La Historia se repite: Francisco López, lehendakari por la Gracia de España
…comparaba a Francisco López (Patxi para los del Partido) con el Carnicero de Praga, Reinhard Heydrich. 
Al igual que Heydrich, López se ha abierto paso a través de la burrocracia del Partido a base de defender a sus compañeros de hazañas, como Barrionuevo y Vera, por lo que ha logrado granjearse grandes apoyos en el Partido Socialista Obrero Español, como Heydrich en el Partido Nacional Socialista Obrero Alemán.
Cuando el Partido lo tuvo a bien, decidió que había llegado la hora de poner en marcha la propaganda del Grupo PRISA y afines para auparlo al poder. Rápidamente un pequeño grupo de votantes en Euskal Herria se olvidó de aquellos gritos que el también dió defendiendo a los corruptos, del tipo "PSOE unido jamás será vencido".
Con un discurso anticomunista, como no podía ser de otra forma, y haciendo gala de presentar un programa "transversal", que en economía únicamente representa una continuación de la burguesía nacional que el PNV siempre ha defendido y con el que ha apoyado los presupuestos generales en el Parlamento, Francisco sintió entonces la necesidad imperante de gobernar, de ser un líder, pero claro, con limitaciones, ya que, al igual que Heydrich lo fue en Bohemia y Moravia, él será rector del Protectorado de Vascongadas.
Hasta el heredero del Generalísimo lo apoyó públicamente,  con lo que recibió el espaldarazo definitivo de la burguesía nacionalista española para usurpar la Lehendakaritza. Únicamente quedaba un obstáculo por salvar: había que evitar a toda costa que la única alternativa real lograra acceder al Parlamento.
Pero no hubo problemas. Rápidamente el Gobierno Español consiguió que los jueces – también no olvidemos, herederos del Caudillo -, eliminasen toda referencia a la izquierda abertzale y socialista de las elecciones, así todo estaba bien rodado.
Con el apoyo imprescindible de la burguesía vasca – el PNV -, Francisco encaró la recta final, y en pocas semanas consiguió saciar su sed desmedida de poder, también quedaron todos sus jefes satisfechos: desde el líder mesiánico del Partido, ZP el Iluminado, hasta el heredero de Franco.
En su discurso de investidura, Francisco López no mostró nada nuevo a la sociedad vasca; sino más de lo mismo. Lo que Euskal Herria lleva escuchando y leyendo desde hace 500 años: represión contra los patriotas, anticomunismo visceral, y centralismo. Por supuesto, toda cultura nacional vasca ha de ser exterminada, no vaya a ser que la sociedad aprenda cosas pecaminosas y lenguas impuras, como el euskera.
La Historia se repite, decía Marx. La biografía de Francisco López y Reinhard Heydrich, así como su ascenso al poder – el primero en Euskal Herria Occidental, el segundo en Bohemia y Moravia -, lo demuestran.