas de formación laboral… etc.
Estas son complementarias entre ellas pero para poder desarrollar una verdadera política de empleo se debe disponer de capacidad legislativa, políticas pasivas y activas, tener capacidad de incidencia en los tres ámbitos y fundamentalmente en las dos primeras. Es necesario un marco propio de relaciones laborales.
Sin políticas pasivas y sin la capacidad normativa, es totalmente marginal la capacidad para evitar la destrucción de empleo, aumentar el empleo o para mejorar su calidad. Es decir sólo con las políticas activas es imposible neutralizar las graves consecuencias que están padeciendo las y los trabajadores a cuenta de la crisis.