La nobleza de Franco sigue viva
En 1948, Franco decide, “crear su corte”, otorgando títulos nobiliarios a dos políticos y dos generales. Los elegidos fueron José Antonio Primo de Rivera, Calvo Sotelo, Emilio Mola y José Moscardó.
Desde este momento, Franco otorgó numerosos títulos hasta 1974. Los últimos nobles nombrados por Franco serían, el escritor Ramiro de Maeztu, y el almirante Luis Carrero Blanco.
La Ley de Memoria Histórica impulsada por el Partido Socialista, aunque llama a suprimir los símbolos y calles que exalten el franquismo y a sus partidarios, olvidó los títulos nobiliarios que el “Generalísimo” otorgó a militares, falangistas, empresarios y personalidades adeptas al régimen.
Este acontecimiento ha sido denunciado por la ARMH, cuyo presidente, Emilio Silva, dijo:”es incomprensible que más de 30 años después de la vuelta a la democracia todavía tengan honores los que se levantaron contra un Gobierno legítimo. Es como si a Tejero le nombraran conde del 23-F”.
Franco también firmó un decreto por el que autorizó en 1967 a Pilar de Borbón, hermana del rey Juan Carlos, a “usar en España el título de duque de Badajoz”. Todo un guiño al que tras su muerte ya ha nombrado a 31 nobles.
Algunos descendientes de aquellos militares golpistas han seguido la carrera militar sin renunciar a los negocios. Por ejemplo, el hijo del capitán general José Enrique Varela, marqués de Varela de San Fernando, ex ministro del Ejército. Su único hijo varón, actual marqués, es capitán y fue consejero de Cementos Lemona, absorbido por Portland, y está vinculado a Cementos Alfa, otra de las más importantes firmas del sector.
Autor: Fernando Aguilar Rigaud
Fuente: Recuperando Memoria