La Ley de Planes de Pensiones de Empresa, abre la puerta a la privatización encubierta del Sistema Público de Pensiones

 

No somos tontos: esta ley es una trampa inaceptable
El 9 de junio se va a aprobar por vía urgente la Ley de regulación para el impulso de los planes de pensiones de empleo. Esta es la segunda parte de una nueva contrarreforma de las pensiones que el gobierno trata de presentar ante la opinión pública como un avance. Ya en el mes de diciembre se aprobó una primera parte que en lugar de usar el Índice Precio del Consumo para revalorizar las pensiones como planteaba el movimiento pensionista, implantó un tramposo IPC medio, que ha supuesto este año una pérdida de más del 3%.

Ahora con esta nueva ley, bajo la concesión de un aumento temporal del 15% de las pensiones no contributivas (que solo afecta a un 5% de los pensionistas), se va a abrir la puerta a incentivar con reducciones impositivas y minoración de cotizaciones de la patronal, lo que supone un ataque sin precedentes al modelo de Seguridad Social pública y de reparto que defendemos y defenderemos.

Gracias a la lucha se han conseguido concesiones. Sin nuestro movimiento el proceso de recortes hubiera sido mucho peor y más rápido, pero nos sorprende, escandaliza e indigna que fuerzas políticas que se habían comprometido a una defensa de una revalorización real e integra y mantener el carácter público del sistema, se hayan plegado finalmente a las exigencias del poder financiero y pretendan justificar su no oposición frontal a ella por las concesiones obtenidas en lo secundario.

Estamos ante un ataque realizado con nocturnidad y alevosía, con un trámite parlamentario urgente, a las puertas de las vacaciones de verano, que suponen una carga adicional para millones de pensionistas que cuidan sus nietos cuando acaba el periodo escolar. Los pensionistas no vamos a reconocer esa ley de características absolutamente reaccionarias y que supone una pérdida de derechos sociales para la clase trabajadora. Con ella se abre la puerta a la quiebra de la Seguridad Social a corto plazo y la dilapidación de los ahorros en los fondos privados para los trabajadores actuales, tal como paso en Chile, EEUU u Holanda.

Las organizaciones de pensionistas llevamos meses exigiendo la retirada del Proyecto de Ley, la reversión de las leyes anteriores que han bajado las cuotas empresariales, alargado la vida laboral en un país en que los jóvenes no encuentran trabajo y reducido la capacidad de las pensiones respecto el último salario recibido. Declaramos ilegitima la acción de unos parlamentarios que juegan con un derecho que nunca cuestionaron en campaña electoral.

Rechazamos los planes del gobierno de privatizar la Seguridad Social pública.

Hemos explicado detalladamente los argumentos en que se sustenta nuestro rechazo a la Disposición Final Cuarta del Proyecto de Ley del Gobierno, que abre puerta de entrada a la gestión privada por parte de los grandes bancos y compañías aseguradoras. Aquellos parlamentarios que con su voto afirmativo o su abstención permitan ese latrocinio, deben saber que serán responsables ante la ciudadanía en el futuro. Al mismo tiempo queremos agradecer explícitamente a aquellas personas que como Jordi Salvador (ERC) o Mari Pita (elegida por UP) independientemente de sus adscripciones han sabido mantener su dignidad y su coherencia a pesar de todas las presiones recibidas. Esperamos que ese listado de personas dignas pueda ser mucho más amplio el día 9, pero que ningún diputado piense que su ocultación bajo un grupo político va a eximirle de sus responsabilidades con la gente.

Vamos a seguir luchando y ampliando nuestra resistencia. No tenemos otro camino. Somos víctimas de una maniobra del poder financiero, que acorralado por la crisis del sistema especulativo , corrupto y fraudulento que han ido imponiendo con la globalización, pretenden continuar enriqueciéndose parasitando el ahorro público y los derechos sociales como las pensiones pero también la sanidad, el cuidado de los mayores, los servicios básicos o la educación.

Somos conscientes de nuestra debilidad en este momento, es necesario desplegar una lucha a largo plazo y de mayor calado. Nuestra oposición frontal a este proyecto de Ley, es una denuncia a la capitulación frente la patronal y los fondos financieros privados. Hay que decir NO a las manipulaciones y engaños que el ministerio utiliza para implantar un modelo de Seguridad Social donde se sustituya, poco a poco, las pensiones públicas por las pensiones privadas de los bancos.

Pero es necesario ir más allá y en este momento triste de una perdida histórica de derechos para las gentes trabajadoras de este país, nos conjuramos para redoblar nuestros esfuerzos para detener el expolio que los grandes oligarcas del mundo pretenden infligirnos a través de instituciones como la Comisión Europea o el Foro de Davos. Después de la crisis del 2008 en lugar de gravar a sus responsables en el mundo de las finanzas, se resolvió con un rescate a la banca que ha endeudado estructuralmente al país. La epidemia ha producido la pérdida de más de un año y medio de la esperanza de vida, pero las empresas químico- farmacéuticas han obtenido enormes beneficios. Ahora se pretende con el humo de la guerra aplicar nuevos recortes a los trabajadores y pensionistas. La inflación que nos asola, precede a la guerra y está provocada por la salvaje emisión monetaria destinada a financiar grandes bancos y empresas. La misma crisis de la guerra muestra como todos los pretextos de ayudas supuestamente verdes Next Generation, no eran más que una excusa para recortar el gasto
social y dar dinero púbico a las grandes empresas de banca, telecomunicaciones, energía o automóvil. La presidente europea Úrsula Van der Leyen en el caos generado por la guerra pide recortes para pagar esas ayudas, pero aumenta el gasto militar y vuelve a las energías fósiles como el carbón.

Desde otro lugar la presidenta del BCE Christine Lagarde, afea a los mayores que vivan demasiados años y trata de poner todos los medios para reducir su esperanza y calidad de vida. Y cual emisario sumiso, Escrivá trata de imponer ese mandato sobre la ciudadanía del Estado, buscando imponer el silencio y la complicidad parlamentaria mediante concesiones espúreas y secundarias.

La inflación, que ellos han provocado, quieren que sirva para bajar salarios y pensiones. Y en ello intentan enfrentar a trabajadores y pensionistas. La solución no es que bajen las pensiones, sino que suban salarios, pensiones y derechos frente aquellos que vienen lucrándose y multiplicando sus beneficios con la especulación, la epidemia, la crisis climática y ahora la guerra.

Por ello COESPE declara que va a trabajar en el impulso de un movimiento social que buscando complicidades de organizaciones, colectivos y personas, de manera transversal y unitaria se comprometan en desplegar una movilización creciente este otoño con el objetivo de oponerse conjunta y masivamente a todo intento de hacer caer los efectos de la inflación sobre las gentes pensionistas, trabajadores o ciudadanía en general y de privatizar como negocio los derechos sociales que desde la educación a la sanidad, desde el cuidado de las personas al cuidado de la naturaleza, deben servir para mejorar las condiciones de vida de las grandes mayorías y no para engordar los beneficios de oligarquías globales a costa de la calidad de vida de las personas.

El día 9 denunciaremos el proyecto de Escrivá y sus cómplices, pero también será el punto de partida de un nuevo ciclo de movilizaciones al que esta llamada toda la ciudadanía no dispuesta a perder su dignidad.

No a la privatización de las pensiones. No a la privatización de cualquier servicios público.
¡¡Gobierne quien gobierne las pensiones se defienden!!
4 de junio de 2022

COESPE

Imagen de portada: Foto C.C. – Espacios Europeos

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